WASHINGTON (EFE).— El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, presumió ayer que dejó al grupo terrorista Estado Islámico (EI) al borde de la desaparición en Siria e Iraq en sus primeros 11 meses al frente de la Casa Blanca.
“El 20 de enero —día de la investidura de Trump—, 35,000 combatientes del EI controlaban 45,000 kilómetros cuadrados de territorio en Iraq y Siria”, dijo el magnate en Twitter, citando un artículo de la revista “Washington Examiner”.
“El 21 de diciembre las Fuerzas Militares estadounidenses estiman que unos 1,000 combatientes ocupan apenas 5,000 kilómetros cuadrados”, agregó el magnate neoyorquino.
Trump también presumió de haber “liberado” 70,000 kilómetros cuadrados de territorio del EI durante estos 11 meses, 65% más del que los yihadistas controlaban cuando asumió el poder, según esos mismos datos.
El “Washington Examiner” citó al Pentágono como fuente de los datos.
Asimismo, el mandatario dijo haber liberado del EI a 5.4 millones de personas, comparándolos con los 2.4 millones que liberó su predecesor, Barack Obama, en 28 meses de ofensiva.
El presidente, de hecho, comparó todos los números de la ofensiva contra los yihadistas durante su mandato con los de la era Obama, datos que indican una mayor eficacia militar en los últimos meses.
Trump pareció atribuirse de este modo los éxitos de la lucha contra los yihadistas, sin citar los esfuerzos de las fuerzas de seguridad de Siria e Iraq, de Rusia, de las milicias kurdas y de la treintena de países que forman parte de la coalición internacional que lidera Estados Unidos.
Llevará su nombre
El ministro israelí de Transportes presentó un plan para ampliar hasta el Muro de las Lamentaciones una línea ferroviaria de alta velocidad que se prevé inaugurar en los próximos meses. El plan prevé ponerle a una estación futura el nombre del actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Obra millonaria
Se estima que la obra, ahora polémica, costará más de 700 millones de dólares y, si se aprueba, tardaría cuatro años en completarse.