MÚNICH (AP y EFE).— Altos funcionarios de Rusia y Estados Unidos se enfrentaron en una guerra de declaraciones ayer en Alemania luego de que el fiscal especial estadounidense anunciara un encausamiento extraordinario contra 13 rusos acusados de complotar para interferir en las elecciones presidenciales de 2016.
H.R. McMaster, el asesor de seguridad nacional del presidente Donald Trump, dijo durante la Conferencia de Seguridad de Múnich que las acusaciones federales muestran que Estados Unidos se estaba volviendo cada vez más hábil en rastrear los orígenes de este espionaje y subversión.
“Como se puede ver con la acusación del FBI, las pruebas son ahora realmente incontrovertibles y están disponibles en el dominio público”, declaró McMaster en respuesta a un delegado ruso en la conferencia.
Refiriéndose a la acusación contra los 13 rusos, el asesor declaró: “Con el encausamiento del FBI, las pruebas son incontrovertibles ahora de que hubo una interferencia rusa”.
Minutos antes, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, desestimó el encausamiento extraordinario en ese mismo escenario, diciendo que era solo parloteo, según señaló.
Cuando se le preguntó sobre la acusación, Lavrov respondió: “No tengo respuesta. Pueden publicar cualquier cosa y vemos que esas acusaciones se multiplican”.
El encausamiento federal presentado el viernes por el fiscal especial Robert Mueller —quien señaló a 13 rusos de operar una enorme campaña oculta en las redes sociales para ayudar al republicano Donald Trump a vencer a su rival demócrata Hillary Clinton— representa las acusaciones más detalladas hasta la fecha de intromisión ilegal rusa durante la campaña que llevó a Trump a la Casa Blanca.
Lavrov argumentó que varios funcionarios estadounidenses, entre ellos el vicepresidente Mike Pence, dijeron que ningún país influyó en los resultados de las elecciones estadounidenses.
Presume “victoria”
El presidente Donald Trump insistió ayer en que su campaña no conspiró con Rusia para ganar las elecciones de 2016, al citar un artículo que asegura que los cargos presentados el viernes contra trece rusos suponen una gran victoria para los argumentos del mandatario.
En un mensaje en su cuenta de Twitter, Trump citó un artículo de opinión publicado en el diario “The New York Post”.
“Las acusaciones le dan a Don una gran victoria, escrito por Michael Goodwin del @nypost, afirma sucintamente que los rusos no tuvieron ningún impacto en el resultado de las elecciones. No hubo ninguna Conspiración con la campaña de Trump”, tuiteó.
El magnate trataba así de desechar la idea de que los cargos presentados por el fiscal especial Robert Mueller puedan suponer una antesala a una eventual acusación contra él o su entorno por haber colaborado con Rusia en sus intentos de influir en el resultado de las elecciones de 2016.
El presidente estadounidense destacó también que tampoco está claro que la injerencia rusa cambiara el rumbo de las elecciones de 2016.
Trump también reiteró su propio argumento de este viernes, según el cual su campaña no pudo conspirar con Rusia porque el esfuerzo para desestabilizar los comicios comenzó meses antes de que él anunciara su candidatura.
EstrategiaCambio
El presidente Donald Trump cambió de estrategia tras la derrota de su plan migratorio.
Se recupera
Trump se recuperó rápido del rechazo y puso a su fiscal general, Jeff Sessions, a llamar a filas a los republicanos de la Cámara de Representantes, donde aprobar una ley es más fácil que en el Senado porque se necesita solo una mayoría simple.
Trabajar juntos
En un comunicado publicado el viernes, Sessions pidió a los legisladores trabajar juntos para aprobar una ley migratoria que incluya los cuatro pilares que Trump exige para que cualquier ley reciba el apoyo de la Casa Blanca y, con la firma del presidente, pueda entrar en vigor.
Se agota el tiempo
El tiempo se agota para los legisladores porque, por orden de Donald Trump, el 5 de marzo expira el programa DACA, que apoya a los llamados “soñadores”.
