Cartas a Diario de Yucatán
Cartas al Diario

Recibimos una carta del señor Guillermo B. Buenfil Sánchez, cuyas partes medulares reproducimos a continuación:

Agradeciendo de antemano la oportunidad que Diario de Yucatán brinda a la ciudadanía de expresar públicamente sus inquietudes a través de sus páginas, me permito comentarles mi inconformidad por la manera en que terminó mi proceso de capacitación para ser conductor de transporte del sistema Va y Ven de nuestra ciudad.

Durante los últimos días del pasado mes de noviembre se publicó por internet una invitación por parte de la ATY (Agencia de Transporte de Yucatán) para todas las personas que tuvieran interés en capacitarse y posteriormente convertirse en conductores del Sistema Va y Ven.

En esa invitación se mencionó que la capacitación es pagada y que al concluir con éxito la misma, la ATY enviaba a los conductores ya certificados a los diferentes concesionarios del transporte público en la ciudad para obtener una posición de trabajo con los mismos.

Con base en la invitación antes mencionada acudí a las oficinas del instituto donde después de entregar toda la documentación que me fue requerida, de aprobar los exámenes toxicológicos y completar entrevistas con la doctora de nutrición y con el psicólogo, me comunicaron que debía presentarme en las oficinas del instituto con el propósito de dar inicio a mi proceso de capacitación con el fin de obtener mi certificado de conductor del Va y Ven.

Dicho proceso dio inicio el pasado 4 de diciembre, después de tres semanas de capacitación teórica, una semana más en el simulador de manejo y aprobar los exámenes correspondientes (durante este tiempo no recibí pago alguno por concepto de capacitación) personal del instituto me comunicó que la semana siguiente mi capacitación continuaría en el campo, o sea con las unidades de transporte con las que actualmente se presta el servicio de transporte público en la ciudad.

Al presentarme en las instalaciones del concesionario correspondiente, me preguntaron que si había tenido experiencia operando camiones de transporte de pasajeros, a lo que respondí afirmativamente.

También que dicha experiencia de la cual les indiqué con todo detalle la desempeñé en una ciudad de Estados Unidos durante un período de 12 años con unidades de transmisión automática y con medidas y dimensiones similares a la que ellos operan. Les comenté que estuve fuera del país durante 23 años y que durante ese tiempo solamente operé vehículos con los sistemas de transmisión automática.

Después de concluir mi entrenamiento de sólo día y medio, cuando originalmente me indicaron que iban a ser cinco días, el instructor de la empresa concesionaria me indicó que debido al tiempo transcurrido sin haber operado vehículos de transmisión estándar, como lo son todos los vehículos de transporte público, mi entrenamiento requeriría de al menos dos semanas más en el campo, a pesar de que en el día y medio que entrené lo hice bien.

Al presentarme en las oficinas del instituto el lunes 8 de enero del presente año para recibir instrucciones, una persona de la administración me indicó que yo no seguiría con el proceso de capacitación en razón de que el concesionario del transporte aduce razones no favorables para mí por causa de mi edad y mi condición física (la dimensión de mi abdomen).

Durante el tiempo que estuve acudiendo a las oficinas de la ATY me transporté por medio de dos rutas del Va y Ven y pude observar a personas más grandes de mi edad y con mayores dimensiones de estómago.

Es frustrante para una persona que, como yo, lo único que busca es una oportunidad de trabajo para lo cual me siento útil y que, además, me siento muy bien capacitado por mi experiencia adquirida durante muchos años.

Entiendo que en este proyecto de brindar un servicio moderno a nuestra población, en lo que se refiere a la capacitación, el instituto tiene apenas tres meses de haber iniciado sus labores, entiendo también que tienen muchas cosas que cambiar y mejorar y sobre todo que coordinar, estoy convencido que este proyecto tiene que funcionar, y deseo que así sea.

Estoy seguro que el objetivo de contar con conductores mejor capacitados es prestar un buen servicio a la ciudadanía, pero no solamente se deben tomar en cuenta las apariencias físicas de los aspirantes, sino también tomar en cuenta sus valores, preparación y educación.

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