Cada domingo en el Paseo de Montejo llama la atención la cantidad de comerciantes que se instalan en las aceras, compartiendo espacios con quienes hacen ejercicio, caminan o pasean con su mascota.
Sobre la acerca se pueden conseguir plantas, productos de miel de abeja y bisuterías. También están los que rentan bicicletas dada la afluencia de personas que acuden a la Bici-ruta.
En el tramo de la calle 35 hasta la Pérez Ponce están los integrantes del Corredor Internacional del Arte, quienes ofrecen pinturas, grabados, fotografías, pequeñas esculturas o copias de obras de arte.
Ahí los artistas le han dado a esa parte del paseo un aire de galería al aire libre.
Si bien se instalan todos los días, señalan que la venta de obras se da en forma esporádica. “Estamos más como exposición y promoción del arte, como parte del mejoramiento del corredor”, señalan.
Ver en la calle las obras expuestas en caballetes, colgando de un tendedero o sujetadas a un árbol hace que los visitantes se lleven una buena impresión de las exposiciones de arte.
“No todos tienen el valor de sentarse en la vía pública a exponer lo que hacen. A muchos les da pena”, dice Marco Gutiérrez, integrante del corredor.— Iván Canul Ek