En el marco del tercer Foro de la Sustentabilidad de la Industria y el Turismo, expertos del ramo expusieron que el programa federal de Pueblos Mágicos ya sólo se trata de títulos políticos, que únicamente complican la situación a los municipios.

En casos como el de Sisal, señalaron, ese esquema sirve para sobreexplotar y defraudar a los visitantes, el turismo sustentable en ese puerto sólo beneficia a empresarios.

El foro, realizado en el auditorio de la Secretaría de Fomento Económico y del Trabajo, se inició con la mesa panel “Turismo, Responsabilidad Social”, moderada por Jorge Carrillo Sáenz, presidente del Consejo Empresarial Turístico estatal.

Los panelistas fueron Jorge Escalante Bolio, empresario del sector; Hilda Uc Crespo, presidenta de cooperativas y agrupaciones turísticas de Sisal, y Salvador Castell González, de la asociación Va por la Tierra.

Hilda Crespo puso como ejemplo de este problema al puerto de Sisal, que recientemente fue catalogado como Pueblo Mágico.

“Lejos de favorecerlo, (este título) le genera problemas al carecer de infraestructura y servicios básicos para atender al turismo”.

Esto, abundó, “en gran parte se debe también al manejo de falsa publicidad por parte de las autoridades, ya que en su afán de atraer visitantes generan altas expectativas y cuando el turista llega al destino ve con resignación que fue víctima de un fraude”, expuso.

“Hoy Sisal es sobreexplotado, se vende al por mayor y lo peor es que ofrecen cosas que no hay, por eso los visitantes se van decepcionados, se sienten defraudados”, lamentó la panelista.

“Los beneficios que se supone trae el turismo sustentable para la población se lo llevan más los empresarios, que no respetan las leyes y reglamentos, aunque tampoco el gobierno lo hace”, puntualizó.

Permisos de obra

Hilda Uc comentó que si un empresario destina recursos para iniciar una obra es porque las autoridades le dieron los permisos correspondientes, porque hasta hoy no conoce a nadie que arriesgue su dinero a lo tonto.

Ahí “vemos claramente casos de corrupción y permisividad de las autoridades; se requieren reglamentos y normas que se cumplan para llevar al cabo un turismo socialmente responsable”.

Por su parte, Castell González planteó que el turismo social tiene como objetivo generar y promover espacios educativos, recreativos y turísticos en pleno equilibrio con el desarrollo económico y ambiental, conservando los usos y costumbres de las comunidades.

Es de gran importancia el trabajo en conjunto entre gobierno y sector privado a fin de ligar ese objetivo, de cubrir necesidades para un mejor desarrollo de turismo social y responsable.— DAVID DOMÍNGUEZ MASSA

Foro Medio ambiente

Salvador Castell González, de Ve por la Tierra, opina sobre el tema del turismo sostenible.

Promoción engañosa

“Al no haber reglas se mercantiliza la palabra sostenible en empresas y destinos turísticos que prometen mucho en su promoción, y cuando llegan al destino final se sienten defraudados por lo que les prometieron a los visitantes”.

Una arista política

También opinó que, al igual que el programa de Pueblos Mágicos, el turismo social se ha politizado, se habla mucho de la contaminación generada por la porcicultura hacia el manto freático, pero no significa ni siquiera el 1% cuando la contaminación que generan los servicios, las plazas comerciales, la vivienda, entre otros factores, es más relevante y nadie dice nada.

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