En la casilla sección 0288, ubicada en Chuburná de Hidalgo, los votantes permanecieron en la fila hasta por dos horas Credit: AIM 
En la casilla sección 0288, ubicada en Chuburná de Hidalgo, los votantes permanecieron en la fila hasta por dos horas Credit: AIM En la casilla sección 0288, ubicada en Chuburná de Hidalgo, los votantes permanecieron en la fila hasta por dos horas Credit: AIM En la casilla sección 0288, ubicada en Chuburná de Hidalgo, los votantes permanecieron en la fila hasta por dos horas Credit: AIM
MÉRIDA, Yucatán.— El Instituto Nacional Electoral (INE) en Yucatán informó que a las 12:45 de este domingo ya se contaba con el 100 por ciento de las casillas instaladas, luego de que al inicio de la jornada apenas había reportado que sólo el 88 por ciento de las 2,964 había aperturado.
La ausencia de funcionarios de casilla fue uno de los principales motivos por lo que la gente esperó hasta más de tres horas para poder votar, lo que ocasionó quejas ante la falta de organización y de lo lento que arrancó el proceso electoral.
Los meridanos salieron desde temprano a votar y fue notable el gran número de adultos mayores que llegaban acompañados de sus hijos, nietos o vecinos.
En la casilla sección 0288, ubicada en la calle 20 entre 26 y 26-A de la colonia Chuburná de Hidalgo (en una escuela), los votantes comenzaron a llegar desde antes de las 6 de la mañana con la esperanza de emitir su sufragio temprano “antes de que calentara el sol”.
La impaciencia poco a poco se fue apoderando de la gente que exigía con gritos que la casilla abriera, ya que el reloj marcaba más de las ocho horas sin que hubiera la más mínima señal de apertura, la respuesta fue que no estaban completos los funcionarios de casilla.
La llegada de dos de ellos con unas tortas (al parecer de cochinita pibil) volvió a caldear los ánimos, y para evitar que la situación se saliera de control, un representante de casilla comenzó a pedir que los adultos mayores de 65 años formaran una fila aparte, a fin de que fueran ellos los primeros en ingresar a la casilla.
Sin embargo, no fue inmediato, la espera para poder votar siguió entre quejas, molestia, insultos, y la necesidad de conseguir agua, refrescos o algo para comer. Por fin, casi dos horas después, los votantes fueron ingresando en grupos de 10, en el caso de los adultos mayores, y del mismo número de personas en la fila general.
Una vez abierta la casilla, la fila, aunque lentamente, comenzó a avanzar y así se mantuvo durante las siguientes horas, pese a las altas temperaturas.
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