MÉRIDA.- Vecinos del fraccionamiento San Marcos realizaron una protesta en la que hubo brotes de violencia contra trabajos de construcción de casas del Bienestar en la zona.
La molestia de los quejosos es porque las obras están causando problemas en el servicio de energía eléctrica en la etapa 3 del fraccionamiento.
Todo comenzó con reclamos en la calle 96 de San Marcos porque, afirman los quejosos, los trabajadores “se están colgando” de las líneas eléctricas y ahora los vecinos no tienen electricidad.
Además, maquinaria que se utiliza en las obras del programa “Vivienda del Bienestar” rompió unos cables conductores de electricidad, dejando sin el servicio a la zona.
Willian Yanes, del comité vecinal, comentó que toda la tercera etapa se quedó sin energía eléctrica debido a este incidente, a eso se suman otras afectaciones como la falta de agua.
“El problema es que los de la construcción se cuelgan de los cables del fraccionamiento y eso genera sobrecargas”.
“Ya llevamos escritos a la CFE, al Ayuntamiento, al palacio de gobierno y a la Japay por el tema del agua, pero nadie hace caso“, subrayó.
Conato de violencia en el fraccionamiento San Marcos
En la tarde de este jueves los vecinos decidieron parar las obras por sus propias manos, así que acudieron a la zona donde se construyen las “Casas del Bienestar” y exigieron a los encargados parar las obras “por las buenas o por las malas”.
Entonces los vecinos descubrieron las tomas de corriente que alimentaban a las obras y comenzaron a jalar los cables, pero un ingeniero los pisó.
Sin embargo, uno de los quejosos empujó fuerte al ingeniero, quien cayó al piso, por lo que, para evitar que el problema escalara, decidió parar los trabajos.
Otro ingeniero observó como varias mujeres se acercaron al encargado de una maquinaria pesada que rompía piedras.
El operador intentó intimidarlas pasando muy cerca de ellas el brazo de la excavadora, de modo que algunos quejosos lanzaron piedras a la maquinaria.
Bloquean las obras en San Marcos
Los vecinos bloquearon y retuvieron varios vehículos relacionados con la construcción y amenazaron con cerrar el Periférico de Mérida, lo que hasta las cinco de la tarde no había ocurrido.
Los vecinos exigieron la presencia de alguna autoridad que les garantice que las obras no les causarían afectaciones y advirtieron que, mientras tanto, no permitirán los trabajos.












