HUIXTLA (AP).— Las enfermedades, el miedo y el acoso policial ya están mermando la caravana de migrantes que viaja rumbo a Estados Unidos.
Muchos de los entre 4,000 y 5,000 migrantes que acamparon durante la noche bajo lonas de plástico en Chiapas se quejaron de agotamiento.
El grupo, en el que viajan muchos niños, incluso de brazos, planeaba salir de Mapastepec al amanecer para recorrer parte de los más de 1,600 kilómetros que tienen por delante para intentar llegar a suelo estadounidense.
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Pero en los últimos días ya cientos de ellos aceptaron la oferta del gobierno para llevarlos de vuelta a sus países.
Rumores de migrantes muertos
José David Sarmientos Aguilar, un estudiante de 16 años de San Pedro Sula, es uno de los al menos 80 migrantes que esperaban en la plaza de Huixtla, de donde el resto de la comitiva partió el miércoles por la mañana, para tomar uno de los cuatro buses que los llevaría de vuelta a Honduras.
La naturaleza espontánea de la caravana, a la que muchos se sumaron sin pensarlo, y rumores sobre migrantes muertos hicieron desistir a Sarmientos Aguilar.
Según dijo, se unió a la marcha sin pensar en lo que podría pasar y en las consecuencias que tendría.
Apuntó que el fallecimiento de una persona que se cayó de un camión el lunes y los rumores de otros dos asesinados en Huixtla fueron decisivos para tomar la decisión de aceptar el regreso a su país.
Mal de salud
“Han pasado muchas tragedias, no es necesario ir perdiendo más vidas para llegar allá (Estados Unidos)”.
“Me encuentro un poco mal de salud, del pecho. Tengo tos, entonces creo que me arriesgo a enfermar más y que me suceda algo, mejor me regreso a mi casa”.
Carlos Roberto Hernández, de la provincia de Yoro, Honduras, tenía una tos ronca.
Para él, el detonante para dejar la caravana fue el calor abrasador durante el día y las lluvias por la noche.
“Nos cayó una lluvia y desde entonces para acá tenemos gripe”, señaló Hernández.
“Voy a hacer mi vida en Honduras”
Preguntado por si volvería a intentar llegar a la frontera estadounidense, contestó rotundo: “No. Voy a hacer mi vida en Honduras”.
En el caso de Pedro Arturo Torres, la nostalgia quebró su determinación de llegar a Estados Unidos.
“Uno no sabe el camino que le espera. Queremos regresar a nuestro país. Que sea que vives con unos frijolitos, pero puedes sobrevivir”.
Sin apoyo del gobierno
La actitud del gobierno mexicano también ha sido decisiva para desgastar a la caravana.
Toda la comida, prendas viejas, agua y medicamentos que se da a los migrantes son donaciones privadas, de grupos religiosos o funcionarios locales que simpatizan con ellos.
El Ejecutivo mexicano no ha entregado a los migrantes ni una sola comida, baño o botella de agua.
Esas consideraciones básicas están reservadas únicamente a quienes solicitaron visas o ser deportados en oficinas de inmigración.
Casi 1,700 personas abandonaron la caravana y solicitaron asilo en México, dijeron las autoridades.
Los bajan de camiones
Pero en alguna ocasión, la policía federal interfirió en la caravana.
The Associated Press vio cuando agentes federales pararon a media docena de camionetas de pasajeros y obligaron a los conductores a echar a los migrantes mientras dejaban a los mexicanos a bordo.
Con un clima en el que el calor hace casi imposible caminar a mediodía, este tipo de tácticas podría tener consecuencias sobre la salud de los inmigrantes.
En Mapastepec, donde el grueso del grupo se alojó el miércoles en la noche, parecía que el tamaño de la caravana había disminuido ligeramente.
Futuro de los hijos
Los padres dicen que siguen caminando por el futuro de los hijos y el miedo a lo que podría pasarles si regresan a Honduras, controlado por las pandillas violentas que fueron, a su vez, la razón por la que decidieron irse en primer lugar.
“Ellos no pueden andar solos… con peligro siempre”, dijo Ludin Girón, una vendedora ambulante Hondureña que realiza la complicada ruta con sus tres hijos.
“Cuando ellos (las maras) miran una niña ya bonita, la quieren para ellos. Si ven un varón quieren meterlo a la droga.”
Negarse a cualquiera de las dos opciones puede tener consecuencias letales.
