ROMA (AP).— Una campaña internacional para prohibir la gestación subrogada recibió un importante apoyo ayer por parte del Vaticano, cuando un funcionario de alto nivel hizo un llamado a establecer una alianza amplia para detener la “comercialización de la vida” dirigida a futuros padres adinerados.

Una universidad afiliada al Vaticano organizó una conferencia de dos días para promover un tratado internacional a fin de prohibir la gestación subrogada, basado en el argumento de los activistas de que la práctica viola las convenciones de la ONU que protegen los derechos de los niños y de la madre sustituta.

El tema es si existe un derecho fundamental para tener un hijo a cualquier costo, o si los derechos de los niños son más importantes que los deseos de los futuros padres.

La conferencia, que también atrajo a representantes de derechos humanos de la ONU y expertos, constituye una aceleración de una campaña que ha encontrado cierto apoyo en algunas partes del mundo desarrollado y Europa occidental.

Al mismo tiempo, Canadá y Estados Unidos son conocidos por tener acuerdos muy regulados que atraen a parejas heterosexuales y homosexuales de todo el mundo, mientras que otros países permiten la gestación subrogada con menos reglas.

En enero, el papa Francisco hizo un llamado a prohibir totalmente la práctica en todo el mundo, calificándola como una despreciable violación de la dignidad humana que se aprovecha de las necesidades financieras de la madre sustituta.

De un vistazo

Activista

El jueves, el papa Francisco se reunió en privado con una de las defensoras que piden una prohibición universal, Olivia Maurel, de 33 años y madre de tres.

“Trauma del abandono”

Olivia Maurel nació en Estados Unidos en 1991 por gestación subrogada, y atribuye toda una vida de problemas mentales al “trauma del abandono”.

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