WASHINGTON.— La relación entre Estados Unidos y Arabia Saudita pasa por uno de sus peores momentos por el acercamiento de Riad a Moscú, que rompe el principio de petróleo a cambio de protección de Washington y suscita dudas sobre los acuerdos de venta de armas y la presencia militar estadounidense en el reino.  

Visita de Joe Biden a Arabia Saudita

El pasado viernes 15 de julio, el presidente estadounidense sostuvo un encuentro con el príncipe heredero saudí en Yeda.

Entre otros objetivos, Biden pretendía que Arabia Saudita apoyara un aumento en la producción de petróleo de la OPEP+, que ayudara a bajar los precios del petróleo, disparados por la guerra en Ucrania y las sanciones de Occidente a Rusia

El mandatario estadounidense había dicho que su gira por Medio Oriente buscaba reafirmar el poderío estadounidense y frenar cualquier intento de China o Rusia para influir en la región.

Lo que sí logró fue un acercamiento entre el reino árabe e Israel.

El asesinato del periodista Jamal Khashoggi

El asesinato del periodista Jamal Khashoggi era un tema que aumentaba la tensión entre EE.UU. y Arabia Saudita, debido a que la inteligencia de Estados Unidos concluyó que Bin Salman ordenó la ejecución del periodista, aunque el príncipe ha negado siempre su implicación.

Reducción de la producción de petróleo

El detonante fue la última reunión de la OPEP+, que bajo el liderazgo del país árabe decidió reducir la producción de crudo en sintonía con los deseos de Rusia, contradiciendo la petición hecha por el propio presidente de EE.UU., Joe Biden, durante su visita al reino. 

EE.UU. analiza modificar los acuerdos

Tal es el malestar en Washington que la Casa Blanca ha advertido a Riad que está evaluando la relación bilateral y desde el Congreso los demócratas han pedido que se congelen los acuerdos de ventas de armas, y hay voces que instan a que se retiren las tropas estadounidenses de suelo saudí. 

En opinión del director del Proyecto de Inteligencia de la institución Brookings, Bruce Riedel, que trabajó durante 30 años en la CIA y fue asesor para Oriente Medio de cuatro presidentes, cuando EE.UU. habla de revisar la relación se refiere al ámbito militar. 

Pero ahora a Riad le resulta ventajoso ponerse del lado de Rusia en lo que respecta al petróleo. Riedel lo deja bien claro: “Una menor producción de petróleo supone precios más altos y eso beneficia a los países que producen crudo como Rusia y Arabia Saudí“, remarcó. 

A esa ventaja se suma que los rusos “nunca” han criticado al príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán, por el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en 2018.

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¿Castigo a EE.UU.?

Por otra parte, la directora ejecutiva de la ONG DAWN y exresponsable de Human Rights Watch en Medio Oriente, Sarah Leah Whitson, cree que Arabia Saudita, más que querer aliarse con Rusia, busca mandar un mensaje de castigo a EE.UU. por haber criticado a Bin Salmán, a quien describió como alguien “muy impulsivo” que se toma las cosas muy personalmente. 

Al parecer, durante el viaje de Biden a Yeda, Bin Salmán quería dos cosas a las que el presidente estadounidense no se plegó. 

Bin Salmán buscaba inmunidad

“La primera un acuerdo de seguridad al nivel de la OTAN por parte de EE.UU. y la segunda -agregó la experta-, inmunidad frente a pleitos contra él en EE.UU. por la muerte de Jamal Khashoggi”.

En consecuencia, el príncipe heredero saudí decidió recortar la producción de crudo e hizo que lo nombraran primer ministro del reino para lograr la inmunidad. 

Tensión entre EE.UU. y Arabia Saudita durante 80 años

No obstante, el director del Programa de la Península Arábiga del Instituto de Oriente Medio (MEI), Gerald Feierstein, descartó que la tensión actual suponga un punto de inflexión. 

“EE.UU. y Arabia Saudí se han estado molestando durante 80 años“, afirmó Feierstein, exvicesecretario adjunto principal del Departamento de Estado para Asuntos de Oriente Próximo y exembajador en el Yemen. 

Los dos países tienen intereses comunes sobre la seguridad regional y la estabilidad de los mercados globales de energía. Por eso Feierstein auguró que seguirán “encontrando áreas” en las que pueden y deberían continuar colaborando, pese a que “la relación nunca haya sido cálida”.

Elecciones de medio mandato en EE.UU.

Queda ahora por ver si el resultado de las elecciones de medio mandato en EE.UU. en noviembre afectará la relación con Arabia Saudita, ya que es el Congreso el que tiene que dar su visto bueno a los acuerdos de armas. 

Feierstein no ve claro que un cambio en el Congreso a manos republicanas vaya a beneficiar a Riad, aunque Riedel opinan que con la bajada de la producción Bin Salmán busca poner a Biden contra las cuerdas y perjudicar a los demócratas por la inflación, porque prefiere a los conservadores y en última instancia a Donald Trump como presidente para 2024.- (Con información de Susana Samhan).

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