La retinopatía diabética, una complicación ocular de la diabetes, se posiciona como una preocupación de salud pública mundial.

Se estima que aproximadamente 93 millones de personas en el mundo viven con retinopatía diabética, y esta cifra se espera que aumente a 160 millones para el año 2040 si no se toman medidas preventivas y de tratamiento adecuadas.

A quienes afecta y cómo se desarrolla

La retinopatía diabética es una afección ocular que afecta a las personas que tienen diabetes, especialmente aquellas con un mal control de la glucemia a lo largo del tiempo. Se estima que al menos un tercio de las personas con diabetes desarrollarán algún grado de retinopatía diabética durante su vida.

Es crucial destacar que la retinopatía diabética puede ser asintomática en sus etapas iniciales, lo que subraya la importancia de realizar exámenes oftalmológicos de manera regular, al menos cada seis meses, para detectar cualquier signo temprano de la enfermedad. A medida que la condición progresa, pueden surgir síntomas como visión borrosa en la parte central, resultado de los elevados niveles de glucosa en sangre, así como la presencia de edema macular, caracterizado por sangrado y acumulación de depósitos de grasa en la retina.

Tratamientos y esperanza

El tratamiento de la retinopatía diabética depende del estado en que se encuentre la enfermedad. En etapas tempranas, el control estricto de la glucemia, la presión arterial y el colesterol pueden ayudar a prevenir su progresión. En etapas más avanzadas, pueden ser necesarios procedimientos como la fotocoagulación con láser, la cirugía vitreorretinal o la inyección de medicamentos en el ojo para detener el sangrado y prevenir la pérdida de visión.

Compromiso y prevención

El compromiso de la Oftalmología y Cirugía Ocular es promover activamente la educación y la prevención de las enfermedades oculares como la retinopatía diabética, destacando la importancia del control regular de la diabetes y la detección temprana de problemas oculares entre la población diabética.

En contexto con lo anterior, el Dr. Arturo Olguín Manríquez, oftalmólogo especialista, recomienda a los pacientes diabéticos mantener un control estricto de sus niveles de glucosa en sangre, así como de la presión arterial y el colesterol, ya que un buen control metabólico puede ayudar a prevenir o retrasar la progresión de la retinopatía diabética. Además, aconseja llevar un estilo de vida saludable que incluya una dieta balanceada, ejercicio regular y abstinencia de tabaco, ya que estos factores pueden influir positivamente en la salud ocular y general.

Asimismo, el Dr. Olguín Manríquez destaca la importancia de realizarse exámenes oftalmológicos regulares, al menos una vez al año, para detectar cualquier signo temprano de retinopatía diabética y recibir un tratamiento oportuno en caso necesario. Estas medidas preventivas son fundamentales para proteger la visión y mejorar la calidad de vida de las personas con diabetes.

(I.S.)