Cientos de personas acudieron a las playas de Progreso, en especial del malecón, para disfrutar del sol, arena y mar en el penúltimo domingo del año y el último antes de Navidad.
El clima se prestó para bañarse en el mar y disfrutar del sol hasta poco antes de las 3 de la tarde, cuando las nubes negras comenzaron a aparecer.
Las palapas y las sombrillas cercanas al malecón lucieron llenas. El ir y venir de los meseros fue señal de que la jornada fue buena.
Buen movimiento comercial en el malecón
“Gracia Dios es un buen domingo“, comentó una mesera de uno de los restaurantes ubicados frente al malecón que atienden en las sombrillas azules.
La música formó parte de este día por medio de una batucada, un flautista, un trompetista y un tamborilero que tocaban sus instrumentos a cambio de unas monedas entre la gente.
Los vendedores de golosinas y de piezas de unicel para elevar con el viento también se dieron cita en esta jornada que resultó muy buena para los visitantes.
Entre la gente no solo había yucatecos sino visitantes nacionales y extranjeros.
Varias mujeres, en especial extranjeras, lucieron trajes de baño y aprovecharon para tomar sol.
Viento y nubes negras no ahuyentan a los visitantes
Las nubes negras que se veían detrás del malecón no ahuyentaron a los visitantes, solo hicieron que salieran del mar en menor cantidad de personas y que se quedarán sentados en la playa.
Lo que si se sintió fue un aire agradable, “fresquesito”, que obligaba a los bañistas a envolverse en sus toallas de inmediato al salir del agua.
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Lo que menos parecía este domingo es que está a punto de comenzar el invierno y que faltan pocos días para Navidad, más bien parecía de verano por momentos.
Lo único que se podía ver en la orilla eran los juguetes de niños: palas, cubetitas, rastrillos, entre otros, con los que hacían huecos y cargaban arena
Ambiente familiar en el malecón de Progreso
La jornada dominical se caracterizó por ser familiar y con buen ambiente, sin algún altercado hasta las primeras horas de la tarde.
El mar desde el mediodía estaba “picado” pero no fue obstáculo para meterse y en algunos casos darse un revolcón con las olas.
Las gaviotas y los pelícanos también formaron parte del atractivo de la playa y no se escaparon de las fotos y los videos.
Como a las 4 de la tarde comenzó a llover en Progreso.
Ágil tránsito pero pocos sitios para estacionar
El tránsito con dirección al malecón fue fluido, sin necesidad de policías para agilizarlo.
Sin embargo, hallar estacionamiento en áreas destinadas para ello fue difícil y algunos “viene viene” con silbatos llamaban a los conductores.
Aunque en la tarde se sintió un poco de fresco fue agradable y los visitantes se negaban a abandonar la playa.
Los cocos fueron de las bebidas más solicitadas, a un precio de $25 aproximadamente por unidad.