Un niño en una sesión de terapia en la Escuela de Equinoterapia. Ayer se conmemoró el Día Mundial para la Concienciación sobre el Autismo
Un niño en una sesión de terapia en la Escuela de Equinoterapia. Ayer se conmemoró el Día Mundial para la Concienciación sobre el Autismo

TIZIMÍN.— Las redes sociales se plagaron ayer de mensajes alusivos a la conmemoración del Día Mundial para la Concienciación sobre el Autismo, con el fin de sensibilizar a la comunidad promoviendo la inclusión de las personas que están dentro del espectro autista.

Edificios públicos como el Centro de Desarrollo Comunitario y establecimientos del centro de la ciudad se iluminaron de color azul para conmemorar el día.

En Tizimín se tienen registros de niños autistas que son atendidos en la Escuela de Equinoterapia y en el Centro de Atención Múltiple (CAM) “Víctor Cervera Pacheco”.

Al respecto, la psicóloga Roxana Chan Espadas, quien es educadora en el CAM, indicó que los niños y adolescentes autistas reciben atenciones como todos los alumnos con discapacidad, pero con un poco más de énfasis.

Explicó que el trastorno del espectro autista no es una enfermedad, sino una condición neurológica y de desarrollo que comienza en edades tempranas, puede ser desde los 18 meses o incluso a partir de los 2, 3 o 5 años de edad, dependiendo el grado de autismo que diagnostiquen los especialistas.

Entre las características que tiene un niño autista están los problemas en la comunicación y lenguaje, dificultades sociales, ríe sin motivo, el llanto, pataletas, tristeza sin causa aparente, parece sordo, no hace contacto visual.

Asimismo, indica sus necesidades llevando de la mano a otros, aparente insensibilidad al dolor, no siente temor ante peligros reales, conductas motoras repetitivas, hiperactivo o muy pasivo, apego inusual a los objetos, así como la resistencia a los cambios.

Aunque se tiene la idea que es difícil tratar con un niño autista, no es así, solo es cuestión de comprensión y buscar estrategias para entender cómo tratarlos, dijo.

Experiencia familiar

Rubí A.E. es una madre de familia que está aprendiendo a sobrellevar el diagnóstico que le dieron apenas hace 3 meses a su hijo de 5 años.

La joven mamá dice que su experiencia en este corto tiempo ha sido una etapa de adaptación y aceptación de todos los integrantes de la familia, pues desconocían cómo tratar y cuidar al niño.

En este tiempo ha acudido a terapias para adaptarse del rol de madre, lo que considera que no es fácil.

“En ocasiones sentimos que se caen nuestras expectativas, pero aquí lo importante es que los acompañemos y orientemos en las terapias para entenderlos mejor”, exhortó.

Rubí afirmó que poco a poco su familia está aprendiendo y entendiendo acerca del autismo, ya que quieren el desarrollo del niño y que sea incluido en la vida social de los demás niños y adultos.— Wendy Ucán Chan

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