Cada uno de los cinco campeonatos ganados por los Leones de Yucatán ha tenido una historia digna de contarse. El equipo creado en 1954 por un grupo de entusiastas yucatecos ha llegado a casi siete décadas con páginas para recordar siempre.

Los Leones de 1957 que, tres años antes debutaron en la Liga Mexicana, ganaron en una final de película, en un torneo de calendario largo, sin postemporada, en la época que solo había radio y todo era en blanco y negro.

Los de 1984 eran un desastre a mitad de temporada, cuando Carlos Paz se hizo cargo del timón, para, con una novena de desconocidos, izar el banderín tras una postemporada inolvidable.

Lino Rivera dirigió a un puñado de jóvenes ansiosos de gloria, batiendo a gigantes en todo su camino al trono de 2006, en una de las más recordadas de todos los tiempos con el triunfo decisivo en batalla de 14 actos.

Roberto Vizcarra tomó las riendas con un equipo de plantel sólido, en una nueva era, y los hizo ganadores en el primer torneo corto de 2018, y el mismo “Chapo” los rescató cuando el barco se iba a pique en 2022, sorteando obstáculos mayúsculos para un final increíble.

En cada una de estas coronaciones, el Diario ha estado como testigo presencial, siendo el único medio de comunicación de Yucatán que las ha presenciado. Y, en nuestros “Domingos especiales”, hacemos un recuento de parte de esa historia.

De los que hicieron posible la creación de la franquicia en 1954 y los que están a la fecha, pasando por quienes intentaron y, con todos sus esfuerzos no lograron izar el banderín; con jugadores memorables hechos en casa como los Auais, Wílliam Berzunza, Chucho Rejón, Géner Rivero, Juan Carlos León, Juan José Pacho, Oswaldo Morejón, Luis Borges, a los actuales, el recuerdo es grande para quienes han puesto en alto el listón de los Leones en el firmamento de la Liga Mexicana de Béisbol. Y por su enorme legión de fieles seguidores.

Leones de Yucatán levanta en Veracruz su primer cetro (1957)


El sueño de entrar al máximo béisbol de verano nace en la mente de un yucatecolibanés, Humberto Abimerhi Abimerhi, quien convence a Álvaro Ponce Vidiella de ir a la aventura para dar vida a los Leones, en 1954.

Cuatro años duró el trayecto al trono, entre martirio y emociones. Detallamos, aquí, parte de lo vivido, que recientemente recordó para el Diario el historiador Carlos Castillo Barrio, quien era el anunciador oficial (Rodrigo Rodríguez Berzunza era el anotador):

Septiembre 1: La locura. Todos los yucatecos prendidos a sus radios escuchando la transmisión Tigres-Diablos, que era a las once y media de la mañana. En Veracruz era por la tarde. Los gritos de júbilo, la angustia y el temor que nos ahogaba llegó a su fin, cuando los Tigres nuevamente hicieron de la suyas y pasaron por la piedra a los Diablos, 4-1. Pero los Leones no aceptaron que el cetro fuese obra y gracia de los Tigres; no señores, con ayuda de otros no.

La victoria se la llevan 6-5 en medio de un final cardíaco, cuando Veracruz llenó las bases en el inning ocho. Al bate, el inmenso Ángel Castro, quien en el juego de inicio de la serie la había botado con la casa llena, no pudo repetir la hazaña. Joe Nakamura vino al rescate y dominó en rolata a sus manos al sonorense y luego Pedro Montané terminó el suspenso.

 ¡Yucatán era el campeón! Cómo olvidar a la escuadra que nos dio la primera gran satisfacción: “Camaleón” García, Dany Hayling, Pedro Montané, Cuco Toledo, Zacarías Auaís, Julián Ladera, Isaac Seoane, Mike Rodríguez, Orlando Leroux, León Kellman, Joe Nakamura, Pepe Bache, Tata Solís, el “Centavo ” Sentíes, “Cañitas” Moreno, “Mulo” Alvarado, Alberto Calvillo, Chucho Rejón, Olmedo Suárez, “Pata de Loro” Arrieta, el joven Wílliam Berzunza.

“Barriguilla” Rodríguez era manejador y “Strike” Valdez el coach.

De un fracaso casi inminente a la gloria de 1984

La temporada de 1984 parecía una pesadilla para los Leones. No carburaban y el ir y venir de jugadores era una constante.

Pero todo cambió. Llegaron jugadores que luego serían recordados por siempre. Para comenzar, Carlos Paz asumió el timón de mando y fue en parte la batuta del cubano lo que domesticó a unas fieras que, luego, encontraron el sendero. Y fueron imparables.

Dejaron fuera, contra todo pronóstico, a unos Diablos Rojos que comenzaron a sufrir desde casa, iniciando una barrida que se firmó en el Kukulcán. Y luego, contra los Tigres de México, una batalla de gente grande para meterse a la Serie Final, en la que vencieron en seis juegos a los Indios de Ciudad Juárez.

El título del Diario del lunes 20 de agosto reza: “Fin a largo sueño: Yucatán, campeón”. Tuvieron que esperar 27 años las fieras para alzar otra vez el trofeo.

Los melenudos de Romeo Magaña Carrillo, de Carlos Paz, con Pedro Bazán, Dominic Fucci, Fernando Villaescusa, Blas Santana, Géner Rivero, Rich Guerra, Ray Torres, Arturo Defreites y lanzadores como Ken Angulo, Freddie Arroyo, Ernesto Escárrega y Pilar Rodríguez, propiciaron una verdadera locura para tener el Kukulcán lleno con 18 mil almas la noche de la coronación, con una torrencial lluvia que casi suspende el duelo.

Noche de apoteosis para  los yucatecos. 

La de Leones de Yucatán, gran historia derribando titanes (2006)

Decía hace poco Oswaldo Morejón, ahora couch de los Leones, que la diferencia entre los melenudos del campeonato de este año y los monarcas de 2006 era el deseo de triunfo de unos jóvenes que querían comerse al mundo. Morejón era entonces el segunda base y capitán del equipo. Iba, sin duda, lleno de gente joven deseosa de trascender.

En el camino, los Leones enmendaron la ruta de una temporada que no fue fácil. En 2005, año del juego perfecto de Óscar Rivera y la repentina muerte del “Gato” Gastélum, se quedaron cortos. Llegó Lino Rivera al timón y cambiaron muchas cosas, especialmente la mentalidad. Porque siempre será vital creer que se pueden lograr las cosas.

El grupo de jóvenes se rodeó de experimentados y valiosos peloteros, y el deseo ganador del fallecido Gustavo Ricalde Durán para hacer de estos Leones un equipo de milagro.

Pedro Castellano jugó la primera, Héctor Castañeda compartió la receptoría con el “Poc Chuc” Saíd Gutiérrez; Morejón en segunda, Luis Borges en el short, el jovencito Jesse Castillo en tercera, y en los jardines, el “Rayo” Arredondo, Donzell McDonald y Willie Romero, y brazos de Rivera, Salvador Arellano, más José Vargas en los relevos.

La historia se repitió dejando fuera a Diablos y Tigres para llegar a la Serie Final ante los Sultanes, quizá el equipo más fuerte armado en la historia por Monterrey. Los Leones la ganaron de forma increíble en cinco partidos, con increíbles triunfos de Eduardo Salgado y Wílliam Vizcarra, siendo el batazo de Jesse Castillo uno de los momentos más recordados en la historia: un jonrón en la entrada 14 ante Miguel Rubio y llegó el tercer el campeonato para la novena melenuda.

 

La cuarta estrella de los Leones de Yucatán y el inicio de otra era (2018)

La de 2018, en el torneo Primavera, tal vez sea el parteaguas entre las ediciones de los Leones que terminaron en campeonato.

Los selváticos de esa primera temporada, ya bajo la tutela de los hermanos Arellano Hernández, fueron un equipo construido para ganar. Y lo lograron. Primero, teniendo en el timón de mando al piloto más triunfador de los años recientes en México, Roberto Vizcarra, y luego armando una novena que tenía pocas fisuras.

Todo fue rápido porque la Liga Mexicana decidió experimentar con dos torneos y los Leones dominaron el primero ampliamente. Llegaron a la cueva, entre otros, “Pepón” Juárez, Wálter Ibarra, Sebastián Valle, y estaban “Cacao” Valdez y José Juan Aguilar.

En el pitcheo, Chad Gaudin fue el cerrador, y ya estaba aquí Yoanner Negrín. Iniciaba, de esta forma, el andar de una novena que tuvo mucho de sí para reflejarse en la de 2022, con Juárez, Ibarra, Negrín, Valle, “JJ” y, sin duda, el “Chapo” Vizcarra dirigiendo la orquesta. Desde entonces, no cambia el libreto.

Leones de Yucatán, remontadas ante Diablos, primero, y Sultanes para la quinta estrella (2022)

La temporada que parecía destinada al fracaso con Luis Matos, que iba en el laberinto de la mediocridad, encontró finalmente el punto de equilibrio en la postemporada.

Yucatán ganó los 16 partidos que se necesitaban para subir al trono. Sigue doliendo lo vivido en 2021, cuando las fieras perdieron cuatro partidos seguidos ante Tijuana tras ganar los primeros tres de la Serie del Rey, pero la hazaña de 2022 será recordada siempre.

Roberto Vizcarra tuvo mucho que ver para ello. “El Chapo” llegó al timón cuando se iba a la deriva y a como pudieron las fieras sortearon obstáculos: lesiones, enfermedades, malos partidos, pobre pitcheo, poco bateo. Desfile de peloteros, lluvia de jugadores de doble nacionalidad.

Pero encontraron el ritmo en el cierre de temporada. Sin la mejor versión de “Pepón” Juárez, lesionado gran parte del año; con Art Charles entre luz y sombra, como todos. En la postemporada, a batear como locos en Puebla, y a sufrir por un intento de asalto con balazos incluidos en carretera; a dominar gracias al pitcheo ante Tigres, y a comenzar las hazañas ante los Diablos Rojos, a los que les ganaron dos partidos épicos en el infierno: uno, 21-18, viniendo de atrás para remontar una delantera de 18-10, en el Juego 6 que se disputó en dos días, y con vibrante Juego 7 para arrebatarles la batalla a los pingos.

Y luego, ante los Sultanes, también vinieron de atrás. Monterrey tomó gran ventaja 3-2 en el Kukulcán y se fue al Cerro de la Silla pensando en que era todo. Pero los Leones ganaron un increíble Juego 6 con un poco de todo y en el 7, con gran pitcheo de Henderson Álvarez y cinco impulsadas del “Cafecito” Martínez.

No apantallaba nadie el line up, menos ante retahíla de joyas que tenían los Sultanes de Roberto Kelly. Pero será recordado el line up de Obeso, “Pepón”, Charles, “Cafecito”, Adames, Drake, Valle, Fuentes e Ibarra, y los brazos de Henderson, Elián Leyva, Onelki, más los relevos de Negrín, Cervenka, Tovalín y Rondón, entre otros que se quedan en el tintero.

Así llegó la quinta estrella. Cada una tiene una historia para contarse.