Líder, campeón y el más ganador de México y ahora con más ventaja.
El América sufrió, pero pegó cuando se necesitó; los Tigres metieron nervio, estuvieron cerca, pero un error infantil, de esos que definen series, los enterró. Triunfo 3-0 de las Águilas (4-1 global) en el partido de vuelta de la final del Torneo Apertura 2023 de la Liga MX, en un Estadio Azteca a reventar.
Raymundo Fulgencio entró para darle un aire fresco al ataque de los felinos (entró por Diego Lainez) al minuto 75 y cinco minutos más tarde estaba en las regaderas.
Un manotazo a Julián Quiñones fue el punto de quiebre de un duelo que estaba muy parejo, después de un balón al travesaño de un excelso Rafael Carioca.
¿Hay lugar para la polémica? Es cierto que Quiñones desesperó a Fulgencio, pero el manotazo a la cara fue muy claro. Adonai Escobedo expulsó y tras consultar en el VAR confirmó la decisión.
Y de momentos clave como estos están hechas las grandes historias.
El nervio rondaba por el Estadio Azteca. Los Tigres saben sufrir, el campeón iba a caer peleando, buscando alargar el partido tras jugar con uno menos.
Pero Julián, con cierta fortuna, marcó el gol que abrió el mar para las Águilas. Fue un contrarremate al primer minuto del tiempo extra, tras otra buena atajada de Nahuel Guzmán, que después tomó una decisión que sentenció la final del Apertura.
Ya con la necesidad de ir al frente, Carioca perdió un balón, Nahuel salió de forma precipitada en una “contra” del local, detuvo con falta a Quiñones que ya enfilaba hacia territorio tigre y se ganó una segunda amarilla. La primera se la ganó, como no, por un reclamo inútil. Y ni remar contra la corriente, porque con nueve fue imposible siquiera intentarlo.
Richard Sánchez marcó el segundo para las Águilas y Jonathan Rodríguez apareció ya sobre la hora para hacer el tercero.
El yucateco Henry Martín, como es una costumbre, fue titular por las Águilas, jugó los 120 minutos y levantó, ahora como capitán y pieza clave del equipo, su segundo trofeo de campeón con el América.— MIGUEL CALDERÓN