Diego Ventura volvió a demostrar el porqué es una de las principales figuras del rejoneo de la actualidad tras crear una gran obra frente al quinto de la tarde de San Pelayo en la corrida de rejones de la Feria de Abril 2024, octavo festejo de la temporada sevillana.
El rejoneador sevillano cuajó una tarde de mucho nivel en la que, de no ser por el rejón de muerte en su primero, podría haber salido por la Puerta del Príncipe.
Por su parte, Guillermo Hermoso de Mendoza también tuvo una tarde de mucho compromiso, siendo ovacionados en ambos toros tras dos faenas en las que el navarro tuvo que ponerlo absolutamente todo para sacarle provecho a dos animales que se agarraron al piso, condición que solo hizo que Guillermo se creciera en una tarde complicada.
Menos suerte tuvo Sergio Galán, que estuvo voluntarioso frente a un lote que dio pocas opciones de cara al triunfo, luciéndose el madrileño en banderillas y toreando con un estilo clásico.
Ofreciéndole todas la ventajas recibió Diego Ventura al quinto, un animal que tuvo algo más de energía que sus hermanos, permitiendo un gran recibo por parte del rejoneador sevillano, que dejó un único de rejón de castigo. Con “Nómada” ejecutó varios quiebros en tablas para después sacárselo hacia los medios, logrando los mejores pasajes de toda la tarde y metiéndose al público en el bolsillo con varias piruetas en la cara. Ventura mantuvo el tono de la faena con “Lio”, llegándole al toro de punta a punta de la plaza en varias ocasiones para terminar de poner al público en pie. Se terminó de arrebatar Diego Ventura al quitarle las riendas a “Bronce” para lucir y clavar un importante par a dos manos mientras recorre marcha atrás hasta el patio de cuadrilla entre la ovación cerrada de la maestranza. Redondeó la faena Ventura con “Guadiana” con dos banderillas cortas y dos rosas como antesala a un gran rejón de muerte que sirvió para cortar las dos orejas.
Muy torero y con su solera característica recibió Diego Ventura al segundo de la tarde, dejando un único rejón de castigo que fue ovacionado por los tendidos. “Fabuloso” trató de celar la embestida de un animal que no terminaba de fijarse, exponiendo muchísimo en dos quiebros sensacionales. Tuvo que provocar la embestida en la corta distancia para lograr los momentos de mayor lucimiento Ventura, clavando un extraordinario par a dos manos y tres rosas con “Guadiana” en un alarde de maestría. Erró con el rejón de muerte en dos ocasiones, logrando acertar en el tercer intento.
Agitado por el triunfo de Ventura, salió Guillermo a por todas, parando con mucho garbo a un animal de San Pelayo que se fue pronto al piso, pero al que el navarro supo administrar para construir una faena de altura. Cuatro banderillas cortas a dos manos y dos rosas sirvieron como epílogo de una faena de menos a más, rematada con rejón de muerte llegándole al toro desde las tablas que no tuvo el efecto esperado. Con el segundo no le fue mejor, pero en ambos tuvo ovación tras petición.