Lino Rivera Ortiz vio una foto de la galería del Diario donde aparecen dos mánagers campeones de los Leones de Yucatán. Uno, él; y otro, Carlos Paz González, recordado timonel cubano fallecido el miércoles en Mérida.
“¡Cuánto pesar!”, dijo el mánager puertorriqueño por medio de una plática en redes sociales, tras enterarse del deceso del cubano, de quien, dijo, guardaba muchos recuerdos. La imagen que se señala muestra a Paz y a Lino con la gorra al pecho, durante la entonación del Himno Nacional Mexicano, en la inauguración de la temporada 2008 en el Kukulcán.
Imposible evitar su clásica expresión de “uyyyy”.
Y contó algunos recuerdos, igual que hicieron decenas de personas sobre el que guiara a los Leones al campeonato en 1984.
En su rápido velatorio en una funeraria de la Avenida Itzaes salieron anécdotas y muchas historias.
Un Padre Nuestro despidió al nativo de Regla, Cuba, ante un puñado de amigos que le acompañaron en el último momento.
Paz fue vestido con su querida franela número 17, y la gorra de los Leones.
Lino, desde su natal Puerto Rico, igual que Plinio Escalante, Alfredo Bolio y Aurelio Canales, recordaron a Paz González.
En la plática, Lino contó: “Cuando llegué a Mérida y comencé a buscar la historia de los Leones, Carlos Paz llenaba todos los parámetros de un grande. Lo hizo todo por el equipo que amaba”, relata.
“Cuando escribí una de las mejores épocas de los Leones, junto a don Gustavo (Ricalde Durán, entonces propietario), Plinio, el ingeniero (Wílbert) Valle, el ‘Coronel’ (Leonel) Aldama, Roberto Pérez, Raúl Ortega y ustedes los medios, con el Diario siempre siguiéndonos, que fueron parte de esa bella historia. Me sentí que de alguna forma era comparado con él y querido igual y eso me hacía sentir muy bien”, expresó sobre Paz González.
Carlos Paz hizo campeones a los Leones en 1984 y Lino coronó a las fieras en 2006, con equipos muy parecidos: sin nombres, pero con hombres, y batiendo a Diablos y a Tigres, como con Paz hace 41 años, y luego a los Sultanes en la gran final. Los modestos que trascendieron y hasta hoy se les reconoce.
“Él, siempre orgulloso. A veces te hacía ver que él era el número uno, pero yo siempre igual lo he sentido así: el número uno él, y yo número dos, tres, cuatro, jajaja… es lo de menos”, destacó. “Tengo tanto y tantas anécdotas con él. Una vez estábamos desayunando el ‘Coronel’, Carlos y yo. Recuerdo que el ‘Coronel’ le decía ‘Asere (modismo cubano para señalar a un amigo), tú eras bueno, pero con Lino se cayó la sopa’”, agregó.
Lino, como Paz, hablaban siempre de la forma en que ayudaron a sus equipos a superar adversidades.
El fallecido antillano mencionaba lo especial de ese club de 1984, y Lino recordó un texto publicado en el Diario en 2016, en el décimo aniversario de la coronación de sus Leones: “Le hacía falta un valiente, alguien que creyera y luchara por ellos. Llegué yo, armamos un gran núcleo. Y le dieron luz a mi carrera”. Sigue el texto: “No tengo palabras, pero sí los recuerdos. Son tantos. Nunca podré pagarle a mi Dios el llevarme a una ciudad que amo (Mérida), desde don Gustavo hasta el último aficionado de los pueblitos de Yucatán”.
Y Paz se refería más o menos igual a los de 1984: “Este equipo tenía algo especial”. Unido como familia. A Carlos Paz le honrarán hoy en el Parque Kukulcán con una misa de cenizas a las 11 horas, con puertas abiertas para los aficionados. Seguramente su foto con el uniforme de los Leones, el número 17, estará frente a la urna.
