Página editorial de Diario de Yucatán

Por quien entienda que un país, un estado, una ciudad… no es un conglomerado de gente que persigue exclusivamente causas particulares.

Por alguien que entienda que un país, un estado, una ciudad… es un conjunto de intereses individuales que se suman para alcanzar un bien supremo: el beneficio conjunto, el bienestar común.

Por alguien que nos quite o impida que nos asalte una sensación ciudadana de amargura, desconfianza, de vida en ruinas, de hundimiento, a pesar del esfuerzo cotidiano.

Por quien entienda que cada integrante del equipo llamado país, estado y ciudad debe jugar el papel que le corresponde con responsabilidad.

Por quien entienda que cada elemento de ese equipo debe contar con las mejores herramientas para dar su mejor versión por el prójimo: maestras, enfermeros, mineros, doctores…

Por quien entienda que ejercer cualquier oficio entre balas no es cosa normal.

Por alguien que entienda que una oposición fuerte y responsable fortalece al país, no una taimada y agachona.

Por quien sea consciente y dé la confianza de que, cuando llegue al poder, lo ejercerá con responsabilidad y valentía.

Por alguien que no se dedique a culpar a los demás de su incompetencia.

Por alguien que esté a favor del “cómo sí”, no del “por qué no” cuando se trate de temas de interés común.

Por alguien que se dedique a crear oportunidades, no a construir villanos.

Por quien se rodee de un equipo profesional y eficiente, que no anteponga la sumision y genuflexión a las necesidades nacionales, estatales y municipales.

Por alguien que no le dé importancia a cuál será su lugar en la historia.

Por quien entienda que el lugar en la historia no se lo pone uno mismo, sino el tiempo, el pueblo y la historia misma.

Por quien entienda que la historia carece de importancia frente a las necesidades del presente.

Por quien defienda, promueva y ejerza cabal y permanentemente la división de poderes, lo mismo horizontal (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) que vertical (Federación, estados y municipios).

Por quien, en el futuro, nos haga pensar que no cometimos un error en el 2024.

Por quien nos despierte un dejo de orgullo y no una punzada de indignación cuando veamos las viejas fotos del 2024.

Por quien agigante el papel de México en el plano internacional, no lo empequeñezca.

Por quien no mienta, no robe, no traicione.

Por quien no pregone lo que no cumple.

Por quien predique con el ejemplo.

Por quien vea a las víctimas en el pueblo, no en el espejo.

Por quien vea la política como negociación, no como aniquilación del contrario.

Por quien sepa reír, pero no de las desgracias del pueblo ni de las masacres.

Por quien vea la política como labor de servicio, no a su servicio.

Por quien, una vez en el poder, deje de pensar electoralmente.

Por quien vea al gobierno no como un “ogro filantrópico” (Paz dixit), sino como el generador de condiciones para el bienestar y progreso del pueblo.

Por quien vea en el pueblo a un grupo de personas pensantes.

Por quien una a los mexicanos, no los separe.

Por quien entienda que “cuando un pueblo, una raza, una nación desaparece no es por aniquilamiento, es por desunión” (Unamuno dixit).

Mi voto será por quien se aproxime a este anhelo de país y de comportamiento político, sin importar los colores que represente.

Estoy seguro que no hay candidata o candidato que cumpla todos estos anhelos. Por eso lo haré “por quien se aproxime”.— Mérida, Yucatán.

olegario.moguel@megamedia.com.mx

@olegariomoguel

Director de Medios Tradicionales de Grupo Megamedia

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