Juan Pablo Escobar, quien cambió su nombre a Sebastián Marroquín, durante la conferencia que impartió en el Congreso Gente Nueva, ayer
Juan Pablo Escobar, quien cambió su nombre a Sebastián Marroquín, durante la conferencia que impartió en el Congreso Gente Nueva, ayer

Con un mensaje contundente sobre que “ser bueno es mejor negocio”, ayer participó Juan Pablo Escobar hijo en el Congreso Gente Nueva, organizado por la Universidad Anáhuac Mayab y en el que el hijo de uno de los más famosos narcotraficantes del mundo habló de cómo era su vida y lo que ha tenido que hacer para tratar de aliviar el dolor que su padre le causó a numerosas familias.

Como se sabe Juan Pablo Escobar, quien se cambió el nombre a Sebastián Marroquín para tratar de llevar una vida lo más normal posible y no tener tantos problemas al realizar trámites burocráticos, ha sido uno de los más duros críticos al actuar de su padre, cuya actividad delictiva generó muchas muertes.

Ante un auditorio lleno de jóvenes en La Isla Mérida, el arquitecto, diseñador industrial y conferenciante compartió su sentir respecto a cómo fue ser hijo de Pablo Escobar y el porqué decidió llevar una vida opuesta a la de su padre.

En 2008 escribió una carta para los hijos de varias víctimas del narcotraficante, pidiendo perdón en su nombre y compartió con la audiencia algunos de las reacciones que tuvieron los hijos de los políticos asesinados a quienes se dirigió y que vieron con agrado el gesto.

—Muchos me dijeron que estaba loco por pedir disculpas, que me iban a hacer algo, pero los hermanos Galán y Lara aceptaron mis disculpas.

Dijo que esos jóvenes siguieron el camino de sus padres en la política, porque eran dignas de ser imitadas las vidas de sus padres.

El ponente expresó su deseo de construir en el barrio que lleva el nombre de su padre algo que recuerde a Rodrigo Lara Bonilla, el ministro de justicia de Colombia a quien su padre mandó asesinar, para que se genere conciencia y los turistas que lleguen ahí puedan conocer las historias verdaderas.

A la fecha ha contactado, hablado y pedido perdón a 150 familias que sufrieron violencia por los actos de Pablo Escobar.

Juan Pablo Escobar hijo recordó que su padre mandó asesinar a todos los policías de Medellín, solo ocho quedaron con vida y más de 500 fueron asesinados.

Un día, contó, se encontró con expolicía de nombre Carlos Palau que sufrió a manos de su padre, le vio con miedo y temblaba ante él, admitió que quería matarlo a él y a su padre por todo el sufrimiento que le había generado. “Ahora sé que usted es un hombre bueno”, le expresó.

Luego Palau se dirigió a su auto, Sebastián temió por su vida pensando que iba por una pistola, pero lo que hizo fue tomar una fotografía en la que se podía ver a 103 policías; entonces le dijo que solamente tres de todos ellos estaban vivos.

Hay que ser buenos

Escobar hijo pidió evitar la violencia, el terror, el miedo, la desazón y la desgracia que el narcotráfico lleva a las ciudades, por ello invitó a los jóvenes a ser buenos, pues es un mejor negocio.

En su caso, apuntó que Dios lo ayudó a cambiar su vida. En su adolescencia pudo ver cómo socios y amigos de su padre querían imitar sus pasos, pero era como sucede con los mosquitos cuando se estrellan contra el parabrisas de un auto, “pensaban que no les iba a tocar, pero todos cayeron”.

Se dijo respetuoso de los asuntos internos de cada país, pero expresó a título personal que debería darse la regularización de las sustancias, pues es con educación como se puede frenar las drogas, no con ataques, guerras o métodos que por décadas han continuado sin dar resultados.

El conferenciante exhortó a los jóvenes a esforzarse, hacer equipo con sus compañeros y trabajar para ser mejores personas, pues ése es el camino que lleva a la paz y al futuro que se está construyendo en el país.— IRIS CEBALLOS ALVARADO