Monseñor Mario Medina Balam, obispo auxiliar, al dar su homilía en la misa de Fieles Difuntos, ayer
Monseñor Mario Medina Balam, obispo auxiliar, al dar su homilía en la misa de Fieles Difuntos, ayer

Más de 2,000 personas asistieron la mañana de ayer a la misa de Fieles Difuntos en el Cementerio de Xoclán.

El obispo auxiliar monseñor Mario Medina Balam, junto con el sacerdote Alberto Antonio Tamayo Loeza y el diácono Ángel Barahona Zapata, celebró la misa, en la que invitó a la comunidad a no solo rezar por sus familiares sino también por toda persona que ha fallecido en situaciones críticas por los acontecimientos que se suscitan en el mundo.

“Oremos por los que han fallecido por causa del huracán ‘Otis’, los que han fallecido en la guerra de Israel y el grupo Hamás, por quienes han fallecido en la guerra entre Rusia y Ucrania, por quienes han fallecido de manera violenta en nuestro país y en el mundo”, dijo.

“El mes de noviembre, y especialmente el día 2, es propicio para recordar a nuestros fieles difuntos, hay muchas maneras, por ejemplo los altares de ofrendas, que a veces se convierten solo en folclor en algunos lugares pero que tienen su origen en la fe; también se visitan los panteones, se reza en familia, se reza por ellos”, declaró.

En la homilía explicó que la muerte no es el fin sino que es el paso a la vida eterna.

“En estos días unos creen que los muertos vienen de visita y se les recibe con comida y ofrendas, otros hacen memoria de los momentos que pasaron con sus seres queridos; son días de comunión, reconciliación y oración para pedir que nos perdonen y también los perdonamos”, compartió.

“Hay una vida más allá de la muerte, así no los recuerda San Pablo: si creemos, Jesús Dios nos llevará con él y así estaremos siempre con el Señor, que eso resuene en nuestra memoria”, expresó.

Para finalizar, indicó que “al morir se nace a la vida nueva que nos permite amar y conocer sin los límites que nos da la vida eterna, por eso al pensar en nuestros difuntos seres queridos no no nos preocupemos por la forma en la que murieron, ni sigamos cargando el peso de la preocupación porque a lo mejor no nos dio tiempo para despedirnos o de reconciliarnos, no nos preocupemos por ello porque todavía podemos despedirnos, pedir perdón, solo basta abrir el corazón a la oración y ponernos en comunión con ellos en Cristo Jesús”.— VANESSA ARGÁEZ CASTILLA

Noticias de Mérida, Yucatán, México y el Mundo, además de análisis y artículos editoriales, publicados en la edición impresa de Diario de Yucatán