• Integrantes de la compañía yucateca de danza española A su Paso, durante su participación en el Mérida Fest
  • Los saltos forman parte de la danza española, cuyo folclor y estilos van más allá de sólo el flamenco
  • La bailaora Sihan Charruf, maestra de danza española y parte de A su Paso

Uno pensaría que el flamenco es sólo de España. Ahí surgió y se desarrolló, pero se baila en todo el mundo. Además, la flamenca es tan sólo una de las cuatro escuelas de danza española, los otros tres estilos son: la Escuela folclórica o regional, la Escuela bolera y la Escuela estilizada. Y en Yucatán se bailan las cuatro.

La bailaora yucateca Sihan Charruf explica que el folclor incluye danzas de diferentes zonas de España, como la jota. Se baila en alpargatas o zapatillas de ballet suaves, falda larga con crinolina y en general muy cubiertas porque se baila en zonas frías de España.

La Escuela bolera también se baila en zapatillas suaves, falda larga vaporosa porque hay muchos saltos y batidos, y leotardos de manga larga para permitir el movimiento. Tiene mucha castañuela y se está viendo mucho en los tablados porque “es muy hermosa”.

La Escuela flamenca tiene mucha pasión, zapateado y braceo. Hay diferentes estilos de vestuario, se están usando, por ejemplo, las faldas más pegadas al cuerpo, muchos olanes, flecos, blusas, mantones y mantillas, y los hombres bailan con pantalón y chaleco.

La Escuela estilizada se diferencia mucho del flamenco porque es muy similar al ballet, hay piernas altas y mucha técnica de danza clásica. “El flamenco es más a tierra, con mucho zapateado. La Escuela estilizada es elegante, hermosa”. Charruf dice que se baila con bata de cola y vestidos vaporosos con muchas flores y lunares.

Sihan Charruf, directora de Musa Estudio, comenzó su formación en danza española hace veinte años con Giovanna Mézquita, que dirigía el grupo de bailaoras de la Casa de España; con Raúl Salcedo y “La Comino”; en Querétaro, en ProArt, y se sigue preparando mediante cursos y talleres porque “este tipo de danza es muy vasta”.

Forma parte de A su Paso, Compañía de Danza Española y Flamenco, que dirigen las bailaoras yucatecas Sandra Tinal y Piedad Sosa.

No son iguales

Sandra Tinal, directora de Yerbabuena Studio de Umán, donde ensaya A su Paso y se dan clases de danza española, explica que el flamenco y la danza española son dos cosas distintas, pues el flamenco tiene influencia de otras culturas.

Piedad Sosa, docente de danza española en el Centro Estatal de Bellas Artes, coincide.

“El flamenco era de los gitanos que, como nómadas que eran, hace siglos empezaron a recoger elementos de cada cultura. Hace como dos años leí el ranking mundial de dónde hay más flamenco: primero está España, luego Japón y en tercer lugar México”, revela.

Sandra Tinal considera que el flamenco aún es joven en Yucatán, pero que cada día surgen más maestras y gente interesada en aprender esta danza.

Cuenta que la danza española era su destino. Fue al ver un zapateado español en un carnaval que sintió una vibración que nunca olvidó. Estudió danza española en Bellas Artes, donde coincidió con Piedad Sosa, y continuó su formación en otras partes de México y el extranjero.

Su primer curso fuera de Mérida lo tomó a los 15 años y se le abrió un panorama enorme, “tengo 17 años estudiando, viajando, me enamoré de la danza española”.

Sandra estudió en Granada, con una beca, y en Madrid.

“Tenía 21 años, a 11 años de distancia me doy cuenta de lo niña que era, pasé muchas dificultades, a veces tenía que elegir entre una buena comida o tomar una semana de clases”.

Piedad tomó su primer curso con Sandra, en 2007, gracias a que la maestra de ambas, Gloria Martínez, las llevó a un encuentro en Querétaro.

“Al principio, había puros maestros españoles. Luego fueron surgiendo bailaores y maestros mexicanos, fue una agradable sorpresa verlos”.

Sería la única

En Yerbabuna actualmente hay unas veinte alumnas de danza española, “no sé si hay otras academias de danza española y flamenco en interior del Estado”, dice Sandra Tinal.

“En mi estudio Yerbabuena ensaya la compañía A su Paso, que en su mayoría la conformamos umanenses; somos siete, incluyéndome a mí y a Piedad Sosa, codirectoras del grupo, y a Sihan Charruf, directora de Musa Producciones”.

“No somos la primera compañía yucateca de danza española pero sí la primera con trabajo en Yucatán, en la escena local de forma regular; llevamos casi tres años con el proyecto de A su Paso, en el que nos acompañan músicos como Gustavo Bacab, egresado de guitarra clásica del CEBA”.

Sandra considera que no porque un espectáculo flamenco sea yucateco o mexicano no va a tener calidad, “hay que valorar el trabajo de los artistas locales que han viajado, que han salido a prepararse para ofrecer un producto de calidad, y tanto Yerbabuena Studio como la compañía A su Paso son yucatecos”.

Piedad Sosa coincide en que hay muchos prejuicios en la danza española, pues los puristas dicen que el flamenco sólo un gitano lo puede interpretar, pero “hay mexicanos bailando flamenco que los propios gitanos dicen olé!”.

Considera que desde que el flamenco se elevó a patrimonio cultural inmaterial empezó a tener más importancia, pero en Mérida falta darse a conocer más, mediante la enseñanza o espectáculos.

“Hemos tenido pequeñas temporadas con A su Paso en el restaurante Bikiak, fuera de eso, los artistas flamencos tenemos que esperar a que nos llamen y salir a ofrecer nuestra danza”.

Una ventaja de la danza española, sobre todo el flamenco, opina Piedad Sosa, es que se puede aprender a cualquier edad, “hay bailaores de 40, 50, 60 años y a veces solo un movimiento sencillo y pequeño que transmita mucho ya es arte, pero también necesitas coordinación”.

En Yerbabuna hay talleres para adultos, que comenzaron en Mérida con Península Flamenca en 2012 y siguieron en el CEBA, donde Piedad da clases.

“Si tienes buen oído y puedes zapatear, entras, aunque no sepas bailar, todos podemos expresar emociones a través de la danza. Es una realidad que es más difícil ser profesional cuando empiezas grande, pero seguro hay casos de bailaores superprofesionales que empezaron no tan jóvenes. En el caso del flamenco impactas con un gesto o una mirada, sin hacer tanto zapateado, el flamenco es generoso, llegues a ser profesional o no”.

En España no tiene apoyo

Mercy Santana es bailaora aficionada de flamenco. Reside en Canarias, España, donde dice que hay poco apoyo para los artistas que bailan este arte.

“El flamenco es de Andalucía, del sur de España, de Cádiz, Sevilla, Huelva, Málaga… Nosotros estamos en Canarias y no tenemos flamenco, tenemos folclore canario, la folía, la malagueña… pero nos gustan las sevillanas y el flamenco”.

“En España da pena porque no hay subvenciones para bailaores y cantaores, y el flamenco se va perdiendo. En Canarias hay profesores buenos que no tienen apoyo, no pueden vivir de eso, se van a otros lugares por falta de trabajo”, admite.

En su caso, como ella hay muchas amas de casa aficionadas al flamenco que bailan en los festivales de fin de cursos de sus escuelas, como en muchas academias de danza. “Bailamos también en ferias que poco a poco han ido desapareciendo”.

Para más informes de dónde tomar clases de danza española en Yucatán, contacte a Yerbabuena Studio, al Centro Estatal de Bellas Artes, Musa Producciones o busque en redes sociales a Piedad Sosa, Sihan Charruf y Sandra Tinal.— PATRICIA GARMA MONTES DE OCA

Hay cuatro escuelas de danza española: la folclórica o regional, la bolera, la flamenca y la estilizada. Y en Yucatán se conocen y bailan las cuatro

Hay que valorar el trabajo de los artistas locales que han viajado, han salido a prepararse para ofrecer un producto de calidad, y tanto Yerbabuena como A su paso son yucatecos