• Sobre estas líneas, el señor Roger Gómez Chimal ante el cabús que se exhibe en el museo dedicado a los ferrocarriles que él mismo habilitó en un predio de la carretera a Conkal. A la izquierda, objetos rescatados del trabajo en los trenes
  • El museo abre previa cita

Apasionado de los trenes desde su infancia, debido a los antecedentes familiares de trabajo en los ferrocarriles, Roger Gómez Chimal vive de jubilado un sueño: además de tener cientos de anécdotas acumuladas sobre su antiguo empleo, es propietario de un museo —ubicado en la carretera a Conkal— en el cual da a conocer la historia de los trenes de Yucatán.

Desde muy joven desempeñó varios cargos en los ferrocarriles hasta llegar a ser maquinista. La pasión por su trabajo lo llevó a recolectar objetos y documentos que ahora forman parte de la Historia.

“Esto es un proyecto familiar”, explica Gómez Chimal a Diario de Yucatán. “Venía con mis nietos y mis hijos a limpiar el monte, compramos escombro y entre todos comenzamos (a hacer el museo)”.

“El ferrocarril es como un cáncer que se mete, en vez de dar dolor da satisfacción”, opina. “Mi abuelo fue ferrocarrilero, manejó las máquinas de vapor; mi papá heredó ese gusto, luego mis tíos desde que estaba chavito me llevaban a recorrer todas las vías, así que se me metió en la sangre y todas las partes de mi cuerpo”, dice.

Terminé la escuela a los 19 años y quise entrar a los ferrocarriles. Entré en (el área de) desmantelamiento de equipo, posteriormente como garrotero. Me enrolé con amigos a los que les gustaban los trenes y empecé a investigar, en esa época no había museo ni dónde checar nada, toqué muchas puertas, no todas se abrieron. Cuando fui delegado del sindicato de ferrocarrileros dije que quería hacer una exposición, así empezamos a investigar en el año 1980”, indica.

Historia de los trenes en Yucatán

Con el objetivo de que la historia de los trenes en Yucatán no se pierda, con el apoyo de su esposa, hijos y nietos fue habilitando el espacio, al que llevó un cabús que compró en 1984.

“Muchas de estas cosas si no las recolecto ya estarían en la basura. Me siento orgulloso ser yucateco y conservar esta historia”.

“Hay locomotoras a escala que cuestan $3,000, entre las modernas hay de hasta $5,000. En casa me decían: ‘Aquí necesitamos una tele, una lavadora’. Yo decía: que me dejen vivir mi vida, cuando yo me vaya los vendes, mientras ya los disfruté”.

Testigo de los trenes a Disney

Gómez Chimal fue testigo de negociaciones de directivos de Disney para llevarse algunas locomotoras. “A finales de los (años) 60 estaba de gerente don Gelasio Luna, él decía que no se puede administrar con el corazón, tiene que ser con el cerebro. Se encontró con que las (locomotoras) de vapor estaban muy deterioradas, él quería de diésel, entonces vino gente de Disney, él optó por venderlas. Se las llevaron a Orlando y son las que están en los parques”, revela.

Compartir sus experiencias lo acerca a su historia familiar. En el museo hay un mural dedicado a su padre Don Tolín y admite que algún día se subirá al mismo vagón que él para seguir su viaje.

“Mi papá no ha muerto, subió de nivel y me está esperando en la próxima estación”, manifiesta.

“Mucha gente desconoce la historia de los trenes, nosotros le damos la oportunidad de que la escuchen”.

Para mí el ferrocarril no era solo un trabajo, era una pasión, pasaba el tiempo sin darme cuenta porque hacía lo que me gustaba. Seguiré siendo ferrocarrilero hasta que me muera, sueño que estoy trabajando, amo el ferrocarril y a quienes quieran saber más de su historia en Yucatán aquí estamos”.

El museo de Roger Gómez Chimal recibe visitantes, previa cita, de lunes a viernes. Más informes al teléfono 9992-56-52-13.

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