Siete años después de publicar Piélago, su primer libro, Irma Torregrosa regresa a las librerías con Lugar de taxidermia, un poemario que nació a partir de su interés en la conservación o el concepto de conservar.
El libro, que es el primero que publica la editorial Esdrújula, se presentará en la Feria Internacional de la Lectura Yucatán (Filey) el próximo martes 12, a las 7:30 de la noche, en la sala A del Hampton Inn, una de las sedes de la feria, que se inaugurará mañana.
En entrevista con el Diario, la joven escritora, ganadora del Premio Hispanoamericano de Poesía San Román 2017, recuerda que cuando vivió en Ciudad de México solía visitar museos, lo que le ayudó a darse cuenta que la idea científica de la conservación es equiparable a la experiencia cotidiana de conservar cosas.
“Por ejemplo, tomar fotografías es una manera de hacer conservación, conservar o guardar objetos de personas que queríamos o ya no están con nosotros, nuestra vida es similar a ese proceso museográfico de preparar el cuerpo de un animal, y una de las cosas que más me llama la atención es precisamente que la taxidermia, como proceso de conservación, simula vida”.
A partir de sus visitas a los museos, de las experiencias de algunas personas y de ella misma cuando vivió en la capital del país, en 2017 comenzó a escribir el libro, pero antes, señala, tuvo que hacer mucha investigación, leer manuales sobre taxidermia y conocer cómo los museos curan y ordenan sus colecciones. Irma finalmente lo terminó en 2022, pero es ahora que se publica a partir de su amistad con David Loría, director de Esdrújula.
Lugar de taxidermia, explica Irma, está pensado para recrear un recorrido museográfico. Está dividido en tres partes, como si cada una fuera una sala de museo.
La primera parte aborda experiencias que tienen que ver con la muerte y los animales, o cosas insertas en la cotidianidad que pareciera que no tiene lógica, como las plantas que crecen en los techos. La segunda tiene que ver, de alguna manera, con la curaduría museográfica, simulando las descripciones o cédulas de los museos. “En esta parte se reflexiona sobre por qué los humanos conservamos cosas”.
La última, que de hecho se titula igual que el libro, es como llegar a la sala principal, con mucha más emotividad. “Es una experiencia con una visión cercana a lo cotidiano, pero más cercana a las cosas que como adultos hacemos para conservar y engañarnos a nosotros mismos diciendo: ‘Esto todavía está vivo’”.
Irma Torregrosa, quien en 2020 ganó el Premio Estatal de Poesía “Tiempos de escritura”, dice que durante el proceso le llamó mucho la atención todo lo que hay detrás de un animal disecado. “Luego vino un proceso de introspección más fuerte porque tenía que hacer el cruce con la vida y las experiencias mías y de otras personas, fue como caer en cuenta de que las personas somos más emocionales de lo que aparentamos ser”.
De sus poemas, los que más le movieron sus emociones son los que tienen que ver con su abuela.
“Mi abuela es una de las personas más importante de mi vida, si yo me acerqué a la literatura fue por ella, y en mis dos libros aparece como una figura simbólica muy importante”.
En la presentación, la autora estará acompañada del editor y sus colegas Marijose Romero Alonso y José Castillo Baeza.— IVÁN CANUL EK