Blanca García Gutiérrez, Elvia Lízbeth Cortés López, Rosa Lízbet Altamirano Miranda, Tadeo Liceaga Carrasco y Martha Ortega Soto en el IX Congreso de Historiadores en Ciencias y Humanidades, celebrado ayer
Blanca García Gutiérrez, Elvia Lízbeth Cortés López, Rosa Lízbet Altamirano Miranda, Tadeo Liceaga Carrasco y Martha Ortega Soto en el IX Congreso de Historiadores en Ciencias y Humanidades, celebrado ayer

Maximiliano de Habsburgo y Carlota llegaron en 1864 a México, lo que marcó el inicio del Segundo Imperio. Su barco, el Novara, desembarcó en Veracruz y de ahí se dirigieron a la capital.

Al año siguiente Carlota viajó a Yucatán en respuesta a dos intereses: la política expansionista de la época y el deseo de Maximiliano de crear su propio imperio en América Central, al no ser él quien heredaría la corona del imperio austrohúngaro.

Ayer, las incidencias de esa visita fueron abordadas por Blanca García Gutiérrez en la ponencia “El viaje imperial de Maximiliano y Carlota a México en 1865: Impresiones de sus travesías en Veracruz, Querétaro y otros lugares del país”.

La investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Iztapalapa, junto con su colega Elvia Lizbeth Cortés López, tomó parte en el IX Congreso de Historiadores en Ciencias y Humanidades, en el auditorio “Manuel Cepeda Peraza” del edificio central de la Universidad Autónoma de Yuycatán (Uady).

Según explicó la conferenciante, en su travesía Carlota fue acompañada por el ministro de Relaciones Exteriores de México, José Fernando Ramírez, y una comitiva, con los que recorrió escuelas, conventos y hospicios de Yucatán.

Elvia Cortés indicó que la llegada de la emperatriz tenía un fin específico: “Determinar si el territorio yucateco era viable para facilitar el enlace para la expansión del imperio”.

Las expositoras apuntaron que a través del viaje de la esposa de Maximiliano “se puede conocer la situación política, económica y social” en Yucatán y de otros lugares del país visitados.

Los relatos de la época describen el temperamento de los yucatecos, cómo veían a la monarquía y las impresiones que Carlota se llevó de la población local.

Para las ponentes, las crónicas de los viajes de europeos, como el de Carlota en Yucatán, “dejan un testimonio que nos permite reconstruir el entorno natural, las zonas arqueológicas, las haciendas, los pueblos, la gente y las tradiciones del territorio mexicano y el yucateco en el siglo XIX”.

Blanca García destacó la participación de José Fernando Ramírez, pues estuvo involucrado en las exploraciones de zonas arqueológicas como Uxmal y por el recorrido de la emperatriz se impulsó la investigación de la cultura originaria.

En la jornada también se escucharon ponencias de Ana Margarita Ramírez Sánchez, Tadeo Liceaga Carrasco, Martha Ortega Soto y Rosa Lízbeth Altamirano Miranda.