El padre Héctor Cárdenas Ángulo (al micrófono) presenta a monseñor Mario Medina Balam
El padre Héctor Cárdenas Ángulo (al micrófono) presenta a monseñor Mario Medina Balam

“Uno de los grandes desafíos de la vida cristiana es acercarse a ofrecer perdón a Dios porque implica valentía y humildad para reconocer que me he equivocado”, expresó el obispo auxiliar monseñor Mario Medina Balam.

Recibir el perdón del Santo Padre “implica la voluntad de dejar que haga su obra de sanación, de restauración y de renovación a mi persona”, añadió en la meditación que ofreció ayer a más de un centenar de jóvenes que participa en la Pascua Juvenil Universitaria del Grupo Apostólico Omega, que se realiza en el Seminario Menor “San Felipe de Jesús”.

Y es que “regresar a la casa del padre Dios, a la dignidad de hijo, significa estar dispuesto a dejarse cambiar para ser personas nuevas”.

“No se trata de un trabajo de superación personal sino de un camino de conversión para dejar que la gracia de Dios pueda ir sanando las heridas”, continuó.

Para ser nuevamente un hijo en la casa del Padre Dios “hay que seguir a Jesús como modelo, Él es quien nos muestra cómo ser hijos”, añadió el obispo, quien estuvo acompañado por el padre Héctor Cárdenas Angulo, asesor de Omega.

Señaló que la parábola del hijo pródigo es una historia de redención, de perdón y de amor incondicional de Dios. “Nos recuerda que sin importar cuán lejos nos hayamos retirado de Dios, siempre podemos volver a él, con arrepentimiento sincero y ser recibidos con amor y misericordia”.

“Esta parábola es una invitación a revisar nuestra propia vida para ver qué tan lejos estamos de la casa del padre Dios y recordar que su amor es tan grande e inquebrantable que podamos volver a él con confianza como el hijo pródigo”.

El prelado meditó y reflexionó con los jóvenes entorno a esta parábola.

“El sacramento de la reconciliación fue dado por el mismo Jesús cuando ya resucitado le dijo a sus apóstoles: reciban el Espíritu Santo; a quienes les perdone los pecados los quedará perdonados, a quienes los retengan, se les quedará retenidos”.

“Es Dios mismo quien nos perdona a través de la persona del sacerdote que actúa como instrumento. Atrévete a levantarte y a volver a Jesús, a volver al padre Dios”, exhortó.

La jornada de la tradicional Pascua incluyó un rally de juegos y divertidas actividades. El programa congrega a 150 jóvenes y concluirá mañana con la conmemoración de la Resurrección de Cristo.— CLAUDIA SIERRA MEDINA

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