Mientras vemos esta presentación, una o dos personas en el mundo están tomando la decisión de suicidarse, sentenció Eduardo Saavedra Luna, jefe del departamento de Prevención del Suicidio en Yucatán, quien añadió que cada año más de 703 mil personas se quitan la vida, lo que corresponde a una muerte cada 40 segundos.
Y es que el suicidio es un problema de salud pública importante pero a menudo descuidado, rodeado de estigmas y mitos, afirmó.
El funcionario estatal participó ayer en la V Jornada Regional de Prevención del Suicidio a la que convocó el Cephcis de la UNAM, con el tema “¿Es posible prevenir la muerte por suicidio?”.
Una tragedia comunitaria
Apuntó que cada caso es una tragedia que afecta gravemente no solo al individuo sino también a sus familias y las comunidades.
Puntualizó que las organizaciones Mundial y Panamericana de la Salud definen el suicidio como el acto de quitarse la vida deliberadamente, iniciado y realizado por la persona con pleno conocimiento o la expectativa de un resultado fatal.
Añadió que hay quienes lo definen como la muerte resultante del comportamiento autoinfligido perjudicial.
Explicó que otros miden el grado de letalidad de la conducta suicida tomando en cuenta con qué método se intentó darse muerte, lo cual considera que es un error, pues solo se debe considerar el acto suicida.
Factores protectores y factores de riesgo del suicidio
El especialista habló de los factores protectores del riesgo suicida, como el apoyo de familiares, amigos y otras personas cercanas; creencias religiosas, culturales y étnicas; participación en la comunidad e integración social; acceso a servicio y asistencia de salud mental.
En contraparte, los factores de riesgo pueden ser el bajo nivel socioeconómico y educativo, el desempleo, la tensión social y familiar, la falla en los sistemas de apoyo, el abuso físico y sexual, las pérdidas personales, la patología psiquiátrica, la desesperanza, los problemas de orientación sexual, los trastornos de personalidad, la falta de control de los impulsos y los comportamientos autodestructivos, poca capacidad para afrontar problemas, la enfermedad física y el dolor crónico, la exposición al suicidio de otras personas, y el acceso a medios para hacerse daño.
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Saavedra Luna indicó que, de acuerdo con cálculos de la OMS, cada año pierden la vida más personas por suicidio que por VIH, paludismo o cáncer de mama, e incluso por guerras y homicidios.
Entre las personas de 15 a 29 años, el suicidio es la cuarta causa principal de muerte, por detrás de los traumatismos de tránsito, la tuberculosis y la violencia interpersonal.
Puntualizó que se suicidan más del doble de hombres que de mujeres: 12.6 por cada 100 mil hombres y 5.4 por cada 100 mil mujeres.
Saavedra Luna apuntó que las cifras son mucho más marcadas en México, pues en un estudio de 2018 se observó que en un grupo de personas que se quitaron la vida el 14 por ciento eran mujeres y el resto, hombres.
Señaló que países como Corea del Sur, Ucrania, Rusia y Uruguay tienen las mayores tasas de suicidio en el mundo, con más de 20 casos por cada 100 mil habitantes. En México la tasa es de 5 a 10 por cada 100 mil habitantes, y son Yucatán, Chihuahua, Colima y Aguascalientes los estados con índices más elevados.
Radiografía del suicidio en Yucatán
El ponente expuso una serie de autopsias psicológicas, es decir, entrevistas a personas cercanas a quienes se suicidan para conocer cómo eran y qué pudo llevarlos a tomar la fatal decisión.
El trabajo, hecho en 2018, determinó que de 247 personas que se suicidaron ese año solo el 70 por ciento había concluido la secundaria; a pesar de que Mérida es el municipio con la mayor población, solo el 29% de los suicidios ocurrió en la capital; el 65% de quienes se causaron la muerte consumía alcohol de manera problemática; el 13% ingería drogas, y el 50% hizo intentos previos de suicidio.
Manifestó que muchos externaron ideas suicidas pero no se les tomó en serio porque hay la idea de que quien lo dice no lo hace.
El 17% del grupo de estudio vivía con violencia, una cifra más grave en mujeres, y muchas de esas personas se dedican a la construcción.
Ante el panorama presentado, Saavedra Luna enfatizó que se debe trabajar en la prevención del suicidio a través de diversas estrategias, como la promoción de la salud mental, el apoyo en línea o por teléfono, y la formación de profesionales de la salud mental y trabajadores o facilitadores comunitarios.
En la Jornada participaron varios ponentes, incluida la doctora Laura Hernández Ruiz, coordinadora del evento, quien al inicio de la actividad dio la bienvenida a los asistentes junto con David del Ángel García, secretario académico del Cephcis, quien realizó la declaratoria de apertura.— IRIS CEBALLOS ALVARADO
Llamada que salva
En México funciona la Línea de la Vida (teléfono 800-911-2000), a la que cualquier persona con ideación suicida puede llamar para solicitar ayuda.
Apoyo emocional
En Yucatán se tiene además la línea de orientación y apoyo emocional gratuita y confidencial 800-108-8000.
