Con 25 años de haber sido publicado por primera vez, “Nadie me verá llorar” de la autora Cristina Rivera Garza regresa con un cuadernillo inédito, material que da un giro importante a la forma en que los lectores se acercan a la novela.
En esta presentación que tuvo lugar en el salón Dzibilchaltún en el marco de las actividades de la Filey, las escritoras Sara Poot Herrera y Elvira Liceaga, fueron quienes acompañaron a la autora en la exploración de las novedades que incluyó esta edición.
Durante la presentación de esta nueva edición, Rivera Garza recordó cómo comenzó a trabajar en la historia de Modesta Burgos, una mujer recluida en un manicomio a principios del siglo XX, cuya historia se ve reflejada en el archivo que la autora consultó durante años.
La historia de Modesta, retratada por la escritora, muestra la vida de la protagonista, quien desafió las expectativas familiares y también sociales, mientras vivía en un contexto agitado de México.
Datos inéditos
La autora destacó que esta nueva edición, permitirá a los lectores conocer el nombre real de la protagonista, antes llamada Matilde Burgos, cuyo nombre real siempre fue Modesta. Lo que permite ver aún más a Modesta como alguien real que como un personaje ficticio.
Pero más allá de las anécdotas, lo que destaca es el trabajo de investigación que, en la época en que comenzó a escribir el libro, requería horas en los archivos, transcribiendo a mano cada documento, sin la comodidad de internet.
“Son horas y horas de estar en los archivos”, recordó la autora.
Rivera Garza también reflexionó sobre cómo las herramientas que existen hoy para investigar, como Wikipedia, han cambiado la manera de abordar el trabajo de escritura, pero lo que no cambia es el trabajo corporal y el compromiso con la verdad.
“Para mí, eso es lo que me da permiso de hablar de una experiencia ajena”.
Apoyo en documentos
La novela no solo es una recreación literaria, sino una búsqueda del pasado, una mirada profunda a los archivos, los documentos y, sobre todo, la historia de las mujeres a las que se les ha negado la voz.
En la nueva edición de “Nadie me verá llorar”, también se destaca la mirada contemporánea que, según Rivera Garza, permite ver a Modesta de una forma renovada. A 25 años de su primera publicación, el contexto social y político ha cambiado, pero las luchas por la libertad y la dignidad siguen siendo las mismas.
“Modesta siempre estuvo muy orgullosa de su escritura y sabía que escribir la hacía distinta”, mencionó la autora.
En el cuadernillo incluido en la nueva edición, titulado “Vivir en la vida real del mundo” Cristina Rivera Garza, autora de la obra, se adentra en su propio proceso de escritura, lo que incluye nuevas reflexiones y la transcripción de fragmentos a mano, tal como lo hizo en su momento para comprender mejor la voz de Modesta Burgos, la protagonista.
Esta nueva edición de la novela no sólo pone de relieve el poder del archivo y la memoria, sino también la importancia de la escritura como herramienta de resistencia. Esta nueva versión de la obra es más que una reimpresión; es un homenaje a los 25 años de su existencia y a la vigencia de sus temas, que siguen siendo de total actualidad.
“Modesta, con su lucha y su rabia, sigue siendo nuestra contemporánea, y la lectura de este libro nos recuerda que los archivos no solo conservan el pasado, sino que tienen el poder de activarlo, de hacernos mirar hacia el futuro con una crítica renovada”. concluyó la autora. El libro se encuentra disponible en el Stand de editorial “Pingüino”, con un costo de $369.— KARLA ACOSTA
De un vistazo
Accesibilidad
El libro se encuentra disponible en el Stand de editorial “Pingüino”, con un costo de $369.
Revisión
Cristina Rivera Garza presenta esta nueva edición con reflexiones sobre la protagonista.
Historia y documentación
Los documentos históricos no solo preservan el pasado, sino que permiten nuevas interpretaciones y diálogos con el presente, de ahí que la autora los usará para esta nueva edición.