Durante 25 años, la vida de Arturo Rosado Ramírez transcurrió vendiendo libros usados y antigüedades en los tianguis de la Lagunilla, en Ciudad de México, hasta que a sus 60 años, tras haberse recuperado del Covid-19, se animó a convertirse en escritor.
“Recientemente, en febrero, me hicieron el favor de editarme el libro, que se llama ‘Cartas desde Motul’”, cuenta Arturo Rosado, quien comenzó a escribir la novela en marzo de 2021.
“Tuve secuelas de Covid-19. Tengo cuatro hijas y no me acordaba del nombre de la más pequeña. Eso me angustiaba. Y bueno, me puse a escribir, porque por ahí leí que escribiendo uno podría mejorar”, relata.
Así nació “Cartas desde Motul”, una novela breve que originalmente pretendía ser una historia de amor, pero que terminó por adquirir tintes de suspenso.
“Lo escribí como una historia de amor, con una carga amorosa de una pareja, un hombre y una mujer. El tercer personaje habla de lo que vio y le sucedió al personaje masculino… pero quienes lo han leído dicen que parece una novela policíaca”.
La historia se desarrolla a partir de cartas que escriben tres personajes, entrelazando sus vidas y revelando poco a poco el drama que los une.
“Yo buscaba una cosa y acabé escribiendo otra”.
El nombre del libro surgió por un viaje a Yucatán
“La primera vez que fui a Yucatán, hace diez años, fui a Mérida. La segunda vez renté una casa en Motul. Me cautivó Motul, entonces, las primeras impresiones hermosas que tuve de Yucatán fueron ahí”.
También tiene que ver con la sangre yucateca que corre por sus venas: su abuelo, Alfonso Rosado Ávila, fue periodista en Yucatán en la década de 1920.
“Mi abuelo tenía su biblioteca y participó en muchas aventuras editoriales. También mi tío fue periodista. Mi tía fue correctora de estilo. Mi padre, ahí viene lo contradictorio, fue policía toda su vida”, apunta.
Pese a que “Cartas desde Motul” aún no ha sido presentado en público, asegura que es bien recibido en plataformas digitales como Amazon.
“El libro lo ha leído gente de Grecia, Nueva York… una persona de Austria, que es maestra, me comentó que la historia la conmovió y que ha sido de lo mejor que ha leído en su vida. Otra persona me dijo que lloró mucho. El libro, al parecer, genera muchas emociones”.
Se planeaba presentarlo en febrero pasado en la Feria del Libro Usado en Ciudad de México, pero la salud volvió a interponerse.
Aun así, Arturo visitó recientemente la biblioteca municipal de Motul, a la que donó tres ejemplares, así como otro al Museo Felipe Carrillo Puerto.
Hoy, entre el orgullo y la sorpresa por la acogida del libro, Arturo también expresa cierta preocupación.
“Me gustó escribir, y se los agradezco mucho, pero también está el temor a los que están esperando otro libro y que resulte fatal.
Además, ahora se vuelve hasta peligroso escribir.
Quiere uno escribir de algunas cosas, pero se vuelve riesgoso en este país porque lo que está en boga actualmente es la violencia”.
“Últimamente no han surgido grandes escritores, porque la literatura se ha centrado en historias de narcos, de violencia desmedida. Las historias de narcos son infinitas, en México puedes hacer una colección enorme ya de la vida de varios de ellos. Escribir de otra cosa se vuelve complicado”.
“Cartas desde Motul”, sin embargo, demuestra que aún hay espacio para historias que nacen del amor, la memoria y la necesidad de sanar, que es lo que Arturo pensó al tomar pluma por primera vez.