Una inquietante campaña contra el sharenting sobre publicar información de los hijos, toca fibras profundas e invita a los padres a “pensar” antes de exhibir en redes a los menores porque puede resultar peligroso.
Conocemos al bebé de una amiga, sabemos cuándo se le cayó el primer diente, cuando aprendio a gatear, a dar sus primeros pasos, a qué jardín de niños va o cómo celebró su quinto cumpleaños, y eso tiene nombre: sharenting
¿Qué es el sharenting?
El concepto de sharenting, proviene de dos palabras en inglés, share (compartir) y parenting (parentalidad), explica la fundación ANAR, y hace referencia al hecho de que personas adultas compartan con frecuencia fotos de sus hijos o hijas con información personal en redes sociales o en Internet en general.
Por ejemplo, datos sobre la vida cotidiana de su hijo o hija, sus aficiones, sus intereses, la escuela en la que estudia, la zona en la que viven, su fecha de cumpleaños, entre otras.
Compartir alguna foto o comentario de manera ocasional no se considera sharenting.
Inquietante campaña irlandesa contra sharenting VÍDEO
Y precisamente para luchar contra esta práctica que puede poner en riesgo a los menores, en Irlanda la Comisión de Protección de Datos de Irlanda advierte a la población de los peligros del “sharenting”, mediante una campaña elaborada junto a la agencia creativa Core.
En el vídeo, se observa a una niña que camina junto a sus padres en una plaza comercial, pero durante el trayecto, varios desconocidos la saludan por su nombre: Éabha han, alguien la felicita por su cumpleaños, otra persona le desea suerte en su próximo partido, ante el asombro de sus padres, una más desea que su papá sea puntual al pasar por ella.
Queda claro que los papás de Éabha han compartido mucha información personas de su hija con el mundo: su nombre, edad, fecha de nacimiento, fotos de sus amigos, el nombre y la ubicación de su club de fútbol, su horario de entrenamiento e, incluso, el hecho de que su padre no siempre llega a tiempo a recogerla. T
Las imágenes que generan inquietud y desconfianza son elocuentes: dan la sensación de que nada en la vida de la niña es privado y exponen el peligro de la cada vez más común práctica de padres y madres de compartir con frecuencia información, fotos y vídeos de sus hijos en redes sociales y plataformas digitales.
Y muestra que es muy fácil que esas grabaciones terminen en las manos equivocadas para dales un mal uso.
La campaña de concienciación de Irlanda “Piensa antes de publicar”, diseñada para mostrar los peligros de compartir demasiada información en internet. pic.twitter.com/4PpPTRJXpz
— ceciarmy (@ceciarmy) November 27, 2025
El anuncio se dirige a los tutores bajo el lema “Pause before you post” (Piensa antes de publicar), y toca fibras que animan a considerar la huella digital ―los rastros o que una persona genera en internet al navegar, hacer búsquedas, compartir, o dar “me gusta”― que están dejando de los menores.
Los efectos del sharenting
La práctica del sharenting puede tener efectos negativos en diferentes áreas de la vida de un niño o niña, ya que puede generar bullying (acoso) en su escuela o comunidad, o ciberacoso, es decir, que el niño o niña sea objeto de burlas a través de las redes, cuando empiece a utilizarlas, de parte de otras personas que han visto imágenes suyas.
También puede ser víctima de grooming, que se refiere al acoso sexual de una persona a una niña, niño o adolescente, por medio de internet.
Una persona cuyas imágenes se han compartido en internet puede sufrir robo de datos o suplantación de la identidad, y la información puede incluso ser utilizada para hackear contraseñas cuando los menores crecen, cuando los padres comparten la fecha de cumpleaños del niño.
