Un amigo y lector , Gregorio, me compartió una frase que me encantó: el éxito se vive en el presente. Y es cierto. Cuando vivimos esperando algo, anhelamos el éxito, pero no lo estamos habitando.

Piensa en un niño que llora y se ahoga al intentar explicar lo que le pasa. Primero necesita recuperar la respiración. Lo mismo nos ocurre cuando nos desfasamos entre anhelos, expectativas y deducciones mentales.

Perseguimos ideas que creemos que nos darán felicidad, pero nos alejan del presente. Y si el éxito solo se vive en el presente, entonces no podemos seguir postergándolo.

He vivido momentos donde imaginé que algo me traería paz o alegría, y no fue así. Lo que me trajo fue distancia emocional con los demás y conmigo mismo. Recordamos fotos o escenas, pero no lo que realmente sentimos ese día.
Y eso nos desconecta.

Por eso te hago esta pregunta: ¿cómo te imaginaste que sería el éxito? ¿Pensaste que todo serían flores? ¿Crees que quienes ganan una copa no terminan con lesiones, con miedo a perderla o a no repetir el logro?

Tal vez el éxito no se ve como lo imaginaste. Tal vez sí lo tienes… pero no te has dado cuenta.

Hazte estas preguntas:
¿Estoy viviendo el éxito o solo anhelándolo?
¿Qué me separa de vivirlo hoy?
¿Qué expectativas estoy cargando que me impiden respirar y conectar con mi realidad?
Como un niño que llora: respira, suelta, conecta.

Mi nombre es Alejandro Granja Peniche y cuando me despierto en las mañanas mi mente me recuerda mis pendientes, mis problemas.
Pero también hoy en las mañanas me he propuesto recordarme que no solo vine a resolver, sino también vine a crear, a ser feliz, a ser exitoso, a vivir en el éxito.

Yo me recuerdo que soy exitoso. Que es una decisión que tomo todos los días ¿Te hace sentido a ti también?
Te leo en mis redes. Hagamos comunidad.