Fotógrafo Luis González Contreras (Foto tomada de redes sociales)

Una serie de especulaciones surgió ayer en torno a los motivos por los cuales fue muerto el fotógrafo de eventos sociales Luis González Contreras: la Fiscalía General sostiene que el cobro de un adeudo propició un pleito entre el occiso y el detenido Alejandro López Geded.

Las prisas por integrar la carpeta de investigación se reflejaron en la audiencia de ayer con varias imprecisiones, lo que propició interrupciones y que la reunión se suspendiera cuando menos en dos ocasiones, a petición del defensor Fernando Alpuche Ojeda.

El occiso y el detenido compartían una casa para que el sostenimiento del inmueble fuera menor para ambos. Esa cercanía dio pie a numerosos comentarios en internet.

Pero la Fiscalía sostiene que entre González Contreras y López Geded había un adeudo de $50,000 del primero a favor del segundo.

La “confesión” que emitió el acusado y sirvió de base para su detención indica que pidió al fotógrafo le devolviera el dinero, pero la respuesta fue negativa, ya que el trabajo “no va por buen camino, hay poco…”.

Ambos habrían dejado el tema para otra ocasión, pero en un momento González Contreras atacó a López Geded, quien “se defendió con técnicas de sometimiento” que ha practicado durante cierto tiempo.

En un momento notó que el fotógrafo estaba sin vida y decidió pegarle con “un mazo” que le rompió la cabeza y luego lo quemó y tiró en el basurero de Chelem.

Esa versión que sostiene la acusación puede cambiar, ya que la tomó con base en los “datos de prueba” que obtuvo y sin profundizar en ese aspecto porque la ley no lo permite, sino hasta que concluya la investigación.

El jueves es la siguiente audiencia, de vinculación, donde la Fiscalía tendrá facultades para ahondar en las averiguaciones.

“Hay muchas inconsistencias, esa versión no es creíble…”, comentó el defensor Alpuche Ojeda después de la audiencia de ayer que concluyó en horas de la tarde.

Enseguida comentó que su cliente fue torturado luego de su ilegal aprehensión, liberado gracias a los efectos de un amparo por incomunicación que se promovió, pero luego aprehendido previa orden de un juzgado.

Otras versiones que surgieron es que había “envidia” del aprehendido hacia el occiso por su éxito en el trabajo, no faltó quienes dieran tinten sentimentales a los hechos.— Rudesindo Ferráez García

 

De un vistazo

“No es creíble”

“Hay muchas inconsistencias, esa versión no es creíble…”, comentó el defensor Fernando Alpuche Ojeda después de la audiencia.