El accidente en la Plaza de Toros Mérida ocurrido el 15 de noviembre de 1981 es considerado la peor tragedia en la historia de Yucatán. Hoy, al cumplirse 40 años, ofrecemos una recopilación de datos, testimonios, fotografías y vídeos de este hecho histórico.
“Más música para los madrugadores”. Eso decía en el micrófono, alrededor de las 2:30 de la tarde, uno de los animadores del mitin-festival del PRI en la Plaza de Toros Mérida. Era el 15 de noviembre de 1981 y el evento, el cierre de campaña del general Graciliano Alpuche Pinzón, entonces candidato al Gobierno del Estado.
El programa, se anunció, comenzaría a las 5 de la tarde con la presentación de artistas locales. Sin embargo, desde la una de la tarde comenzó a llegar a bordo de camiones urbanos gente de todas las edades traída desde municipios y colonias de Mérida.
Ya en la plaza, les pusieron “música para madrugadores”. El graderío se llenó antes de las 4 de la tarde. Pese a que la plaza ya estaba reventar, cita la crónica de Diario de Yucatán, continuó el acceso de personas. Alrededor de las cinco de la tarde, con unas 9 mil personas en su interior, ocurrió la tragedia en la puerta exterior número uno, la peor en la historia de Yucatán.
¿Qué paso en la Plaza de Toros Mérida?
Juan Alejandro Schirp Magaña tenía 20 años de edad. Ya estaba oscureciendo y él aún estaba en su casa de la García Ginerés cuando ya debería estar trabajando. Tenía que grabar en vídeo el cierre de campaña priista. Se bañó en dos minutos y arrancó a correr rumbo a la plaza. Fueron ocho esquinas de veloz carrera.
Cuando llegó estaba lleno de gente. Camiones, camiones y camiones se veían alrededor de la plaza. Escuchaba ambulancias, pero no hiló en ese momento que algo malo hubiera ocurrido. Entró por el portón de atrás. Seguía corriendo. Junto al gran árbol que hasta la fecha está en el patio del coso vio los cuerpos.
“Veo tendida a la gente en el piso como si estuvieran durmiendo. Y les digo qué pasó aquí. Se cayeron me dijo alguien. No me imaginé que se hayan sofocado”, recuerda el hoy empresario. Y es que en ese momento no había mucha claridad sobre lo ocurrido.
Incluso circularon los gritos de “¡Se cayó la plaza!“. No fue cierto. Fue un muro. “No se derrumbó nada, más que una bardita. La gente murió asfixiada y apachurrada y yo brinqué sobre ellos, sobre la gente muerta”, recuerda Schirp.
¿Cómo ocurrió el accidente de la Plaza de Toros Mérida?
El percance sucedió en la rampa de acceso al segundo piso del coso. Cientos de personas intentaban subir, mientras otras tantas querían bajar pues ya no había espacio para ellos. Numerosas mujeres y varios niños fueron los primeros en caer por la presión de una “ola humana” que ocasionó también la caída de un muro de lado poniente de la rampa: una pared de apenas 3.5 metros de largo por 1.5 m de alto, construida con bloques. “Fueron brutalmente aplastadas”, narró el Diario al día siguiente.
Los torniquetes y barras tubulares de la entrada Noroeste al local lleno a reventar, más el derrumbe del citado muro fueron las trampas que, combinadas con el choque de la gente, “dejaron un panorama aterrador de cuerpos inertes que yacían sobre los escombros y debajo de ellos y de gritos lastimeros de docenas de heridos”, describió Diario de Yucatán.
Buena parte de las docenas de personas que cayeron al suelo desde una altura de un metro aproximadamente quedaron inconscientes. Por lo menos veinte lograron salir pasando encima de los cuerpos inertes. “Salvo uno de los cadáveres que presentaba profunda herida de tórax, la mayoría tenía el cuerpo limpio o con magulladuras, indicios de que habían puerto asfixiados o aplastados”, se lee en la edición del Diario del 16 de noviembre de 1981.
En las imágenes que conserva el Archivo Megateca se observa tal cual a gente en el suelo, a algunas personas tratando de auxiliarlas y a otros pasando o intentando brincar sobre ellas. las captó Teodoro Kuuk Euán, entonces fotógrafo del Diario de 31 años, quien tenía poco tiempo “de reporterar en la calle”, pues antes estuvo como corrector de pruebas y auxiliar de fotomecánica e insolador.
“Fue un domingo. Entro a la plaza y ya estaba repleta. Antes que iniciara el evento, se oyó una voz de un vivo o un loco que decía que el coso se venía para abajo. Entonces la gente comenzó a buscar cómo salir y es cuando vino la pisoteada de los que murieron”, recuerda Teodoro en entrevista telefónica desde su casa en Hopelchén, Campeche.
“Fue tanta la desesperación que los tubos de entrada fueron doblados, unos lograron salir, otros cayeron y otros se pisotearon… La gente salió disparada exactamente con pánico y cuando ya se habían ido fueron apareciendo los muertos en el suelo que fueron pisoteados. Y es cuando cumplí con la labor de tomar fotos y fotos”, recuerda Teodoro Kuuk, quien captó las 14 imágenes que publicó Diario de Yucatán del hecho, las cuales dieron la vuelta al mundo gracias a la difusión que les dieron las agencias AP y UPI. Televisa, Excélsior y otras agencias también usaron material de esta casas editorial. En internet aún están disponibles las crónicas de los periódicos españoles El País y ABC.
La “desaparición” de los cuerpos
En determinado momento quedaron a las puertas del local siete víctimas, incluidos tres niños muertos o a punto de fallecer. Ante la desesperación por la tragedia, también hubo desesperación por “desaparecer” rápidamente los cuerpos del lugar. “En el lugar un médico trataba de hacer creer a la gente que no había ningún muerto, pese a que ya se había certificado que por lo menos una veintena de las víctimas había expirado casi instantáneamente”, narró el Diario. La escena fue así:
El doctor Luis Felipe Barceló Novelo luego de comprobar la muerte de varias personas ordenó a los socorristas de la Cruz Roja que desalojaron los cuerpos. “Aquí no ha pasado nada, saquen estos cuerpos de aquí”, dijo el galeno visiblemente alterado a lo que los paramédicos se negaron y reclamaron la presencia de un Agente del Ministerio Público. “No tenemos por qué esperar nada”, insistió el profesional, sáquenlos de aquí. Un policía, quien oyó las órdenes se sumó a su exigencia, por lo que los socorristas de la Cruz Roja no tuvieron más remedio que obedecer.
Treinta minutos después de iniciada la labor de rescate, los socorristas habían sacado entre los pocos escombros de la barda a más de 60 personas, pero debajo del árbol de roble cerca de la puerta exterior número 1 yacían 16 cadáveres: 13 de mujeres y tres de hombres. Serían estos los que brincó Alejandro Schirp en su veloz carrera por llegar al evento.
Algunas personas taparon los cuerpos con propaganda política de los candidatos priistas. Alrededor de las 6 de la tarde únicamente se observaban en el sito numerosos zapatos y una que otra prenda de vestir, así como propaganda política para tapar manchones de sangre.
¿Cuántas personas murieron en la plaza de toros?
Sobre el número de muertos, nunca hubo cifra oficial. “Fue infructuoso el esfuerzo de los reporteros del Diario por obtener un balance oficial de la tragedia. Ninguna autoridad, incluido el Ministerio Público, sabe a ciencia cierta cuál es el número preciso de muertos y heridos”, publicó este periódico el 17 de noviembre, a dos días de la tragedia.
Diario de Yucatán dio a conocer primero 48 decesos, con base en los datos preliminares disponibles en el Ministerio Público, los hospitales O’Horán, Juárez y T-1 del IMSS y la Cruz Roja la noche del 15 de noviembre de 1981. Al día siguiente, informó que un reporte del hecho que sería entregado al presidente marcaba que hubo 49 muertos. Sin embargo, sus reporteros solo pudieron constatar el entierro de 44 cuerpos.
Al menos 19 de los fallecidos fueron menores de edad y una veintena de los muertos vino de Yobaín. En la lista hay al menos cinco grupos de hermanos, una mamá con sus dos niños y un matrimonio. A continuación, el listado de fallecidos en la Plaza de Toros Mérida difundido por el Diario.
- Marilú Euán Salas, 1 año y tres meses, Yobaín.
- Carlos Euán Salas, 4 años, Yobaín.
- José Oswaldo Uh Bacab, 7, Yobaín.
- Reina Argelia Uh Bacab, 10 Yobaín.
- Elizabeth Bacab May de Uh, 45, Yobaín.
- Carlos Pech Pat, 6, Yobaín.
- Marcelo Campos Sabido, 6, Mérida.
- Ramiro Carrillo Verde, 8, Mérida.
- Gabriel Domínguez Cobá, 9, Mérida.
- José Ramón Campos Bacab, 10, Mérida.
- Armando Mex Polanco, 11, Mérida.
- Brenda Ramírez González, 8, Mérida.
- Leticia Ramírez González, 11, Mérida.
- Sandra Ramírez González, 12, Mérida.
- Zoila Guadalupe Cetz Carrillo, 12, Mérida.
- Ana Lía Sánchez Moo, 12, Yobaín.
- Argelia del Carmen Puga Matú, 14, Mérida.
- Juan de Dios Martín Poot, 15, Mérida.
- José Guadalupe Uh Pat, 16, Yobaín.
- Andrés Uh Pat, 16 Yobaín.
- Delta Peregrina Salas Chan, 18, Yobaín.
- Rocío Sosa May, de 20, Yobaín.
- Evelia Pat Tamayo, 22, Yobaín.
- Luciana Pat Tamayo de Xool, 23, Yobaín.
- Leonardo Chan Xequé, 25, Homún.
- Socorro de la Cruz Vázquez Hernández, 31, Mérida.
- Claudia María Canché, 32, Yobaín.
- Nazario Pech Pat, 45, Yobaín.
- Bernardino Loeza Espadas, 50, Sacalum.
- Sara María López May de Solís, 57, Yobaín.
- Fidencia Cimé Canché, 57, Yobaín.
- Porfiria May Cab de Sosa, 58, Yobaín.
- Petronila Canché Cimé, 62, Yobaín.
- Germana Nah de Sosa, 72, Yobaín.
- María Emeteria Paredes de Matú, Mérida.
- Alba Noemí Calderón viuda de Koyoc, Mérida.
- Carlos Bastarrachea Suaste, Mérida.
- María Cabañas Urtecho de Bastarrachea, Mérida.
- Ada Noemí Hernández de Vázquez, Mérida.
- María del Socorro Matú Paredes de Puga, Mérida.
- Canuta Cool Uicab, Hunucmá.
- Enrique Adrián Sánchez, Teya.
- María Rufina Ramírez Pérez, 66, Xocchel.
Y el evento siguió y siguió
En el interior de la plaza de toros la música siguió con mayor ritmo. La gente que estaba dentro no supo lo que ocurría afuera. El acto no se interrumpió y continuó como estaba previsto, incluso la última parte, en que actuaron artistas yucatecos radicados en la ciudad de México.
Las crónicas mencionan a Los cantantes María Medina y Sergio Esquivel, así como a los magos Chen-Kai y Krotani. Este último recordó este episodio en una de sus últimas visitas a Mérida, antes de fallecer, con colegas yucatecos. “Vine como parte del elenco de Televisa y me decían usted siga haciendo magia, usted siga”, recordó el prestidigitador.
El ulular de las sirenas y los gritos de los heridos y los familiares de éstos se confundía con los aplausos y los gritos que provenían del coso. Para los miles de personas que se encontraban en el interior del coso el único incidente fue que se quedaron sin luz de 6 a 6:55 de la tarde. Un cortocircuito fundió un transformador que da energía eléctrica a la plaza. Sin embargo, una brigada de la CFE instaló una planta de emergencia para que retornara la luz y continuó el espectáculo.
La multitud supo que algo había pasado, sin reparar en la magnitud, cuando Pedro Ojeda Paullada, entonces líder nacional del PRI, pidió un minuto de silencio “como tributo de solidaridad hacia algunos compañeros de partido que fallecieron cuando se derrumbó una barda en el momento en que pretendían introducirse a la plaza”. Luego de eso el mitin continuó como si nada. “No tenemos duda alguna de que nuestro partido triunfará en las próximas elecciones…”, dijo Pedro Ojeda como parte de su discurso. Después del mitin se reanudó el festival. El espectáculo concluyó poco después de las 22 horas.
¿Por qué no se canceló el evento?
Ignacio Mendicuti Pavón tenía 34 años de edad y era regidor de Mérida. Esa tarde pasó a casa de Víctor Cervera Pacheco, entonces secretario general de la Confederación Nacional Campesina y su padrino político. Ambos eran parte de la comitiva del candidato, “como lo marca el protocolo político”. La cita fue en el hotel Holiday Inn, sobre la avenida Colón. De ahí salió un autobús con el candidato Alpuche Pinzón, Ojeda Paullada y otros políticos de la época.
“En el camino se anuncia que había habido un incidente grave y que estaban valorando de qué magnitud era. Ya no fuimos directo, el autobús se fue a hacer tiempo por otras calles para esperar a tomaran una decisión. Pedro Ojeda estaba en la disposición de cancelarlo. Decidieron no suspenderlo y se hizo una mención del incidente que había”.
“Por qué no se suspendió”, se le preguntó a Mendicuti Pavón. “Por decisión del candidato”, afirmó. “(Graciliano Alpuche) no tenía mucha experiencia en ese tipo de eventos. Fue candidato, pero pues así se daban las cosas en ese entonces”, dijo. Y es que el general, a pesar ser senador, no tenía carrera política en la entidad: “Él nos dijo que tenía 40 años de no venir a Yucatán”.
“Por qué fue candidato entonces”, se le preguntó al también exdiputado federal. “Son las decisiones que tomaba el partido en ese entonces”, dijo. Para Mendicuti Pavón el candidato natural para esas elecciones a la gubernatura era Cervera Pacheco: “Era el que esperaba la gente, tenía un gran arraigo”.
“Nadie el responsable”
Para el exlegislador “el evento se desarrolló como era tradicional y como era en todos los eventos. La plaza estaba llena. No estaba en exceso“, precisa, “lo que pasó es que en esa escalera se formó un embudo”.
Sus dichos coinciden con lo que dijeron las autoridades y políticos priistas de la época. Insistieron siempre, pese a los testimonios, en que no hubo sobrecupo. Sin embargo, fueron los candidatos los que pagaron los gastos de hospitalización y funerarios de las víctimas.
El 16 de noviembre de 1981, Francisco Luna Kan, entonces gobernador de Yucatán, declaró que la tragedia no debía tomarse como una bandera política. “No es consecuente ni oportuno echarle la culpa al PRI, pues no fue causada por la falta de organización de! mitin”,dijo.
“¿Por qué no se suspendió el evento? ¿Quién es el responsable?“, se le preguntó mientras esperaba en el aeropuerto de Mérida al presidente. “Nadie es responsable. Se había pensado en suspender el espectáculo, pero se estimó que podría ser peor cuando la gente tratara de salir. Entonces sí hubiera sido mayor el daño. Por eso siguió el festival”. Según dijo, en esa entrevista publicada el 17 de noviembre de 1981, “había alrededor de 8,300 personas en la Plaza Mérida y no más, como se dice. Lo que pasó es que mientras unas intentaban entrar en el coso, otras más querían salir pues estaba lleno y entre los empujones la pared se vino abajo”.
El día después del accidente en la Plaza de Toros Mérida
“Patética manifestación de duelo en 43 sepelios” (para ese día el cuerpo de una mujer aún estaba aún sin identificar). Ese fue el título del Diario en su portada local del 17 de noviembre de 1981. Junto a él, una foto del presidente José López Portillo, quien visitó Mérida el día 16, en una gira de inauguraciones que duró solo cuatro horas y que no incluyó algún acto relacionado con las víctimas de la tragedia del día anterior. Entonces se inauguró el callejón del Congreso y las obras de remozamiento de la Casa de Montejo. En el camino, a su paso por la Plaza Grande, le tiraron confeti y claveles rojos.
Portada de la sección Local de Diario de Yucatán del martes 17 de noviembre de 1981.
Sobre el accidente, durante un evento en el Congreso, dijo: “Esto semeja.. un poco a quienes viven de la muerte y la aprovechan. Son actitudes que no quisiera ver, en este caso, reproducidas. porque se asemejan mucho a las actitudes de los chacales. de las hienas o aun de los zopilotes. Creo que capitalizar una circunstancia de este tipo es falta de respeto a la muerte”.
En esa misma página, en su “Primera Columna” el Diario dio cuenta del impacto nacional e internacional de la noticia y de las quejas recibidas. “El Diario recibió numerosas denuncias en el sentido de que el PRI, ante el temor de no llenar la plaza se excedió de una manera considerable, extraordinaria, en el número e entradas que distribuyó. Las denuncias menciona con insistencia la cifra de 40 mil boletos de admisión en papel blanco con derecho a ocupar un sitio en las gradas. Además, según varias fuentes, el PRI repartió 3,000 cartones para invitados especiales”. Otras fuentes extraoficiales hablaron de 11 mil pases repartidos.
Y así, en las ediciones de los días siguientes tampoco hubo respuestas, ni sobre las cifras oficiales ni sobre los responsables. El Diario documentó al menos siete violaciones al Reglamento Municipal de Espectáculos, mientras que la comuna de entonces no pudo explicar satisfactoriamente por qué sus inspectores permitieron estas irregularidades. Así, no hubo detenidos, ni “verdad histórica”. Graciliano Alpuche Pinzón ganó, pero solo estuvo dos años en el cargo. “Renunció por motivos personales”. Víctor Cervera concluyó el periodo. Así como vino se fue y la peor tragedia en la historia de Yucatán, archivada.
“En la memomoria de los yucatecos estaba muy indignada la gente. Porque hoy estamos llorando a los 43 de Ayotzinapa y los 48 de la plaza de toros están en la historia como si no hubiera pasado nada. Y fue un acto político, a donde se llevó a la gente pobre a morir”, dijo Alejandro Schirp, al recordar ese “hecho horroroso, una página oscura en la historia de Yucatán”.
Notas sobre hechos históricos de Yucatán:
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Créditos. Información: Jessica Ruiz Rubio; vídeo: Ilse Noh Canché; infografía: Eduardo Loría Villalobos;
recopilación de información histórica: María Fernanda Suárez y Alicia Pérez Loría; voz: Gabriel Novelo Burgos
