El intenso calor que se siente en Yucatán en los últimos días no solo afecta la salud, ante la deshidratación y el golpe de calor, sino encarece la sobrevivencia e impacta los servicios de agua y electricidad.
Con un medio ambiente cálido y con poca brisa, al menos fresca, el calor ocasiona estragos en las personas por la abundante sudoración por mínima actividad que realice.
Y esa pérdida de líquido ocasiona que beban mayor cantidad de agua, refrescos embotellados, cervezas, helados y aguas de fruta natural o artificial,
Además, muchos se mantienen en casa sin hacer ejercicio por la incomodidad de las altas temperaturas.
Casas como “pequeños hornos” en Mérida
Sin embargo, las viviendas pequeñas en Mérida, sin árboles ni jardines, se convierten en “pequeños hornos”, de modo que las familias recurren a 5 o más ventiladores que tienen para “refrescar” cuartos, sala y/o comedor, o prenden el aire acondicionado para mejor confort.
Así, los ventiladores y climas artificiales están activos durante día y noche, lo que aumenta el consumo de electricidad, cuya tarifa en Yucatán es la más cara de México.
Otra de las opciones a la que recurren las familias para sobrellevar esta ola de calor extremo es la visita a las plazas comerciales que cuentan con clima artificial.
Sombrillas, sombreros o gorras para protegerse del Sol
Algunas personas que salen a la calle por cuestiones de trabajo o de compras para la despensa semanal usan sombrillas para amortiguar el impacto solar, pero no es generalizado.
En calles de Mérida también se observa a turistas nacionales o extranjeros usando sobreros o gorras para mitigar los rayos solares.
Hoy domingo se vio en el centro de la ciudad poca gente en la calle después del mediodía, cuando la temperatura máxima marcó 37 grados con una sensación térmica de 42.
Incluso, las terminales de taxis y camiones de la ruta al puerto de Progreso no tuvieron la demanda del período de las vacaciones de Semana Santa.
Mucha compra de agua, refrescos, helados o paletas
Lo que se vio en las colonias, fraccionamientos y el centro es que la gente compra agua purificada o tratada por osmosis inversa, refrescos, helados, paletas o agua de fruta como una forma de rehidratación.
También hay familias que recurren a la compra de comida preparada para evitar la cocina, donde es más intenso el calor por el fuego de la estufa y lo pequeño del lugar.
Los vehículos generalmente transitaron con los cristales cerrados lo que es señal de que usan aire acondicionado porque el viaje sin este accesorio es incómodo porque el aire del medio ambiente es caliente y a velocidad de 90 kilómetros en el Anillo Periférico hiere los ojos o la nariz.
Alzas en los precios de agua y gasolina
Este clima de calor extremo ya tuvo su impacto económico en el agua purificada y ligera. Antes del verano el botellón de 20 litros se vendía a $31 y hoy en algunas tienditas lo ofrecen a $35 y en las tiendas de conveniencia, a $34.
Lo mismo sucede en el precio de la gasolina. Desde hace un par de meses se había sostenido en $21.99 el litro de Magna, pero hoy algunas gasolineras de Mérida la venden a $22.19 y $22.18.
Problemas con el suministro de agua potable en Mérida
La elevada demanda de agua potable para mitigar los efectos del calor en las viviendas, principalmente por mayor frecuencia de baños en regadera o manguerazos, el riego de plantas o del piso para refrescar el entorno también tiene consecuencias.
La presión del agua que distribuye la Japay baja, en ocasiones al grado que no llega a los tinacos, pero mantiene el chorro en las tomas directas.
Es decir, no hay escasez de agua sino falta de fuerza para que suba a los depósitos, que generalmente están a 4 o 5 metros del piso.
Este medio ambiente caluroso continuará al menos en esta semana, por lo que las familias también mantendrán su plan de contención para aminorar la ola de calor de Yucatán.