Visitantes del crucero “Vision of the seas” en Progreso
El recurso hídrico de Yucatán está contaminado, ya que los ríos subterráneos, cenotes y litoral presentan diversos grados de afectación principalmente por agroquímicos y materia fecal que trastocan la salud de la población, advirtió el doctor Ángel Polanco Rodríguez, de la Uady.
Al impartir la conferencia “Estudios de calidad del agua de Yucatán”, en el Centro Peninsular en Humanidades y Ciencias Sociales (Cephcis) de la UNAM, señaló factores ambientales y humanos que son determinantes en el deterioro de la calidad del agua y la disponibilidad de la misma.
En el marco del seminario permanente “Violencia Social y Derechos Humanos”, que será transmite en línea a través de la página de Facebook del Centro, advirtió sobre graves problemas de salud especialmente en las comunidades más apartadas y marginadas de Yucatán.
Yucatán, dijo, es la segunda entidad del país que menos volumen de agua clorada pone al alcance de su población; sólo el 71.6% del agua potable tiene este tratamiento. En Chiapas el volumen de agua clorada es de 71.5% para la población.
La contaminación del agua, más allá de los cenotes en Yucatán
Diversos estudios realizados en los últimos 12 años en todos los municipios del estado evidencian la gravedad de la contaminación del agua, se indicó en la conferencia “Estudios de calidad del agua de Yucatán, en el marco del seminario permanente “Violencia Social y Derechos Humanos”, que se transmite en línea vía Facebook del Centro Peninsular en Humanidades y Ciencias Sociales.
Este problema tiene una complejidad va más allá de las características propias del suelo kárstiko, el uso de plaguicidas y agroquímicos, la deforestación y la ganadería. A todo lo anterior se suma falta de educación, falta de infraestructura hidráulica, sobrepoblación, mala planificación, y factores climáticos y ambientales, entre otros.
Existen plaguicidas de uso prohibido que se siguen comercializando y usando de manera desmedida o poco controlada, su empleo en zonas agrícolas o deforestadas, suele ser mayor en temporada de sequía. Estos se acumulan sobre la superficie de la tierra y durante las lluvias se mezcla con el agua y terminan contaminando los cuerpos acuíferos.
De uso recurrente en zonas agrícolas, algunos de ellos están prohibidos en diversas naciones por sus efectos nocivos a la salud. El uso excesivo o mal implementado poder causar problemas de salud.
“Hemos visto que en muchas comunidades del interior del estado, de alta marginación, baja escolaridad y en la pobreza, las mujeres suelen utilizar agroquímicos o plaguicidas que sus esposo usan en la milpa y lo hacen para los cultivos de traspatio o solar que tienen para autoconsumo. Un manejo inapropiado de los mismos está asociado a la incidencia de los casos de cáncer cervicouterino”, señaló el doctor Ángel Polanco Rodríguez, investigador de la Universidad Autónoma de Yucatán.
Consumo de agua contamida: ¿qué riesgos hay?
También se han realizado estudios que demuestran que el consumo de agua contaminada, generalmente obtenida de pozos, provocan enfermedades gastrointestinales en la población principalmente infantil así como un incremento en partículas de hierro y químicos en la leche materna.


El agua que corre por el subsuelo de las partes altas del centro de la península hacia el norte de Yucatán, recoge durante su recorrido partículas de estos pesticidas y agro químicos, también recogen materia fecal derivados de las comunidades que carecen de sistemas para la adecuada disposición de la materia orgánica así como a los desechos mal manejados de granjas porcicolas, avícolas y zonas ganaderas.
Estas corrientes de agua llegan al anillo de cenotes canalizando una parte de la descarga hacia la costa noroeste (Celestún) y otra hacia la costa noreste (Ria Lagartos).
Agua contaminada y marea roja
Los desechos orgánicos de las granjas entran en contacto con el agua salada y se convierten en una suerte de abono para plantas marinas que, con las altas temperaturas, cíclicamente se transforma en marea roja.
La densa población que se registra en el área metropolitana de Mérida y sus alrededores, también está provocando una mayor y más acelerada contaminación del agua del subsuelo, en este caso al problema de la mala calidad del agua se suma su baja disponibilidad; a mayor desarrollo, mayor población y con ello mayor demanda der agua, el resultado es una menor disponibilidad de agua y baja presión en la distribución.
Alternativas: Una legislación más rígida y actual que proteja el recurso hídrico mediante una normatividad acorde a nuestro tiempo, mayor educación, infraestructura hídrica, recursos para atender el rezago.