Conoce la Facultad de Medicina de la Uady: cinco datos

En la tierra del Mayab el sueño de ser médico se asoció durante siglos, exclusivamente, a la Facultad de Medicina de la hoy Universidad Autónoma de Yucatán (Uady). Muchas personas pasan a diario ante este alto edificio de la avenida Itzaes, enfrente del hospital O’Horán, pero no todas conocen lo que resguardan sus muros.

Este marzo de 2024 cruzamos el umbral de este santuario científico donde se transmiten a las nuevas generaciones los enigmas de la vida, la muerte, la salud y las enfermedades.

El conocido edificio de la Facultad de Medicina en la avenida Itzaes se inauguró en 1952, así que en este 2024 tiene 72 años… 78 años si se considera que se comenzó a construir en 1946.

Apenas uno cruza el portal, la luz matutina se derrama en el amplio vestíbulo de este inmueble, gracias a dos cercanos jardines al aire libre.

1) Edificio con pisos de 72-78 años de antigüedad

En esta visita, Juan Cetina Medina, responsable de Comunicación Social de la Facultad de Medicina de la Uady, nos recibe y ofrece un recorrido en el que nos devela el edificio y algunos de sus tesoros que tienen valor histórico o que son relevantes para la comunidad docente y estudiantil de esta escuela.

En el mismo vestíbulo dirige nuestra atención al piso y nos informa que es histórico porque es el original, el que se construyó de 1946 a 1952.

También nos señala que el mismo suelo da cuenta de su propio valor histórico, pues en él se lee de manera constante 1946-1952, fechas formadas con cuatro losas.

Estos pisos originales también se encuentran en los pasillos y en la planta alta, a la que se llega por una escalera ubicada a la izquierda de la puerta principal. En este segundo nivel se ubican la oficina del director y el área de investigadores, entre otros espacios.

Cuántos pies, cuántos pasos de estudiantes, profesores, otros trabajadores y visitantes han visto estos pisos desde aquel 1952.

2) Vitrales históricos

Otra riqueza histórica de la Facultad de Medicina que nos descubre Cetina Medina son sus vitrales. Originalmente, nos dice, el edificio tuvo cuatro grandes vitrales, pero solo sobreviven tres, no sabemos qué sucedió con el que ya no existe.

El vitral más antiguo tiene el escudo mexicano, un águila devorando una serpiente, y dice Universidad Nacional del Sureste, aquella que fundó el 25 de febrero de 1922 el entonces gobernador de Yucatán, Felipe Carrillo Puerto.

Cronológicamente le sigue el vitral que también tiene el escudo de México pero dice Universidad de Yucatán, nombre que se dio en 1938 a la otrora Universidad Nacional del Sureste.

El tercer vitral que sobrevive dice Universidad Autónoma de Yucatán, nombre que la máxima casa de estudios lleva desde 1984. Este vitral, en vez del escudo mexicano, tiene la imagen del territorio yucateco en color verde y un libro sobre el cual dos manos sostienen la Tierra.

Cada vitral se encuentra al final de sendos pasillos de la Facultad de Medicina de la Uady.

3) La terraza MenteMed

Nuestro siguiente destino es la terraza MenteMed, ubicada en un jardín exterior, al que se llega por un pasillo que se encuentra a la derecha del portal de la facultad.

Al final del pasillo primero vemos la tradicional cafetería escolar. Es un local decorado con imágenes de postres y cafés, donde estudiantes y profesores hacen fila para comprar. Luego hay un alto techo de malla sombra, adornado con pasacalles.

Inmediatamente empieza la zona de árboles, pocos, pero suficientes para inundar de color verde la vista. En esta terraza resalta un grupo de plantas en un arriate de piedra, pues lo rodea una barra de madera que hace de mesa, acompañada de sillas altas; detrás hay mesas y sillas resguardadas por una malla sombra sostenida de postes metálicos y, al final, a la sombra de los árboles hay otras mesas y sillas, así como silletas y hasta un sofá tejido de hilos de plástico color naranja.

Qué es MenteMed

Al respecto, Cetina Medina destaca que este comedor al aire libre “es parte de MenteMed, programa que busca el bienestar emocional y mental de todos los estudiantes de la Facultad de Medicina (que imparte tres licenciatura: medicina, nutrición y rehabilitación), quienes pasan meses de muchas exigencias debido a que tratan con personas, no es lo mismo tratar con objetos que con personas, y por lo tanto la responsabilidad (que asumen) es mucha”.

“Con MenteMed buscamos generar estos espacios de bienestar, relajación, para los estudiantes, que puedan tener ese tiempo para ellos en su día a día. Es por eso que hicimos la terraza MenteMed, donde ellos pueden venir y convivir.

“Físicamente sí existía el espacio, pero no tenía las mallas sombra, las sillas, la mesa alrededor del árbol, así que fuimos transformando este espacio para que los estudiantes estén más cómodos también”, indica.

Asimismo, afirma que MenteMed también incluye, entre otras actividades, talleres, conferencias y asignaturas optativas, como una de fitness acuático en la piscina de aquí, que como ejercicio físico ayuda a la relajación cuando hay estrés, y una de huesos, pero no es solo que los alumnos aprendan a hacer un hueso, ya sea en su casa, sino también tiene un trasfondo terapéutico, de relajación, es como hacer una manualidad.

4) Una piscina, dos gimnasios y una cancha de baloncesto

Detrás de la terraza MenteMed se ubica la mencionada piscina, una malla sombra cubre una pequeña parte de la piscina, junto a un muro. A la izquierda hay un gimnasio al aire libre y unos pasos adelante, el local del gimnasio con espejos, carteles, casilleros, bicicletas fijas, pesas y otros equipos.

Somos la única facultad de la Uady que tiene piscina, destaca Cetina Medina. Originalmente, narra, era semiolímpica (25 de largo por 12.50 metros de ancho), se le cortó de siete a 10 m de longitud para hacer el gimnasio y el edificio de medicina del deporte, en este último se alberga a más alumnos y se atiende al público en general.

Los estudiantes usan la piscina y el gimnasio equipado en su tiempo libre entre clases. Para ello hacen una solicitud normal, que es para tener un control de quienes los usan para salvaguardar todos los bienes de la facultad, abunda.

Dos obras y un proyecto

En entrevista aparte, el director de la Facultad de Medicina, Carlos José Castro Sansores, informa que el gimnasio equipado tiene unos 30 años y en 2023 se le hizo una remodelación completa, se puso duela nueva, los equipos se cambiaron o recibieron mantenimiento, y se añadió el semitechado (la malla sombra) de la piscina.

Este año pensamos techar la cancha de basquetbol; la facultad tuvo una cancha de basquetbol y fútbol, con gradas y todos los servicios, pero ese lote se utilizó para construir la Biblioteca de Ciencias de la Salud de la Uady (la cual se abrió en 2006) y nos quedamos sin un espacio deportivo.

Aquí, los alumnos tienen la piscina, el gimnasio y la cancha de baloncesto para practicar algún deporte, subraya el director.

El taller “más taquillero”

En la alberca se realizan clases de MenteMed, como fitness acuático y yoga, para los alumnos, y también dos talleres de la Universidad de Adultos Mayores, quienes se inscriben en la Uady: fitness acuático, que es el más taquillero de toda la universidad, se llena de personas la piscina, y postres saludables, son talleres de unas 12 semanas, detalla. Según la Uady, el nuevo semestre es del 11 de marzo al 12 de junio de 2024.

5) Consultas médicas para el público

Otro dato que destaca Juan Cetina Medina es que la Facultad de Medicina da atención al público en general. “Tenemos una clínica con servicio de diagnóstico médico, hay consultas de medicina familiar, pediatría, cardiología; no están todas las especialidades, sino solo algunas, pero lo que buscamos es contribuir con la sociedad”.

La tarifa es de unos 150 pesos; una consulta de cualquier especialidad (en un consultorio privado) nos puede costar desde 400 pesos, contrasta.

A varias preguntas, responde que la clínica está enfrente de la facultad, en el terreno del hospital O’Horán, el horario es de 8 a.m. a 1:30 p.m. de lunes a viernes, y quienes dan las consultas son médicos y pasantes de Medicina en servicio social porque también se busca que la clínica sea un escenario real para el aprendizaje de los alumnos que ya terminaron la carrera.

Otros espacios de la escuela

En el recorrido, Cetina Medina nos mostró, en el recibidor, la histórica placa de la inauguración del edificio en 1952 y, debajo de ella, la de los 150 años de la facultad (fundada en 1833 en un inmueble de la calle 58 con 63 de Mérida).

En un sitio de honor, en la pared que uno mira al salir de la escalinata que lleva del vestíbulo a la planta alta, se exhiben ocho placas de aniversarios de los egresados de las generaciones 1966-1972, 1971-1977, 1972-1978, 1973-1983, 1975-1981, 1976-1982, 1977-1983 y 1980-1986.

En la planta baja se encuentra el salón “Dr. Maximiliano Canto Méndez”, nombrado en honor de quien fue director de la facultad; alberga retratos de maestros distinguidos de la escuela, todos hombres, y también tiene sus pisos originales de 1946-1952, solo que en color rojo.

En el vestíbulo también hay un reloj de pie, justo donde empieza el pasillo izquierdo que lleva a las aulas y al jardín interior donde hay un busto del científico francés Luis Pasteur.

Mientras que el pasillo derecho, desde el vestíbulo, nos lleva a un jardín interior y a la terraza MenteMed, el de la izquierda nos conduce al muro donde se exhiben las certificaciones nacional y mundial de la escuela, justo enfrente del otro jardín interior, y a los laboratorios de prácticas médicas, donde concluyó nuestra visita.