Especialista del Conacyt asegura que la contaminación que causa la agroindustria no se puede detener, pero prácticas profesionales y cumplir con las regulaciones disminuiría el impacto ambiental
Especialista del Conacyt asegura que la contaminación que causa la agroindustria no se puede detener, pero prácticas profesionales y cumplir con las regulaciones disminuiría el impacto ambiental

Para nadie es un secreto que las zonas urbanas y las que tienen actividad económica agroindustrial, industrial y turística son las más afectadas en lo que a contaminación del agua se refiere, y esto es una consecuencia lógica de que mientras hay más gente que usa más agua, las condiciones de la misma varían.

El doctor Eduardo Cejudo Espinosa, investigador del Conacyt con estudios de contaminación del agua en la Península, refiere que las zonas urbanas tienen una afectación clara, no necesariamente porque haga falta tratamiento de aguas residuales —en muchos lugares los hay y a veces son insuficientes—, sino porque este proceso no se hace de la manera ideal.

“Hay muchas ciudades pequeñas que no tienen tratamiento de aguas residuales convencionales en plantas de tratamiento, eso es una afectación importante, es un pendiente dentro de los muchos pendientes que han identificado los organismos operadores de agua, porque se sabe que hace falta saneamiento”, señala.

Entrevistado en el marco del día del agua, que se conmemoró el 22 de marzo pasado, el especialista considera que el suelo que hay en la Península de Yucatán, de tipo kárstico, detona las zonas de mayor facilidad o factibilidad de contaminación.

Así, asegura que la zona enclavada en el cono sur del estado, así como la ubicada en la zona central, donde confluyen los tres estados, son las menos propensas a contaminarse, porque están más elevadas y los suelos son más desarrollados y amortiguan un poco más la contaminación del agua subterránea debido a sus múltiples capas.

Sin embargo, reconoce que aunque son menos propensas, si no se tiene cuidado pueden contaminarse porque todas las actividades económicas y humanas afectan en distinta proporción y con sustancias diferentes.

El investigador comenta que se suele hablar de la industria en general como un factor contaminante, pero las actividades comunes también pueden afectar el agua.

Aguas residuales

Según diversos estudios de distintas organizaciones, la calidad de agua de la Península de Yucatán es muy variable y las áreas más afectadas son donde se concentran los núcleos urbanos grandes y las zonas de intensa actividad industrial, donde se practica cualquier tipo de industria.

Desde el punto de vista urbano, los principales contaminantes son los desechos que nosotros como personas generamos y que en el tratamiento de aguas residuales se le llama carga orgánica.

Sobre la contaminación de las áreas urbanas, asegura que las aguas residuales son el principal factor, pero no solo por la cantidad que eliminamos, sino por la falta de un tratamiento óptimo.

“Cuando nosotros usamos el agua vertemos en ella productos de cuidado personal, todos nuestros residuos orgánicos y sustancias que usamos en el día a día de limpieza, cuidado personal, para nuestros vehículos y mascotas. En zonas como Cancún, Quintana Roo, donde convergen la zonas turísticas y urbanas, el impacto es la cantidad de gente que genera residuos cotidianos”.

Industria en general

“En la industria en general se impacta al suelo con los desechos producidos por el lavado y desgaste de maquinaria y fugas de aceite. En la industria agropecuaria en general, lo que es toda la agricultura y la ganadería, el mayor impacto son los agroquímicos que se usan tanto para hacer crecer las plantas como para proteger la salud de los animales”, dice.

Cejudo Espinosa detalla que existen dos tipos de contaminantes: naturales y sintéticos. Los primeros, como su nombre lo indica, es posible encontrarlos en la naturaleza en cantidades pequeñas, pero al pasar un proceso de industrialización que eleva sus cantidades, los convierte en un contaminante. Un ejemplo son las heces de los animales.

Los contaminantes sintéticos no se encuentran en la naturaleza, sino que el hombre los coloca ahí, como las diversas sustancias utilizadas en la agroindustria.

En la agroindustria los contaminantes naturales serian el estiércol, en tanto que los sintéticos son todos los agroquímicos usados para mejorar la producción.

En este rubro se ubican los agroquímicos para crecer las plantas, herbicidas para mantener a raya algunas plantas no deseables, insecticidas para controlar a los insectos, e incluso las sustancias que se usan para mejorar la salud y prevenir enfermedades en el ganado.

“Es cierto que una gran parte de estas sustancias son absorbidas por los animales, pero otra la excretan, se desecha, llega al agua y se convierte en uno de los principales contaminantes”.

Los estudios del doctor se han realizado en la zona agroindustrial, donde los contaminantes son de origen natural como lo es el estiércol de ganado.

“El ganado, ya sea que esté confinado o pastando en diversas zonas, produce un residuo orgánico natural que, en las concentraciones en las que se presenta, se convierte en un peligro”, detalla el especialista.— MEGAMEDIA

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