Vecinos del fraccionamiento Piedra Norte en Ciudad Caucel (Yaxnah 4a etapa) finalmente cuentan con energía eléctrica, luego de más de 50 horas sin el servicio, como resultado del descuido de los trabajadores de una constructora.
Como se informó, la noche del martes los vecinos retuvieron a dos empleados de la CFE que llegaron para trabajar en el problema, quienes -además- aseguraron a los vecinos que la constructora no envió un reporte sobre el daño ocasionado, por lo que desconocían que desde el lunes no tenían energía eléctrica.
Los trabajadores permanecieron retenidos por varias horas, hasta que a las 8:30 de la mañana se presentó el personal para los trabajos de reconexión.
Dicho personal intentó tranquilizar a los exaltados vecinos, anunciando que tendrían el simunistro a partir del mediodía, aunque no fue sino hasta las 2:30 de la tarde que esto ocurrió.
Afectaciones por falta de energía eléctrica
En su desesperación, muchos vecinos salieron a buscar refugio en casa de amigos, familiares o hasta un hotel.
Ana C. contó al Diario que trabaja “homeoffice” y tuvo que interrumpir sus labores desde el lunes, cuando se quedó sin energía eléctrica y luego sin datos de telefonía. Aunque su marido le compartió internet desde su teléfono, cuenta que al poco tiempo todos los teléfonos colapsaron.
Otra vecina, María Flores comenta que su horno microondas no funciona más, pues justamente estaba calentando algo cuando hubo el bajón de energía y cuando ésta regresó el aparato ya no volvió a funcionar.
“No es justo, que uno trabaja para tener sus cosas para que estos descuidados las echen a perder”, dijo visiblemente molesta.
En general, los vecinos expresaron su alegría por contar nuevamente con energía eléctrica, aunque ahora se encuentran preocupados de que sus alimentos no estén echados a perder. No se diga de la insulina de algunos otros vecinos que viven con problemas de salud.
Berenice Vargas, quien estuvo pendiente de cada movimiento en representación de los vecinos, refiere que no tuvieron el valor de acercarse las autoridades correspondientes de las empresas responsables, pues mandaron a sus trabajadores y nadie les ofreció una disculpa, mucho menos un acuerdo por los daños causados.
Ahora los vecinos se dispusieron a descansar y posteriormente van a reunirse para un recuento de daños generales.
“Por fortuna ya pasó la pesadilla”, dijo doña Ligia Granados, una señora de la tercera edad que no tiene ningún familiar en Mérida.
