Yucatán tiene hoy día condiciones para consolidar su crecimiento y apuntalar su desarrollo por su situación geográfica, infraestructura y recursos naturales, solo falta darle un decidido impulso a la educación para generar oportunidades de empleo, especialmente a aquellos sectores de la población que solo han terminado su educación básica, manifestó el economista y político Carlos Sobrino Sierra.
La tarde de ayer el ex senador ofreció la ponencia “Diagnóstico y futuro económico y político de Yucatán, ante la nueva era”.
Sobrino Sierra habló en el marco de la primera de las cinco jornadas que conforman la XXXVIII Semana de la Contaduría, cuya temática es “Sostenibilidad y la nueva era en México”.
El Colegio de Contadores Públicos de Yucatán llevan al cabo estas actividades desde ayer y hasta el viernes 25 de este mes en el hotel Holiday Inn de Mérida.
Durante los cinco días habrá igual número de temáticas a abordar a cargo de especialistas en sus respectivos campos de competencia.
Ayer el tema giró en torno a “Sostenibilidad” y hoy será “La nueva era fiscal”. Los últimos tres temas serán “Nueva figura del seguro social”, “Finanzas” y “La nueva era de México” para mañana, el jueves y el viernes, respectivamente.
Sobrino Sierra hizo una revisión histórica del desarrollo de infraestructura en Yucatán, sobre todo aquella que fue determinante para desarrollar la industria henequenera, centrándose en los puertos que eran clave y punto de partida de la fibra hacia Estados Unidos, el Caribe y Europa.
Mientras la red carretera nacional no lograba crear un trazo viable entre Tabasco y Campeche, la transportación marítima fue la forma más rentable para exportar la fibra de henequén.
Con la modernidad que desplazó a la fibra natural el negocio se fue acabando y Yucatán pronto resintió las consecuencias de haber cifrado todos sus esfuerzos en esta industria.
“Cuando se acabó la industria del henequén, aquellos hombres del campo que trabajaban en el cultivo de esta planta tuvieron que emigrar a la costa y capacitarse para convertirse en pescadores”, explicó el ponente.
Algunos más emigraron al polo turístico de Quintana Roo para trabajar como albañiles y más tarde como empleados del sector turismo; otros más emigraron a otro país, refirió.
“Las obras de infraestructura que llevaron a Yucatán al siglo XXI, incluyendo la primera ampliación del puerto de altura en Progreso, fueron detonantes para lo que sería una nueva oportunidad para el desarrollo de Yucatán, la llegada de importantes empresas ofreciendo empleo, especialmente en el interior del estado”.
“Las maquiladoras prepararon su mano de obra y recursos humanos adecuados a las necesidades de las mismas, lo que abrió nuevas posibilidades a aquellos habitantes del interior del estado que no poseían los conocimientos ni las herramientas para obtener un empleo redituable”.
“Política y economía son como un matrimonio de características singulares”, apuntó. “La política es subjetiva, pero la economía es exacta”.
“Un sano equilibro entre la administración pública y el manejo de los recursos económicos es lo deseable; las nuevas autoridades federales y estatales tienen ante sí el reto de terminar lo que ofreció la administración de Andrés Manuel López Obrador para con el puerto de altura de Progreso, la ampliación del mismo y la integración de éste a la red ferroviaria para crear una conexión con el ferrocarril del istmo”.
Así se estarán creando condiciones de desarrollo que para consolidarse deben estar reforzadas en la educación y formación de recursos humanos y mano de obra calificada, especialmente en el interior del estado donde muchas industrias y negocios pueden sentar sus operaciones, agregó.
En su intervención Sobrino Sierra presentó algunos datos sobre la desigualdad de las oportunidades de trabajo en la entidad.
Según aseguró, el 9.3% de la mano de obra ocupada en Yucatán labora en el campo; 11% en construcción y 9.5% realizan actividades diversas, pero un 47% son prestadores de servicios, transportistas, burócratas federales y estatales y personal al servicio del Estado (ya sea a escala federal, estatal o municipal), lo que significa que hay más personas administrando el funcionamiento del estado que generando desarrollo, crecimiento económico o produciendo.
La segunda ponencia de la jornada se tituló “Normas de Información de sostenibilidad y su conectividad con las Normas de Información financiera”.
A cargo estuvieron María Pineda Barragán, representante del Consejo de Normas de Información Financiera en los grupos técnicos de trabajo nacional e internacional, y Jéssica Magaña López, investigadora líder en normas de información sostenible de ese consejo.
En la parte final de la jornada, el campeón yucateco de nado en aguas abiertas Carlos Franco Cantón ofreció la charla motivacional “Que no te dé frío”, enfocada a que las personas superen sus miedos y se fijen metas a alcanzar con esfuerzo, dedicación, pasión y empeño.— Emanuel Rincón Becerra
Actividades Semana de la Contaduría
El Consejo de Normas de Información Financiera fue parte de las jornadas de ayer.
Institución
El Consejo de Normas de Información Financiera es una institución privada sin fines de lucro que se conforma por 14 organismos asociados del rubro económico y financiero. Fundado en 2001, se dedica a dictar las normativas de información financiera confiables y promover su uso adecuado. Para sustentar su existencia, sus fuentes de recursos son donativos, venta de libros y participación en foros de discusión.
Más que datos fiscales
La contadoras María Pineda Barragán y Jéssica Magaña López destacaron que la información financiera de las empresas no debe limitarse a los estados de cuenta, patrimonios, utilidades, deudas, compromisos fiscales, etcétera; hoy día existen datos complementarios que tienden a dar una visión del futuro sostenible de la empresa para potenciales inversionistas, acreedores e incluso al gobierno, lo que le permite trabajar en políticas tendientes a apoyar el crecimiento sustentable de las empresas, incluyendo la generación de empleos y el impacto que aquellas tienen en las comunidades.
