MÉRIDA.- El icónico Pikachu, cuyo nombre nace de las palabras japonesas “pika”(chispa eléctrica) y “chu” (sonido de ratón), volvió a unir corazones en Mérida.

Durante la tarde de ayer y hoy, el muelle Lago Sur del Parque de la Plancha se transformó en el escenario de la Pokeboda, un evento único donde parejas de fans del universo Pokémon celebraron su amor con un toque de fantasía y diversión. 

Celebran las “Pokebodas” en el parque de La Planca

Varias parejas, algunas acompañadas de familiares y amigos, participaron en esta ceremonia simbólica dirigida por un “juez Pokémon”, quien al finalizar les entregó un certificado oficial de matrimonio Pokémon.

Los más entusiasmados fueron los niños, quienes disfrutaron de la magia del evento, mientras las parejas compartían risas y promesas bajo un ambiente lleno de color. 

Carla y Fernando, con cuatro años de relación y planes de boda en camino, aprovecharon la ocasión para celebrar su próximo aniversario.

Acompañados de sus dos mascotas, destacaron la importancia de mantener viva la llama del amor:

“La clave está en las citas espontáneas, disfrutar cada momento, crear recuerdos y seguir al corazón, no a las opiniones ajenas”, compartieron entre sonrisas.

Por su parte, Fátima y Félix sorprendieron al llegar al altar disfrazados de Pikachu. Tras cuatro años de relación, aseguraron que eventos como este son ideales para combinar el amor con la diversión:

“Casarse en La Plancha no solo aviva el amor, ¡sino que te hace sentir como en un sueño!”, expresó Félix. 

Bazar oriental y bodas al estilo Pokémon, en Mérida

Durante la tarde, en la explanada del parque se pudo disfrutar del bazar temático con comida oriental, souvenirs y artículos coleccionables, que encantó a los asistentes.

Aunque el clima fresco y ventoso acompañó la tarde, el ánimo de los visitantes no se apagó, especialmente al tratarse de un fin de semana largo. 

La Pokeboda demostró una vez más que el mundo Pokémon trasciende generaciones, uniendo a pequeños y adultos en torno a la magia, el cariño y, por supuesto, las chispas eléctricas de Pikachu.

Una celebración que sin duda dejó recuerdos imborrables en todos los entrenadores del amor.

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