Hace casi cuatro décadas, en un local prestado, comenzó la historia de la que hoy es una de las firmas contables más sólidas del sureste del país: G Herrera Consulting.
Su fundador, Gerardo Antonio Herrera Novelo, recuerda que la historia del despacho comenzó en mayo de 1986, hace 39 años.
“Empecé con un ayudante y cuatro contabilidades que me cayeron, en un local que me prestó la empresa donde yo trabajaba como administrador”.
G Herrera Consulting, los inicios de un emprendedor
En entrevista con el Diario, recuerda que la empresa en la que laboraba tuvo dificultades financieras y lo liquidó, pero le dejaron dos contabilidades, lo que marcaría el arranque de su camino como emprendedor.
Antes, Herrera Novelo trabajó como auditor en el Instituto Mexicano del Seguro Social. “Después de 5 años, me di cuenta que no era lo mío, yo quería trabajar en empresas o algo parecido”, recuerda.
Así fue como aceptó una invitación para integrarse a una empresa de sistemas de riego, en la que tuvo un impacto inmediato: “Esa empresa había vendido como 10 millones de pesos (…) Ese año cerró con 100 millones de ventas”.
Tras la muerte del dueño de la empresa, vinieron tiempos complicados, por lo que Herrera Novelo tomó la decisión de dedicar un año a probar suerte en lo que verdaderamente había estudiado: la Contaduría.
Fue así como surgió G Herrera “y gracias a Dios, al año estaba yo muy contento porque ya había crecido bastante”, cuenta. Desde entonces, el despacho se ha consolidado como una organización referente en el ámbito contable, fiscal y de auditoría.
El logro: ser una firmas contables más sólidas del sureste del país
Hoy, G Herrera Consulting cuenta con un equipo de 70 personas y una cartera de entre 250 y 300 clientes, con presencia en Quintana Roo, Campeche y Ciudad de México.
La firma ofrece servicios que abarcan contabilidad, auditorías (financieras, fiscales, del IMSS y sobre nómina), asesoría fiscal, ley antilavado y trabajos especiales como devoluciones de IVA.
El crecimiento del despacho ha sido constante, pero sin perder la filosofía de cercanía y formación interna que lo ha caracterizado desde el principio.
“La política mía es repartir siempre proporcionalmente a los empleados”, explica el director.
Esa filosofía se traduce en participación directa de los colaboradores en los honorarios de los trabajos que realizan.
“Desde el estudiante que me ayudaba, yo le daba una proporción… para que se motivara y cuidara el trabajo“.
Uno de los mayores orgullos del director es haber formado a su equipo desde cero.
“Tanto los socios como los supervisores se formaron en el despacho… hoy en día todos empezaron de estudiantes”.
Esa apuesta por la formación ha hecho del despacho una auténtica escuela para los jóvenes contadores.
“Aquí es como una segunda escuela… Muchos dicen: ‘aprendo más acá que en la clase que me da en la escuela’”.
De estudiantes a socios
Actualmente, el despacho tiene otros cinco socios, tres de ellos formados desde los inicios: el contador Heriberto Uicab, especializado en municipios y cuenta pública; Juan Colonia Vargas, experto en auditorías; y Humberto Medina Tzab, fiscalista y especialista certificado en la ley de protección al lavado de dinero y el nuevo requerimiento de beneficiario controlador.
A ellos se suman los hijos del director, Gerardo y Rossana Herrera Marín, también contadores y hoy pilares administrativos y fiscales de la firma.
39 años de historia, y “de hacer las cosas bien”
La sede actual, ubicada en el número 157-A de la calle 23 con 36 de la colonia Buenavista, fue adquirida en 2021 y remodelada para consolidar todas las operaciones en un solo lugar.
“Nos pasamos en octubre pasado”, explica Herrera. Antes, el equipo trabajaba en dos inmuebles distintos, situación que dificultaba la logística diaria.
Para Herrera Novelo, el secreto del éxito radica en una filosofía simple: hacer bien las cosas.
“Nuestra arma fuerte es que cumplimos y cumplimos siempre”, dice con convicción. Y esa misma seriedad la exige a todo su equipo: “Nunca jamás puede nadie del despacho decir: ‘No estoy'”, afirma.
“Un cliente extranjero me habló un 25 de diciembre a las 9 de la mañana y le contesté. O sea, estamos siempre”.
Saber adaptarse, clave para la consultoría
La firma ha enfrentado retos técnicos y normativos a lo largo de los años, incluyendo reformas fiscales complejas en los años 80.
“Recuerdo los años 87, 88, que hubo un cambio muy fuerte de la ley… fueron años muy complejos”, comenta. Pero también ha sabido adaptarse y brindar soluciones eficaces a empresas en crisis.
“De pronto agarramos una empresa de cabeza, completamente de cabeza. Y en tres, cuatro o cinco meses la dejamos en orden”.
Herrera Novelo también es crítico del estrés que suelen manejar las grandes firmas internacionales, conocidas como “Big Four”: “Yo tengo amigos que trabajan o trabajaron en ese tipo de firmas… los veo con ronchas, y me dicen que es por el estrés”, comenta.
Por el contrario, en G Herrera Consulting la regla es distinta: “Nunca agarramos más de lo que podemos hacer”, y lo ilustra con una metáfora: “Tú puedes comer un sándwich hoy y te sientes lleno… pero no puedes comer 10 sándwiches el primer día porque te vas a enfermar“.
Para el contador Herrera, el éxito no ha sido planeado, sino que es resultado de trabajo, perseverancia y un equipo comprometido.
“La verdad, nunca he planeado yo nada. Se va dando solo”, confiesa. “Creo que he tenido una visión para hacer las cosas correctamente, pero sin el personal adecuado no lo hubiese yo logrado”.
A 39 años de haber iniciado con apenas cuatro clientes y un ayudante, G Herrera Consulting no solo ha crecido en tamaño, sino también en reputación.
“Yo sé que en el medio dicen que cuando la persona viene de G Herrera es una garantía”, afirma Herrera Novelo.
