Mientras unos se regularizan, otros quieren continuar
TAPACHULA (EFE).— Miles de migrantes varados en Tapachula, Chiapas, buscaban ayer salir en una nueva caravana, a la vez que el Instituto Nacional de Migración (INM) trasladará a parte de ellos en autobuses a otros estados, para regularizar allí su estancia.
Los migrantes llevan días durmiendo en las inmediaciones de un estadio, ahora reconvertido en centro de atención, esperando a que el INM les atienda y les traslade a una decena de estados ara continuar sus trámites y obtener una tarjeta de visitante por razones humanitarias.
Pero la impaciencia se ha apoderado de muchos de ellos tras días, e incluso semanas, pernoctando en condiciones precarias.
El INM informó el pasado martes que integrantes de una caravana que salió apenas el 18 de noviembre pasado de Tapachula, Chiapas, determinaron en el municipio de Mapastepec suspender su marcha y entregarse a las autoridades.
Pero ahora, muchos de ellos buscan retomar el camino otra vez desde Tapachula, pues desconfían de las autoridades.
Franki Mirabal, un migrante cubano, aseguró que van a salir unas 3,000 personas y que ya están organizados y coordinados.
“En el estadio la situación es precaria, hay niños y mujeres, y no hay sombra ni agua para hidratarse”, dijo.
Los migrantes han improvisado con palos y mantas casas de campaña para taparse del sol, ya que se les ha terminado el dinero para pagar la renta de una casa.
Los haitianos ocupan el 70% de los tramites ante las autoridades migratorias y, en señal de protesta, se han manifestado en varias ocasiones, tensando todavía más la situación.
Demi es uno de los miles de haitianos que se ha encargado de organizar a los migrantes y explicó que se encuentran desesperados para salir de Tapachula, que consideran una cárcel para ellos.
Héctor Martínez Castuera, director general de Coordinación de Oficinas de Representación del INM, dijo que desde anteanoche se empezaron a trasladar a las familias migrantes a 10 estados del país.
Serán 15 camiones los que deberán salir todos los días con migrantes de Haití, Centroamérica y otros países para hacer frente a la crisis migratoria que existe en Tapachula desde hace meses.
A su vez, los migrantes pidieron al alto funcionario del INM que se envíe a la Guardia Nacional para que ayude a organizar estos tras-lados por nacionalidades, y así evitar que se genere el caos.
Mientras tanto, la caravana que está en Veracruz avanzó ayer un poco más, pero el cansancio hizo que, como ha acontecido en días pasados, varias decenas de personas se entregaran a las autoridades migratorias.
De esta manera, se estima que ahora este contingente, que ha avanzado más de 600 kilómetros y lleva más de un mes en ruta, está constituido solamente por unas 300 o 400 personas.
Los migrantes salieron ayer del municipio de Juan Rodríguez Clara rumbo a la localidad de Isla, unos 25 kilómetros más adelante.
Mientras que durante el camino se llenó un autobús de 40 migrantes que se entregaron al grupo de apoyo del INM, bajo la promesa de ser regularizados en distintos estados del país.
Acnur Presión
Acnur reconoce la “creciente presión” en México por la llegada de migrantes.
Necesidades complejas
“México se encuentra hoy bajo una creciente presión con la llegada continua de personas con necesidades distintas y cada vez más complejas a sus dos fronteras”, declaró el alto comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), Filippo Grandi.
Ofrece seguir apoyando
El alto comisionado prometió que la Acnur “continuará apoyando”, al citar que la agencia tiene un programa de integración local y de reubicación del sur al norte del país que ha beneficiado a más de 14,000 personas refugiadas.
