Migrantes descansando en el albergue La Casa del Peregrino

CIUDAD DE MÉXICO (EFE).— Tras su accidentada llegada a la Ciudad de México, varios migrantes pidieron ayer que el gobierno federal regularice la situación migratoria de muchos miembros, en tanto que otros se preparan para partir hacia Estados Unidos.

Según las autoridades capitalinas, la caravana que salió en octubre de Tapachula, Chiapas, y llegó la noche del domingo a la Ciudad de México, está formada por 321 personas.

La mayoría de los migrantes centroamericanos y haitianos tiene claro que quieren llegar a Estados Unidos, pero muchos creen que quedarse, al menos un tiempo, en la ciudad de manera regular podría ser buena opción.

“Posiblemente estaremos unos días aquí en el campamento, depende si nos van a entregar papeles y supuestamente arreglar este problema”, dijo a EFE Germán Sánchez, de 55 años y proveniente de Honduras.

“Sería una buena idea, ¿cómo no nos vamos a sentir alegres?”, continuó Sánchez, quien pidió al gobierno de Andrés Manuel López Obrador y al Instituto Nacional de Migración (INM) apoyo y que les resuelvan su situación migratoria en México.

Muchos salieron de Tapachula por los retrasos en los trámites migratorios y esperan que el gobierno federal les otorgue su residencia permanente en México.

El grupo reducido, que inició formado por miles de personas, llegó el domingo a la capital, donde se encontró con un fuerte dispositivo policial que les impidió el paso y con el que se enfrentó con palos y piedras.

Finalmente, las autoridades levantaron el bloqueo y ofrecieron autobuses a los caminantes para que pudieran cumplir con su objetivo: llegar a orar a la Basílica de Guadalupe.

Después pasaron la noche en la Casa del Peregrino, que se habilitó con colchonetas y mantas y se ofrecieron alimentos y atención médica.

Descanso

Además, anteanoche pudieron dormir sobre catre para no sentir mucho frío y el cansancio acumulado de los caminantes se redujo.

“Lo bueno es que ahorita estamos descansando porque sufrimos bastante en el camino, aguantamos hambre, y por la gracia de Dios estamos descansando, pero solo Dios sabrá cual va a ser nuestro destino”, dijo a Efe Maryuri del Carmen Escobar, una joven de 20 años procedente de Honduras que prevé que el hijo que espera nazca la próxima semana.

Otros miembros de la caravana afirmaron que pudieron descansar y agradecieron a las autoridades.

Asimismo, los migrantes están felices de recobrar fuerzas para, entre todos, decidir qué viene ahora.

“Pues fue un alivio llegar hasta acá porque todo el camino fue doloroso (…) Nos han atendido bien: con comida, agua, bebida, café, fruta”, consideró Angie Ohana, hondureña de 28 años cuyas dos hijas esperan en Guatemala.

Los dirigentes de la caravana se reunirían ayer con funcionarios de la Secretaría de Gobernación, la Secretaría de Gobierno de la Ciudad de México y la Comisión de Derechos Humanos para exponer sus peticiones y tratar de llegar a acuerdos.

Operación Zafarrancho

Las autoridades dijeron que se revisará el operativo policial que derivó en un enfrentamiento.

Cifras

Desde la llegada en enero pasado de Joe Biden a la Casa Blanca, la región vive un flujo migratorio sin precedentes, pues México ha interceptado a 228,115 migrantes y ha deportado a 82,627 de enero a octubre de 2021.

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