NUEVA YORK.- “Por 45, todos en 35 hasta nueva orden”, esas eran las órdenes que, según el testimonio de un expolicía federal en el caso contra el exsecretario de Seguridad Pública Genaro García Luna, se transmitían a través de la radio en el aeropuerto de Ciudad de México cada vez que una maleta con droga o dinero llegaba o salía.
El proceso contra García Luna, exsecretario de Seguridad durante el sexenio de Felipe Calderón (2006-2012), inició el pasado lunes 23 de enero con los testimonios del narco Sergio Villarreal Barragán, “El Grande”, que aseguró que presenció el pago de sobornos al exsecretario mexicano; posteriormente declaró Tirso Martínez ‘El futbolista’, sin embargo el juez desechó el testimonio al calificarlo de rumores. Ayer testificó Óscar Nava Valencia, alias “El Lobo Valencia“.
Hoy martes el expolicía Raúl Arellano Aguilera, compareció como testigo de la Fiscalía, aseguró que en lenguaje policial, este código significaba que “por una orden superior (45)” debían dejar de actuar (35) temporalmente.
Según el testigo, cuando llegaba esta directriz, que solía estar vigente entre una y dos horas y que era emitida “una o dos veces por semana”: “Tenía que permanecer en mi área sin hacer revisiones o detenciones“.
Raúl Arellano explicó que cuando empezó a trabajar en el aeropuerto, en 2007, estas órdenes le extrañaron, y pronto descubrió que estaban relacionadas con el trasiego de droga y dinero y que coincidían con la llegada de vuelos de Centroamérica y con la salida de aviones hacia Estados Unidos y algunas veces a Europa.
Cuestionado por la Fiscalía, contó que un grupo de policías, entre ellos el “número dos” de la seguridad del aeropuerto, que identificó como “Israel Espinosa”, se ausentaba durante la vigencia de esas instrucciones dadas por radio y volvían después con claras expresiones de alegría.

Además relató que en el comedor, estos policías, a los que se refería como el grupo “especial” decían que había la pasado “la maleta” sin problemas y se referían a dichas valijas como la 7-9 o la 40, que, de acuerdo al testigo, también eran códigos policiales que indicaban droga y dinero respectivamente.
“Agentes especiales de la PF hablaban regularmente de que maletas con 79 (droga) y un 49 (dinero) habían logrado entrar o salir del aeropuerto de CDMX. Llegaba cocaína de Colombia y Europa. El aeropuerto era del narcotráfico”.
El expolicía dijo que les escuchó decir en una ocasión: “Que todos estaban contentos, hablaban del jefe Genaro, Facundo y Cárdenas, todos recibieron su parte“, dejando entrever que dichos responsables políticos estaban implicados en el tráfico de drogas que pasaba por el aeródromo.
Aguilera se refería a Genaro García Luna, al excomisionado de la Policía Federal Facundo Rosas Rosas y al también exdirectivo de este cuerpo de seguridad Luis Cárdenas Palomino.
Según varios testigos colaboradores de la Fiscalía que han comparecido en el Tribunal Federal de Distrito Este de Nueva York, los narcos Sergio Villarreal Barragán, alias El Grande, y Jesús “El Rey” Zambada supervisaban el tráfico de drogas en el aeropuerto de ciudad de México para el cártel de Sinaloa.
Cabe resaltar que las autoridades estadounidenses acusan a Genaro García Luna de haber aceptado millones de dólares en sobornos a cambio de ayudar al poderoso cártel de Sinaloa a mover droga y a evitar la captura de sus integrantes. La Fiscalía de Estados Unidos alega sobre García Luna que era muy evidente que aceptó decenas de millones de dólares, a menudo metidos en maletines.
