Mérida, Yucatán.- La reconfiguración del mapa del narco de México 2025 acecha a Yucatán, considerado el estado más pacífico de México, pues especialistas en el tema advierten un reacomodo de los grupos criminales que podría minar la tranquilidad en la Península.
Conviene precisar que el informe National Drug Threat Assessment 2025 (Evaluación Nacional de la Amenaza de las Drogas 2025) de la DEA (Drug Enforcement Administration) señala que en Yucatán hay presencia criminal “significativa” del Cártel de Sinaloa y solo “presencia” del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Y reportes periodísticos del Diario apuntan que la entidad ha sido más considerada como refugio de líderes criminales, y 2024 fue un año con varias capturas de jefes de plaza que operaban vía remota.
Aunque también en este año se han reportado numerosos cateos en el norte de Mérida (entre otras zonas) y también en Progreso (además de otros municipios), realizados por la Guardia Nacional, el Ejército y la Fiscalía General de la República (FGR) por almacenamiento y venta de drogas en los primeros meses de este 2025.
PARA ENTENDER MEJOR: Un delito que crece en Yucatán: en 2024 sumó 462 casos de narcomenudeo
Aún así, comparado con otros estados, Yucatán goza de cierta tranquilidad; sin embargo, el especialista en seguridad nacional Ghaleb Krame, dijo a Luis Chaparro en su programa Pie de Nota, que Quintana Roo es uno de los estados que se perfila como una de las zonas críticas para la operación del crimen organizado, por lo que la cercanía agudiza la vulnerabilidad.
En el diálogo durante el programa Pie de Nota, que se transmite en YouTube, indica los estados de Colima, Nayarit y Quintana Roo están perfilándose como las próximas zonas críticas para la operación del crimen organizado.
De acuerdo con el también experto en temas de narcotráfico, los primeros indicios del reacomodo criminal en estos estados comenzarían a notarse en los seis y ocho meses próximos y se debe principalmente a la “atomización y fragmentación de los cárteles en pequeñas células delictivas”.
HISTORIA RELACIONADA: Procesan a “El Chaparrito”, líder del CJNG detenido en Mérida: ¿qué hacía en Yucatán?
Y es que tras una serie de operativos de las autoridades mexicanas y agencias estadounidenses contra las dos facciones del Cártel de Sinaloa (Los Chapitos y Los Mayos) y CJNG en entidades del norte del país, analistas advierten que la presión podría desplazar las operaciones hacia nuevas regiones
Esto incluye a la Península de Yucatán, donde se ubica Quintana Roo y tampoco es una novedad, pues en el estado vecino de Yucatán se registra una creciente violencia criminal donde destaca la venta de drogas y la extorsión.
Nuevas rutas, nuevas disputas
Estos tres estados comparten características estratégicas que los vuelven especialmente vulnerables, añade el especialista: en el caso de Colima, el puerto de Manzanillo representa un nodo logístico clave para el tráfico internacional.
La estimación se basa en un modelo de simulación criminal desarrollado con inteligencia artificial, el análisis de datos del informe 2025 de la DEA (Drug Enforcement Administration) y eventos recientes como decomisos, arrestos y procesos legales en curso.
El resultado sería una reactivación de focos delictivos en estados que, hasta ahora, mantenían un control más estable o menor visibilidad.
- Nayarit, por su parte, ofrece un corredor costero discreto entre Jalisco y Sinaloa.
- Y Quintana Roo, con su intensa actividad turística, permite el flujo de recursos financieros y una creciente red de narcomenudeo.
TE PODRÍA INTERESAR: Detienen en Mérida a otro líder de grupo criminal, ahora de Tabasco
En opinión de Krame, el desmantelamiento parcial de redes criminales en el norte ha generado vacíos de poder que otras células, o facciones reconfiguradas, estarían dispuestas a ocupar.
Con ello se infiere que el crimen organizado no opera en vacío: cuando una zona se satura de operativos y vigilancia, las redes se adaptan, migran y rearman en lugares con menor presión institucional.
El desplazamiento no implica una salida total de las zonas actuales, sino una ampliación de territorios de influencia, con nuevos frentes de violencia, logística y corrupción.
Este reacomodo, de confirmarse, significaría una expansión sigilosa, pero sostenida.
Atomización criminal y mutación operativa
Además del desplazamiento territorial previsto en regiones del sureste de México y occidente, la reconfiguración criminal también podría implicar una transformación interna en la estructura de los cárteles, según interpretaciones del fenómeno observadas por analistas.
LEE: Líder criminal detenido en Mérida, a proceso: quién es, de qué lo acusan
Si bien Ghaleb Krame no se refirió directamente a una fragmentación organizativa, su evaluación sí apunta a una diferenciación clara entre las capacidades operativas de las principales facciones del Cártel de Sinaloa.
Los Chapitos vs. Los Mayos
Mientras Los Chapitos aparecen más expuestos, golpeados por arrestos y presiones judiciales, Los Mayos mantienen —en palabras del especialista— una “transición más directa” y mandos regionales más cohesionados, lo que permite una expansión “lenta pero estable”.
Esta asimetría, unida al ingreso de otros grupos como el CJNG y el Cártel de Caborca, ha dado lugar a nuevas tensiones territoriales y redistribuciones de poder en distintos puntos del país.
Aunque Krame no detalló economías ilícitas específicas ni dinámicas locales de violencia, los movimientos que describe pueden derivar en conflictos más localizados por el control de rutas, puntos logísticos y economías criminales como el narcomenudeo o la extorsión, especialmente en estados con debilidad institucional.
- El caso de Sonora es un ejemplo de cómo el crimen organizado se adapta ante la presión operativa. De acuerdo con datos del National Drug Threat Assessment 2025, ese estado concentra el 65% del fentanilo decomisado en la frontera sur de Estados Unidos.
Además, ahí operan los 5 principales grupos criminales del país (Cártel de Sinaloa, CJNG, Cártel de Caborca, Cártel del Noreste y remanentes de los Beltrán Leyva), situación que ha derivado en una escalada de violencia estructural.
Krame señala en el primer trimestre de 2025, Sonora registró cerca de 700 desapariciones y 346 homicidios dolosos, según el recuento presentado por el especialista.
Esta desproporción sugiere una mutación operativa en las formas de ejercer violencia, con menos asesinatos visibles y más desapariciones forzadas, lo que complica la respuesta institucional.
La impunidad también agrava la situación: solo uno de cada cien delitos llega a juicio, indicó Krame.
TE RECOMENDAMOS LEER: Caen en Yucatán líderes criminales: quiénes son y qué hacían
Irrumpe el carfentanilo y también acecha a la Península de Yucatán
El especialista también alertó sobre el riesgo emergente del carfentanilo, un opioide sintético aún más letal que el fentanilo, cuya presencia ya ha sido detectada en decomisos recientes en Estados Unidos.
Si esta sustancia ingresa a México, estados con alta conectividad internacional como Quintana Roo, en la Península y Colima podrían ser especialmente vulnerables a su distribución, por ser lugares de gran afluencia turística.
Tecnología y predicción del crimen
Para construir este escenario, Krame ha desarrollado simulaciones predictivas con inteligencia artificial, que cruzan variables diversas.
En este modelo, los tres estados: Quintana Roo, Colima y Nayarit aparecen sistemáticamente como entidades con alta probabilidad de reacomodo criminal en el corto plazo, que por extensión podría afectar a sus estados circunvecinos.
Aunque se trata de un modelo de prospectiva, el especialista afirma que las simulaciones han mostrado alta precisión en años anteriores.
Y advierte que las señales preliminares ya están visibles: células operando en Cancún, movimientos en Tepic y reportes de nuevos grupos en Manzanillo refuerzan el pronóstico.