FOTODELDÍA/ MEX1690. COATZACOALCOS (MÉXICO), 30/08/2019.- Expertos forenses continúan este viernes con las investigaciones en el bar El Caballo Blanco, en la ciudad de Coatzacoalcos, en el estado de Veracruz (México). Una nueva masacre en México, perpetrada por un ajuste de cuentas entre grupos criminales en un bar del estado de Veracruz, demostró esta semana que el narcotráfico sigue matando, frente a una insuficiente estrategia de seguridad del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador. EFE/Ángel Hernández

MÉRIDA.- De acuerdo con el Instituto para la Economía y la Paz (IEP), órgano internacional con sede en Sidney, Australia, es destacable reconocer que dentro de un México violento, con múltiples homicidios, impunidad y corrupción, Yucatán resalta como el estado más pacífico y, además, por octavo año consecutivo.

Según la reciente edición del estudio “Índice de Paz México”, los estados mexicanos más violentos fueron Guanajuato, Morelos, Baja California y Quintana Roo. En contraste, Yucatán fue de nuevo el estado más pacífico, seguido de Tlaxcala, Durango, Chiapas y Nayarit.

También destacan en ese estudio que en lo llamado Paz Positiva, a escala subnacional, el Índice de Paz Positiva México identifica variaciones en la resiliencia social entre las 32 entidades del país, donde Nuevo León, Nayarit, Yucatán, Querétaro y Sinaloa registraron los niveles más altos.

En contraste, Morelos, Guerrero, Tabasco, Puebla y Oaxaca presentaron los niveles más bajos de Paz Positiva.

De igual manera, en lo económico Yucatán destaca de la siguiente manera:

“El impacto económico per cápita varió considerablemente entre los estados el año pasado, desde 12,309 pesos en Yucatán hasta 89,916 pesos en Colima. Delitos con violencia, incluyendo robo, asalto, violencia sexual y delitos cometidos con armas de fuego, fue el único rubro de costo que mostró una disminución en 2024”.

El estudio precisa que lo anterior es más relevante en favor de Yucatán si se toma en cuenta que “el costo económico de los niveles extremos de violencia en México es alarmante”.

El Instituto para la Economía y la Paz (IEP) es un grupo independiente de expertos, no partidista y sin fines de lucro dedicado a cambiar el enfoque mundial hacia la paz como una medida positiva, alcanzable y tangible del bienestar y el progreso humanos.

Se informa que el IEP logra sus objetivos al desarrollar nuevos marcos conceptuales para definir la paz, suministrar parámetros para medir la paz y descubrir las relaciones entre las empresas, la paz y la prosperidad. También promover una mejor comprensión de los factores culturales, económicos y políticos que crean la paz.

El IEP tiene su sede en Sidney, con oficinas en Nueva York, Estados Unidos; Bruselas, Bélgica; La Haya, Holanda; Ciudad de México, México, y Nairobi, Kenia. Trabaja con una amplia gama de socios a nivel internacional y colabora con organizaciones intergubernamentales en la medición y la comunicación del valor económico de la paz.

Medición integral

El Diario tuvo acceso a la duodécima edición del Índice de Paz México (IPM), elaborado por el IEP, donde se proporciona una medición integral de la paz en el territorio, con tendencias, análisis y estimaciones del impacto económico de la violencia, y se precisa que la metodología del IPM se basa en el Índice de Paz Global (IPG), la medición más importante de la paz en el ámbito mundial, elaborado anualmente por el IEP desde 2007.

Al inicio de este documento se explica que el IPM se compone de 12 subindicadores agrupados en cinco indicadores principales.

En ellos se expone que la paz en México mejoró un 0.7% en 2024, marcando el quinto año consecutivo de mejora moderada, después de cuatro años de deterioro pronunciado, ya que el año pasado, 18 estados mejoraron su calificación en el IPM, mientras que 14 registraron deterioros.

“Colima se mantuvo como el estado menos pacífico del país por tercer año consecutivo, ya que volvió a registrar más de 100 homicidios por cada 100,000 habitantes, por mucho la peor tasa de homicidios del país. Los siguientes estados más violentos fueron Guanajuato, Morelos, Baja California y Quintana Roo”.

Pero resaltan en este informe que, “en contraste, Yucatán fue nuevamente el estado más pacífico de México por octavo año consecutivo, seguido de Tlaxcala, Durango, Chiapas y Nayarit”.

Esto, comentan, es a pesar de las mejoras moderadas registradas en los últimos cinco años, México es considerablemente menos pacífico que en 2015.

“En ese período la paz en el país se ha deteriorado un 13.4%, con muchos indicadores de delincuencia significativamente más altos que hace una década”.

“Por ejemplo, la tasa de homicidios es 54.7% más alta que en 2015, mientras que la tasa de delitos cometidos con armas de fuego ha aumentado 71.2%”, citan.

Al entrar en detalles informan que “la actividad de la delincuencia organizada sigue siendo el principal impulsor de los niveles extremos de violencia en México. Desde 2007, el número anual estimado de homicidios vinculados a organizaciones criminales se multiplicó por más de seis, pasando de aproximadamente 3,000 muertes al año a cerca de 18,000 el año pasado”.

“En contraste, los homicidios no asociados con la delincuencia organizada muestran pocos cambios en ese mismo periodo”.

Relación bilateral

Se explica que gran parte de esta violencia ocurre en el contexto de la compleja relación entre México y Estados Unidos, en particular por las actividades de los cárteles mexicanos para abastecer la demanda del enorme mercado estadounidense de drogas ilícitas, especialmente fentanilo.

“La gran mayoría de los flujos de bienes y personas a través de la frontera México-Estados Unidos son legales, regulados y mutuamente beneficiosos. Sin embargo, en la última década los flujos transfronterizos ilegales de drogas, armas y dinero tienen consecuencias devastadoras en ambos países”.

En México alimentaron niveles extremos de conflicto armado entre grupos de la delincuencia organizada en amplias regiones del país; en Estados Unidos se asociaron con decenas de miles de muertes por sobredosis de drogas”.

Además, agregan, los recientes aumentos en el flujo de migrantes internacionales no autorizados hacia el norte tienen efectos desestabilizadores para ambas naciones, al generar tensiones diplomáticas y divisiones políticas internas.

Las estadísticas de los últimos tres años sugieren que algunos de estos flujos no autorizados o ilícitos —en particular los relacionados con migrantes y drogas— podrían haber alcanzado su punto máximo en 2022-2023 y estar ahora en una trayectoria descendente.

También advierten que el costo económico de los niveles extremos de violencia en México es alarmante.

“El año pasado, el impacto económico de la violencia aumentó por primera vez desde 2019. En 2024, se estimó que el impacto económico de la violencia fue de 4.5 billones de pesos (245 mil millones de dólares), equivalente al 18% del PIB de México. En términos per cápita, el impacto fue de 33,905 pesos, más que el salario mensual promedio de un trabajador mexicano. El año pasado, el impacto aumentó 3.4%, o 149 mil millones de pesos”.

El gasto de México en seguridad pública y en el sistema de justicia se encuentra muy por debajo de los niveles regionales e internacionales. En 2024, México destinó el 0.7% de su PIB a estos rubros, menos de la mitad del promedio tanto de América Latina como de los países de la OCDE, señalan.

En el informe se revela que el impacto económico de la violencia fue de 33,905 pesos por persona en 2024, más que el salario mensual promedio en México. Hay tres estados en los que el costo económico de la violencia fue sustancialmente más alto que en el resto: Morelos, Colima y Guerrero, donde el costo representó más de 35% del PIB estatal.

Se precisó que el impacto económico per cápita varió considerablemente entre los estados el año pasado, desde 12,309 pesos en Yucatán, el más bajo, hasta 89,916 pesos en Colima.

Los delitos con violencia —incluyendo robo, asalto, violencia sexual y delitos cometidos con armas de fuego— fue el único rubro de costo que mostró una disminución en 2024.

Como resultados consideran que en 2024 la paz en México mejoró un 0.7%, con tres indicadores del IPM registrando mejoras y dos indicadores registrando deterioros. Mejoraron 18 estados y 14 se deterioraron, el año pasado marcó el quinto año consecutivo de mejora, pero precedido por fuertes deterioros entre 2015 y 2019.

Sin embargo, añaden, la paz sigue siendo sustancialmente menor que en 2015.

El cambio mínimo en la paz general en 2024 puede atribuirse a la tasa de homicidios, que se mantuvo estable y registró un deterioro de menos del 1%.

Si se ve por estado,. reiteran que Colima fue el menos pacífico del país en 2024, impulsado por su extremadamente alta tasa de homicidios. Con 101 muertes por cada 100,000 habitantes, fue el que registró la peor tasa de homicidios en el país, y después de esa entidad, las menos pacíficas de México el año pasado fueron Guanajuato, Morelos, Baja California y Quintana Roo.

De nuevo señalan que Yucatán fue el estado más pacífico del país por octavo año consecutivo, seguido de Tlaxcala, Durango, Chiapas y Nayarit, y que en 2024, Zacatecas registró la mayor mejora en materia de paz, mientras que Tabasco presentó el mayor deterioro.

Otro aspecto es que, a nivel nacional, la calificación del Índice de Paz Positiva (IPP) de México se ha deteriorado un 2.4% en la última década, registra deterioros significativos desde 2015. Esto coincide con los fuertes aumentos en los niveles de violencia en todo el país.

“A nivel subnacional, el Índice de Paz Positiva México identifica variaciones en la resiliencia social entre las 32 entidades del país. Nuevo León, Nayarit, Yucatán, Querétaro y Sinaloa registraron los niveles más altos de Paz Positiva. En contraste, Morelos, Guerrero, Tabasco, Puebla y Oaxaca presentaron los niveles más bajos de Paz Positiva”.

En términos generales se afirma que 24 estados se deterioraron en materia de paz desde 2015, mientras que ocho mejoraron.

En los últimos años la frontera entre México y Estados Unidos experimentó aumentos en los flujos hacia el norte de drogas ilícitas y migrantes no autorizados, ambos altamente rentables para los traficantes criminales y con efectos desestabilizadores tanto sociales como políticos en ambos países.— DAVID DOMÍNGUEZ MASSA

David Domínguez Massa, reportero de la Agencia Informativa Megamedia- Tiene 41 años de trayectoria periodística, y es colaborador de Grupo Megamedia desde 2000. Premio Nacional de Periodismo en 2006, se especializa en temas de política, gobierno y electorales.