LÁZARO CÁRDENAS.- En la costa norte de Quintana Roo, en el Golfo de México, un grupo de pescadores de Chiquilá vivió un momento de tensión, luego de que fueron interceptados por un buque de guerra de Estados Unidos, también llamado destructor, que dejó al descubierto la frágil soberanía mexicana.
Se trató de presuntos militares estadounidenses que increparon a los mexicanos, y el acto quedó grabado en un vídeo que rápidamente se viralizó en redes sociales, cuando los hombres de mar aprovechaban la temporada de pesca que inició en marzo pasado.
Chiquilá es un pueblo pesquero que se localiza a 437 kilómetros de distancia de Chetumal, la capital del estado, y frente a la Isla de Holbox, uno de los atractivos turísticos más visitados de esta región.
El hecho que se viralizó el pasado 16 de abril dejó al descubierto la frágil soberanía de México, explica un reportaje de Proceso, que recogió testimonios de los mareños implicados.
Destructor de EE.UU. atemoriza a mareños de Quintana Roo
En la grabación, que también compartió el Diario en sus redes sociales, se puede escuchar a uno de los marines pidiendo a los pescadores se retiren de la zona, y que se alejen al menos a tres millas del buque de guerra, por razones de seguridad.
🚨 Pescadores de Chiquilá se topan con presuntos marines estadounidenses cerca de Holbox
— Diario de Yucatán (@DiariodeYucatan) April 16, 2025
Pescadores de Chiquilá vivieron un momento inusual en altamar al ser interceptados por presuntos marines de EE.UU. cerca de Holbox. El video del encuentro ha desatado sorpresa y polémica en… pic.twitter.com/MG97gejF7e
Entonces los pescadores aseguraron que no se encontraban en zona restringida ni realizaban actividades irregulares.
Y aunque el trato de los marines fue cordial, también fue firme, en el encuentro que les causó sorpresa e incertidumbre, pues ellos habían tomado sus cordeles, carnadas y atarrayas para alejarse del puerto e iniciar la jornada habitual.
En esa ocasión estarían tres días en el mar para regresar a casa con una buena carga, que representaría el ingreso de días del hogar para sus familias.
Aunque en una consulta a la Secretaría de Marina ésta aseguró que la grabación es falsa y que no contaba con reporte alguno.
Por su parte, pescadores de Chiquilá narraron a Proceso, en una entrevista, los detalles de lo sucedido, y explicaron cómo la presencia del destructor estadounidense fue advertida por tripulaciones de varias embarcaciones pesqueras.
Frágil soberanía de México
La embarcación de los mexicanos estaba en aguas nacionales, a 80 millas desde el puerto de Chiquilá, lo que equivale a 128 kilómetros.
Según el propio gobierno de México, las aguas internacionales en las que sí podía estar el buque de guerra estadunidense comienzan a las 200 millas de distancia, unos 370.4 kilómetros desde tierra o la costa mexicana.
“Comprende la franja de mar que se mide desde el límite exterior del mar territorial hasta una distancia máxima de 200 millas náuticas (370.4 km) mar adentro, contadas a partir de la línea base desde la que se mide la anchura de éste”, se lee en la página del gobierno federal.
Sin embargo, Estados Unidos no reconoce las fronteras marítimas, ya que en sus leyes y acuerdos internacionales consideran los límites a partir de su plataforma continental; aunque eso afecta la soberanía de México.
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Asimismo, el experto en seguridad Raúl Benítez Manaut, doctor en Estudios Latinoamericanos por la UNAM e integrante del Centro de Investigaciones sobre América del Norte por esta casa de estudios, confirmó que las potencias navales no reconocen esos límites.
“La mayoría de las grandes potencias navales no reconocen las 200 millas; de facto son aguas internacionales. Entonces, la Secretaría de Marina, aunque quiera, no puede hacer nada”, dijo a Proceso
Y al ser aguas internacionales para Estados Unidos, tampoco necesitan dar aviso de su presencia o pedir permiso a México, dice.
“Supón que se encuentra con un buque de guerra de Estados Unidos, la Marina no podría hacer nada porque una cosa es la ley internacional y la de Estados Unidos y otra cosa es una parte de la Convención del Mar, que está firmada por muchos países del (llamado anteriormente) tercer mundo”, explicó.
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Aun así, la presencia militar de un barco militar estadunidense sí debería alertar al gobierno federal, para proteger la soberanía nacional.