La Secretaría de la Defensa Nacional (antes Sedena) silenció el bullicio habitual en la entrada principal a la zona arqueológica de Tulum, joya del Caribe mexicano, tras su llegada para administrar el Parque Nacional del Jaguar.
La empresa militar extendió su control y limitó los accesos a la zona y a las playas, apagando las actividades de los negocios de este destino turístico.
A partir de diciembre de 2024 el Ejército mexicano se hizo cargo de la administración del parque, acondicionado con obra ecoturística que costó más de $2,700 millones de pesos al gobierno federal.
Fue declarada área natural protegida por el expresidente Andrés Manuel López Obrador.
Así, Tulum se encuentra hoy a un paso de tres importantes áreas protegidas: el Parque Nacional Jaguar, el Parque Nacional Tulum y la Reserva de la Biosfera de Sian Ka’an.
¿Por qué quebraron negocios en Tulum con la llegada de la empresa militar?
Un reporte de Proceso da cuenta que, en menos de nueve meses, ya quebraron varios negocios, como las tiendas de artesanías ubicadas alrededor de la zona arqueológica de Tulum, el centro económico histórico que dio origen a la actual localidad.
Y es que para ingresar a los tramos costeros y otros puntos a donde antes el turismo accedía libremente se tienen que pagar cuotas a la empresa militar que administra el Parque del Jaguar, que van desde los 105 hasta más de 500 pesos.
Estas cuotas aplican para nacionales y extranjeros, por lo que muchos visitantes prefieren visitar otras localidades donde no se les cobra para acceder a las playas, como Cancún o Playa del Carmen.
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Fuga de turismo ocasionada por Sedena amenaza a hoteles y clubes de playa en Tulum
Esta fuga de turismo amenaza a hoteles, clubes de playa, tiendas de buceo y restaurantes principalmente.
Ese tipo de negocios, en el verano pasado, cuando esperaban los repuntes de más del 90% de ocupación, experimentaron desplomes de hasta 30%, cifras que sólo se habían registrado durante la pasada pandemia, según datos del propio sector, indica Proceso.
Aunque ya hubo protestas airadas de la población local que lograron que se abriera un acceso sur a la costa, ésta no fue una solución definitiva, por lo que la inconformidad continúa y los impactos por la disminución de turismo se resienten.
Para administrar el Parque Nacional del Jaguar la Sedena fundó en 2022 Grupo Aeroportuario Ferroviario y de Servicios Auxiliares y Conexos Olmeca Maya Mexica (Gafsacomm), empresa militar pública creada para construir y operar proyectos federales iniciados durante el sexenio pasado, que en fecha reciente le pusieron el nombre comercial Mundo Maya.
Para llevar a cabo sus actividades en esta zona, las fuerzas castrenses hacen uso de efectivos militares y de la Guardia Nacional, quienes ya han tenido roces con la población civil, en algunos casos hasta violentos.
Comerciantes dicen que los militares incluso realizan labores de vigilancia y control de precios de productos en establecimientos turísticos.
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Mientras tanto, se ha permitido la construcción de condominios de lujo alrededor del Parque del Jaguar, precisamente en la zona de influencia del área natural protegida, lo cual constató Proceso en un recorrido por el sitio.
Además, la conservación de la zona está en duda desde hace mucho, puesto que dentro del parque Nacional del Jaguar, a 2.6 kilómetros de la zona arqueológica de Tulum, la Sedena edificó el más grande de los seis hoteles que administrará a lo largo de la ruta del Tren Maya.
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