PLAYA DE CARMEN.- Un reciente brote de gusano barrenador obligó al sacrificio de los primeros animales en rancherías ubicadas al norte de Playa del Carmen en Quintana Roo.
Esta medida urgente busca frenar la propagación de la plaga y evitar que se extienda hacia otras zonas ganaderas.
Antecedentes del brote
Según medios locales, la zona afectada, dedicada principalmente a la actividad ganadera, registró la presencia del parásito, conocido por atacar a animales de sangre caliente.
Además, este hallazgo generó un ambiente de alerta debido a que compromete tanto la salud del ganado como la estabilidad económica de los productores.
Debido al alto riesgo de contagio dentro del hato, las autoridades sanitarias ordenaron sacrificar los primeros ejemplares infectados como medida inmediata de contención.
Aunque resulta una acción drástica, especialistas explican que es necesaria, ya que las larvas del gusano barrenador pueden ocasionar miasis que es la infestación de tejido vivo y desencadenar daños irreversibles en los animales afectados.
El gusano barrenador es difícil de contener
El gusano barrenador representa una amenaza seria porque sus larvas se desarrollan en heridas abiertas y en tejidos blandos.
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Por ello, la reproducción ocurre con rapidez y facilita la propagación. Además, su presencia afecta no solo al ganado, sino también a mascotas y fauna silvestre. Debido a esto, los especialistas insisten en mantener una vigilancia sanitaria estricta.
Expansión de la plaga en México
Este brote en Playa del Carmen forma parte de un panorama más amplio. En 2025, las autoridades federales declararon una alerta nacional para detener la diseminación del parásito en el país.
El Senasica (Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria) ha confirmado un incremento en los casos de infestación, principalmente en ganado vacuno.
Lo anterior obligó al refuerzo de protocolos de inspección, el despliegue de brigadas veterinarias y la imposición de restricciones a la movilización animal.
Riesgos para los productores
La propagación del gusano barrenador implica consecuencias graves para la ganadería, entre ellas:
- Pérdidas económicas derivadas del sacrificio obligatorio y de la suspensión temporal en la movilización de ganado.
- Afectaciones a la sanidad animal, sobre todo si el brote no se detecta a tiempo.
- Riesgos para la salud pública, ya que el parásito también puede infestar animales domésticos o fauna cercana.
Estrategias de vigilancia y prevención
Frente a este escenario, autoridades y especialistas subrayan la importancia de:
- Reforzar la vigilancia zoosanitaria en rancherías, unidades pecuarias y rutas de movilización.
- Capacitar a productores y veterinarios en la detección temprana y manejo del gusano barrenador.
- Establecer cercos sanitarios, controlar la movilización y, en casos necesarios, aplicar sacrificios sanitarios para evitar la expansión.
La reaparición del gusano barrenador, considerado erradicado en décadas anteriores, evidencia una fragilidad de los sistemas de bioseguridad en el país y la necesidad de actuar con rapidez.
