Pide vacuna universal
Que la vacuna de la influenza sea universal, se aplique cada año y se haga caso omiso a los mitos respecto a este biológico que no son ciertos, son algunas de las recomendaciones de la doctora Maryangel Mendoza Abimerhi, especialista en salud pública, quien ayer ofreció la conferencia titulada “Influenza, inmunidad colectiva”.
La doctora fue invitada a dar una charla ayer en la reunión mensual de la asociación civil Sinergia con Sentido, en la que la también coordinadora del centro de vacunación Prevenstar del hospital Star Médica, hizo énfasis en la importancia de la vacunación como una forma de crear una inmunidad colectiva, pues la vacunación también impacta a los no vacunados.
Explica que si en una familia se vacunan varios integrantes, él o los no vacunados están más protegidos, pues hacen un tipo de protección que impide que el virus entre a la casa.
Lo anterior puede suceder en los casos en los que, por ejemplo, se tiene un bebé menor de seis meses, pues la vacuna de la influenza es para mayores de seis meses de edad.
Este sistema de protección es aplicable a la familia pero también colectivamente, por lo que a mayor número de vacunados es mayor la protección para aquellos que no se pudieron vacunar.
Lo ideal, manifiesta la especialista, es que la vacuna sea universal y no sé recomiende únicamente a quienes se considera en grupos de riesgo, en el que están los menores de cuatro años, adultos mayores, embarazadas, hipertensos, diabéticos y personas con obesidad mórbida, pues la vacuna debe ser para todos.
Señala que si bien debe ser un indicador el aplicarse la vacuna si se está en alguno de esos grupos en este último brote de influenza atemporal fue notorio que el resto de la población también requiere de la vacunación, pues la mayor parte de los fallecimientos se registraron en personas que están en el rango de edad considerado de menor riesgo, es decir entre los 20 y 49 años.
Otro punto importante es que la vacuna debe reaplicarse cada año, pues no es la misma la que se produce, sino que hay cambios acordes con los estudios de las cepas que se encontraron como las más comunes.
Puntualiza que en 2017 la vacuna disponible que se aplicó protegía contra cuatro de las principales cepas causantes de la influenza: AH1N1, AH3N2, el tipo B y la estacional.
Pero indirectamente protegen de igual manera de las cepas que no están en la vacuna y a los no vacunados, de ahí el gran impacto de la vacunación.
Respecto al brote de influenza atemporal que se vivió en Yucatán, manifiesta que los cambios drásticos en el medio ambiente han provocado que el virus de la influenza se adapte rápido a ellos, y por eso ya no espera que haya frío y ataca en cualquier momento.
Sobre los mitos de la vacuna de influenza, apunta que le achacan que causa la enfermedad o gripe, daña el sistema nervioso y se le acusa de tener mercurio, el cual es neurológico y produce padecimientos como el autismo, parálisis cerebral y síndrome de Guillain Barré, entre otros.— Iris Ceballos A.
