CIUDAD DE MÉXICO (EFE).— México registra más de 7,500 nuevos casos de cáncer de pulmón y 7,000 muertes por este mal cada año, alertaron expertos en el Día Mundial contra el Cáncer de Pulmón, con base en datos de la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
De hecho, el de pulmón es el quinto tipo de cáncer con mayor mortalidad, advirtió un comunicado de la biotecnológica Amgen.
Entre los diferentes factores de riesgo para el desarrollo de cáncer de pulmón se resalta el tabaquismo, pero también hay otros, como la aspiración de asbesto y la exposición prolongada a la contaminación atmosférica elevada y al humo de leña.
Precisamente, añadió el documento, este último factor está presente en el 16% de los hogares mexicanos, donde el 35% de los casos se presentan en mujeres.
También se corre riesgo con la manipulación de arsénico, que se da en gran medida para la fabricación de pirotecnia, un oficio aún vigente en algunas comunidades mexicanas.
Igualmente entra en juego el factor genético: las personas con un familiar directo con cáncer de pulmón son más proclives a desarrollar esta enfermedad.
“Se pueden disminuir los factores de riesgo llevando un estilo de vida saludable, evitando el consumo de tabaco y ser fumador pasivo, reduciendo o evitando la exposición al humo de leña, además de manteniendo una dieta rica en frutas y vegetales y, por supuesto, ejercitándose constantemente”, dijo el director médico de Amgen México, Max Saráchaga.
En el marco del Día Mundial contra el Cáncer de Pulmón, que se conmemora el 17 de noviembre, Amgen México apuntó que este cáncer “se divide en dos principales tipos, el de células pequeñas (CPCP) y el de células no pequeñas (CPCNP), siendo este último el más frecuente, puesto que representa el 85-90% de los casos”.
El médico advirtió que esta neoplasia, en general, no produce signos ni síntomas en los estadios más tempranos. Cuando la enfermedad está avanzada puede aparecer tos persistente, tos con sangre, falta de aire, dolor en el pecho, ronquera, pérdida de peso, dolor en huesos y dolor de cabeza.
Para diagnosticarlo en etapas iniciales debe practicarse una tomografía de tórax a fin de identificar irregularidades en pulmones.
La empresa explicó que los biomarcadores son moléculas biológicas encontradas en la sangre, fluidos o tejido que arrojan información sobre el funcionamiento de las células, la evolución del tumor, y ayudan a predecir la respuesta de un tumor ante un plan de tratamiento específico o la falta de respuesta de éste.
“Actualmente tenemos la oportunidad de analizar los tumores desde su composición genética y esto nos brinda la oportunidad de ofrecer nuevas opciones de tratamiento a las personas que antes no las tenían”, explicó Saráchaga.